De acuerdo con los testimonios de personas originarias de Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Honduras, el personal de Instituto Nacional de Migración (INM), realiza las mismas prácticas de corrupción y tratos crueles sin importar que existen leyes para realizar un trato digno a las personas.
Carlos, originario de Venezuela, relata las violaciones que se viven al interior de las instalaciones migratorias de Ciudad Juárez. El joven, padre de dos menores, menciona que los han internado en distintos centros del INM en el país. En el de "Puerto Fronterizo Lerdo", recuerda que fue ingresado en febrero pasado.
"Estuve hace un mes. En realidad me trataron muy mal. Nos quitan todas las pertenencias que llevamos y me regresaron a la Ciudad de México. La otra es que no tienes derecho a tu celular y no tienes derecho a tus pertenencias hasta que ellos decidan".
A la espera de ingresar a Estados Unidos, describe las instalaciones como un lugar sin higiene, reducido y en malas condiciones.
"Adentro es solo una celda, un solo espacio y un mismo cuarto. Ahí nos meten a todos. Colchonetas en el piso, ahí están los baños, están en mal estado".
Los engaños
Antes de ser ingresados a las instalaciones, son detenidos por cualquier motivo, e incluso, con engaños, los cuales van de apoyo para estar en tranquilidad o alimentos, sin embargo, la realidad es distinta.
"Nos dicen una cosa antes de montarnos en su camioneta o combi. Nos dicen que nos van a ayudar a colaborar, pero todo es distinto en el Centro de Migración. Nos dicen que nos van a deportar, que somos ilegales en su país".
Nos quitan las agujetas
Antes de ser internados en el "Puerto Fronterizo de Lerdo", Carlos, quien prefiere cubrirse el rostro para evitar represalias, menciona que al momento de ser ingresados les hacen una revisión, en la cual les quitan todas sus pertenencias de valor, entre ellas agujetas porque, según las autoridades puedes ser utilizadas como un arma.
"Nos quitan las agujetas para que no podamos atentar contra nuestra vida o la de nuestros compañeros. Nos quitan nuestras pertenencias, cigarrillos y encendedores, así como esas agujetas de los zapatos. Te quitan el cinturón y te revisan el cabello".
La venta de pollo frito y cigarrillos
Al interior de las instalaciones migratorias de Ciudad Juárez, Chihuahua, la corrupción del personal del Instituto de Migración, según personas indocumentados que buscan ingresar a Estados Unidos, incluye la venta de pollo frito, pizza y cigarrillos.
"La corrupción es que cuando te detienen te revisan si tienes dinero o te revisan tu teléfono y si tienes una comunicación con una persona en Estados Unidos, piensan que esa persona tiene dinero y piden una cantidad para soltarnos en Ciudad Juárez".
Agrega: "allá adentro te venden los mismos cigarros que nos quitan. La corrupción es que nos extorsionan. También nos tratan de vender comida chatarra, pizza, pollo frito, porque te dan a una comida pésima. Te dan de comer dos veces al día, pero a veces te dejan sin comer en la noche".
Violaciones a derechos humanos
Mientras espera que le den una cita para poder ingresar a Estados Unidos, Carlos relata que la vez que lo detuvieron, lo ingresaron con su familia, porque se opuso a que un elemento del INM revisará a su esposa.
"Lo viví en carne propia. Cuando me detuvieron con mi familia, uno de ellos quiso aventar a mi mujer y yo me enojé. Me detuvieron, me pusieron las esposas y me metieron a un cuarto solo desde las nueve de la noche hasta las dos de la mañana. En esas horas, dos funcionarios me golpearon con palo por haber querido defender a mi esposa, pero en realidad tenía que haber estado una mujer para poder revisarla".
Su experiencia al ser ingresado a "Puerto Fronterizo Lerdo", así como por territorio nacional es lo peor que ha pasado en su vida, Al describir que en territorio nacional lo han tratado como una "basura".
"Lo peor que pasa aquí, es el trato como persona porque parece que nos tienen xenofobia, porque desde que entramos nos dicen que somos una basura, que no es nuestro país, que vayamos a chingar a nuestro país. En pocas palabras me han hecho sentir como una basura".
FUENTE: LA SILLA ROTA.
AUTOR: MARCO MUEDANO.
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