El pasado 13 de febrero, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado.
La Oficina de Representación Comercial de Estado Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) dio a conocer que realizó una solicitud de consulta al Gobierno mexicano bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) del T-MEC, por la publicación del decreto mexicano por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado.
Katherine Tai, titular de la USTR, señaló que Estados Unidos “ha expresado repetidamente nuestras serias preocupaciones con las políticas de biotecnología de México y la importancia de adoptar un enfoque basado en la ciencia que cumpla con sus compromisos del T-MEC”.
“Las políticas de México amenazan con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola y sofocarán la innovación que es necesaria para enfrentar la crisis climática y los desafíos de seguridad alimentaria, si no se abordan. Esperamos que estas consultas sean productivas a medida que continuamos trabajando con México para abordar estos asuntos”, agregó Tai.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), del Gobierno de México publicó el pasado el 13 de febrero de 2023, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), un decreto por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado en el país.
El decreto del Gobierno de México estableció como periodo de transición para el desarrollo y escalamiento de las acciones previstas, el cual comprende de la fecha de entrada en vigor del mismo y hasta el 31 de marzo de 2024.
Según el decreto, el Gobierno Federal busca fomentar el establecimiento y generación de alternativas y prácticas “sostenibles y culturalmente adecuadas, que permitan mantener la producción agrícola y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el medio ambiente, libres de sustancias tóxicas que representen peligros agudos, crónicos o subcrónicos”.
LOS CLAROSCUROS DEL DECRETO
En México el maíz es el principal alimento y tiene connotaciones culturales que son base de la identidad de millones de personas. En Estados Unidos, en cambio, el maíz es una mercancía y un insumo para forraje y para elaborar productos ultraprocesado.
La actual polémica con Estados Unidos muestra que los tratados de libre comercio “ponen en riesgo la soberanía” de los países cuando alguna de las partes está en situación de desventaja, planteó el colectivo Sin Maíz no hay País en un comunicado en conjunto.
A partir de un análisis comparativo del decreto presidencial de diciembre de 2020 y de febrero de 2023, el colectivo observó que se mantiene la restricción que impide al Gobierno federal adquirir maíz genéticamente modificado para consumo humano.
Además, en el Artículo 4 se recorrió la fecha para dejar de importar glifosato de enero al 31 de marzo de 2024, un herbicida en cultivos potencialmente cancerígeno cuya alternativa agroecológica la está investigando el Conacyt.
Diversos funcionarios de Estados Unidos han señalado que México tendrá que presentar evidencias científicas sobre los posibles daños a la salud que sustente su prohibición del maíz transgénico.
El pasado 15 de febrero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que el actual decreto genere “ruptura” con EU, pero miembros de la Cámara de Representantes pidieron a la representante comercial de EU, Katherine Tai, y al Secretario de Agricultura, Tom Vilsack, iniciar una disputa comercial con México, que ahora se concreta con la solicitud de consulta.
AUTOR: REDACCIÓN.
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