viernes, 24 de marzo de 2023

Me hizo confiar en ella y resultó ser de la Sedena, denuncia madre de joven torturado

Laura Kabata, su hijo Óscar y Flora Marcelo llevan desde 2021 protestando con plantones frente a oficinas de la Sedena, Gobernación y la CNDH en búsqueda de que autoridades les garanticen justicia en sus casos, donde denuncian respectivamente abusos de militares y las amenazas que continúan.

“Ella se presentó con el nombre de Mía, como una periodista de un medio independiente. Me insistía: ‘¿no se acuerda de mí?’. Fue muy amable, muy inteligente… pues es del departamento de inteligencia [de la Sedena]. A mí me hizo confiar en ella. El día de mi cumpleaños, en agosto del año pasado, me llevó un pastel en el plantón que en ese entonces teníamos en Gobernación. Me decía ‘mamá’ porque decía que me quería como a una”.

Así denuncia Laura Kabata, madre de Óscar Kabata, sobreviviente de tortura por parte de militares, el engaño que vivió durante dos años hasta que descubrió que aquella “reportera” en realidad era un elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Los primeros acercamientos de esta mujer —a quien después de investigar activistas identificaron como “cabo Farfán”— con la familia Kabata y Flora Marcelo, desplazada de Guerrero, fueron en 2021, cuando mantenían un plantón afuera de las oficinas de la Sedena en la Ciudad de México para exigir la resolución de sus casos y evidenciar torturas, desapariciones forzadas y omisiones cometidas por militares y autoridades estatales.

La comunicación que Laura y esta mujer mantenían era constante, lo que le permitió acceder a información personal. “En una ocasión le dimos dinero en efectivo y le pedimos que nos ayudara depositándolo a una de nuestras cuentas porque íbamos a pagar comida”. También le preocupa que recientemente le reveló información personal sensible.
“Hace como 12 días hablé con ella y me dijo que iba a venir a Ciudad Juárez —donde Laura y Óscar Kabata tienen su casa—. Me dijo: ‘ya sé donde vives’, y me nombró el fraccionamiento. ¿Cuánta información no tienen de nosotros?”, se cuestiona preocupada.
Desde que su hijo Óscar hizo público su caso, en más de una ocasión han tenido que huir de Ciudad Juárez por amenazas. En 2022, luego de levantar el plantón que mantenían en la avenida Industria Militar de la Ciudad de México, frente a la Sedena, él y Laura regresaron a Chihuahua con la promesa de la Secretaría de Gobernación de que no serían perseguidos, pero decidieron volver a la capital del país porque en su estado natal se enfrentaron a la intimidación de la policía local y de militares en retenes colocados cerca de su casa.

La situación de Flora Marcelo es similar, desde 2020, cuando comenzó a exigir justicia por el feminicidio de su hija Ayelin Iczae, de 13 años, junto a sus otras dos hijas tuvo que abandonar Tixtla, Guerrero, por las amenazas que recibieron, por eso exige garantías de seguridad. A ella le preocupa el espionaje de la Sedena porque también compartió información personal con la mujer que dijo ser reportera, pues durante los últimos años le solicitó documentos relacionados con el caso argumentando que los usaría para investigaciones periodísticas.

“Tengo mucho miedo por el espionaje que nos están haciendo porque esta persona que se hizo llamar Mía Rodríguez sabe dónde están [mis hijas]. Tememos por la seguridad de ellas y temo por mi seguridad”, dijo en un video compartido en redes esta semana.
Desde 2021 estas familias han protestado con plantones frente a oficinas de la Sedena, de la Secretaría de Gobernación (Segob) y desde el 26 de enero se encuentran cerca de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en búsqueda de que autoridades les garanticen justicia y medidas de seguridad para retomar sus vidas.

Flora y Óscar descubrieron la adscripción de la mujer que dijo llamarse Mía Rodríguez a la Sedena mientras protestaban a un costado del edificio “Héctor Fix Zamudio” de la CNDH, pues ella les donó ropa y al revisarla, según narra Laura, de una bolsa cayó una fotografía suya con uniforme militar; luego de preguntar, expersonal de la secretaría les informó de manera anónima que trabaja en el área de inteligencia de la dependencia. Por ello, los manifestantes temen por su seguridad.
“Hemos recibido amenazas de muerte (…). Tengo mucho miedo por lo que me pueda pasar, por lo que nos pueda pasar”, dijo Flora Marcelo en un video difundido en redes este jueves, un día después de que civiles la agredieron con un cuchillo para frenar una protesta que realizaba con Óscar Kabata frente a la CNDH y donde colocaron una manta donde se leía la frase: “Amigo Militar ¿se te salió 1 tiro o tal vez 100 mataste a un civil? No te preocupes nosotros te encubrimos, tenemos miles de casos que nos respaldan”.
Ese mismo día, la mujer que dijo ser periodista le escribió a Flora Marcelo para preguntar cómo estaba.  “Ella, increíblemente, estaba en los momentos difíciles. Siempre que había un evento fuerte, difícil, alguna amedrentación, algún golpeteo ella hablaba por teléfono y se aparecía”, menciona Laura Kabata, quien ahora también recuerda comportamientos que desde antes los alertaron, como las sugerencias que les hacía sobre dejar de lado la idea de regresar a manifestarse afuera de las oficinas de Sedena. 
“Una vez le estaba platicando de una agresión que vivimos y noté que con una mano me abrazaba y con la otra me estaba grabando, pero yo dije, ‘bueno, es para su trabajo”, recuerda.
De igual manera, un evento que la hizo dudar de su identidad fue cuando en noviembre pasado se sumó  a una protesta que realizaron en Paseo de la Reforma con un ataúd vacío y al llegar al Senado, donde las familias expondrían sus casos, ella insistió en entrar, pero, de acuerdo con Laura Kabata, al salir se mostró nerviosa cuando le regresaron su credencial de elector y la llamaron con el nombre de “Paola”, y no Mía. “A mí me causó mucha extrañeza”, menciona.

Ahora, Laura Kabata, Óscar Kabata y Flora Marcelo temen por su seguridad porque desde marzo de 2021, cuando protestaban frente a la Sedena han sufrido amenazas, robos de pertenencias y las lonas con las que se protegían del sol y la lluvia fueron rociadas con gasolina; en una ocasión incluso intentaron atropellar a Flora.

En los meses que estuvieron en plantón frente a la Segob tampoco se libraron de las agresiones. Reportaron que les robaron las lonas que imprimen para exponer sus casos, además de enfrentarse al trato hostil de personal de la dependencia, lo que derivó en octubre de 2022 en una denuncia promovida ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra Óscar por daño a propiedad ajena luego de que se manifestó en las oficinas de Gobernación. 

En 2009, Óscar fue víctima de tortura sexual y psicológica luego de ser retenido por el Ejército durante cuatro días junto a su compañero Víctor, quien fue torturado y asesinado, ambos en el contexto del Operativo Conjunto Chihuahua que lanzó el expresidente Felipe Calderón en Ciudad Juárez. Las violaciones a sus derechos quedaron acreditadas en la recomendación 38VG/2020 emitida por la CNDH.

 

El General a cargo del operativo, Felipe de Jesús Espitia Hernández, está retirado y no ha sido sancionado, el último cargo que desempeñó hasta 2021 fue el de coordinador de asesores en el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas.

Desde que la familia Kabata exige justicia, ha denunciado su seguridad está en peligro, pero insisten en que seguirán exigiendo sanciones para todos los responsables de las agresiones, y junto a Flora Marcelo, buscarán que el Estado les garantice medidas de protección.
“Mi hijo, es muy valiente, Flora es muy valiente porque aún con su dolor siguen luchando (..) Es difícil porque quieres llevar una vida normal, Yo quiero trabajar, levantarme, bañarme y irme al trabajo y no puedo, no puedo parar porque no puedo dejarlos solos. No lo entiendo, pero vamos a seguir. Vamos a seguir”, asegura Laura Kabata.


FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: MONTSERRAT ANTÚNEZ ESTRADA.

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