Se activó desde hace un año para atender la violencia de género; sin embargo, cuando se ubica un cartel de estos puntos con el código QR para pedir ayuda en situaciones de riesgo o agresiones, solamente lleva a la descarga de un documento PDF con números de atención.
El programa implica que se requiere un teléfono celular e internet para solicitar auxilio, lo que puede llegar a ser discriminatorio, según especialistas. Y al lograr hacer la llamada a los números expuestos, no se asegura atención inmediata; se depende de que esté disponible algún policía para acudir o de que establecimientos privados que se sumaron al programa quieran ofrecer refugio de manera voluntaria a una persona en riesgo, sin que se garantice que están capacitados para hacerlo.
“Hay una mujer que quiere saber cómo funcionan los puntos violeta, pero no nos han dado un curso ni nada”, dijo un funcionario de Miguel Hidalgo a su compañero cuando se llamó al número que arrojó un punto violeta en dicha demarcación, gobernada por el PAN.
Luego, otro mencionó que una opción para mujeres que sufran violencia era buscar en Google Maps y acudir por su cuenta a uno de los 17 módulos de emergencia en la alcaldía.
Los únicos datos oficiales sobre resultados muestran que en los primeros 10 meses del programa Puntos Violeta se atendieron cuatro casos de emergencia en dicha alcaldía. En cuanto a Álvaro Obregón, se reportó que del 16 de marzo a diciembre de 2022 se atendió a 120 mujeres, aunque sin dar mayores detalles sobre dicha atención.
Wendy Figueroa, una de las cocreadoras del proyecto Sendero Violeta —un programa que busca brindar apoyo desde la la Red Nacional de Refugios para mujeres en situación de riesgo—, reconoce que un letrero con un número telefónico de emergencia puede ayudar a una mujer en caso de violencia, pero una política de atención no se puede basar solo en descargar contenido y otorgar un número telefónico de emergencias.
En su experiencia, los Puntos Violeta “son una iniciativa que podría funcionar”, pero las autoridades deben realizar monitoreos y en cada punto deben tener: personal capacitado en contención emocional, con un enfoque feminista, primeros auxilios psicológicos y planes de seguridad para desplazar, porque de lo contrario solo se pone en más riesgo a la mujer.
Animal Político llamó a las alcaldías Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Benito Juárez, para obtener un comentario sobre el funcionamiento del programa, pero hasta la publicación de esta nota no habían respondido.
Sin recursos un programa es “ficticio”
Los Puntos Violeta son lugares marcados mediante calcomanías o carteles de diferentes materiales, donde supuestamente se puede brindar atención, contención y resguardo.
En total hay 353 en las tres alcaldías mencionadas, y en ellas los alcaldes destacan este esquema como “una acción prioritaria” para atender la violencia de género.
Pero en los hechos, tanto la alcaldía Miguel Hidalgo como la Benito Juárez confirmaron en respuestas a solicitudes de información que no tienen una asignación presupuestal específica para dicho programa, y Álvaro Obregón indicó que no era de su competencia informar sobre el gasto en el mismo.
“No cuenta con un presupuesto asignado en el programa operativo anual (POA) y/o destinado específico por lo que no se genera ejecución de gasto o afectación presupuestal alguna. Esta acción opera con personal de la alcaldía en los espacios públicos de esta y personal de los establecimientos privados, que voluntariamente se adhirieron a la acción, sin costo o retribución para la alcaldía”, dice la respuesta de la alcaldía Miguel Hidalgo, con folio 092074823000143.
Sin presupuesto, solo se trata de una simulación, refirió Figueroa, de la Red Nacional de Refugios. “No podemos pensar en una acción para eliminar las violencias contra las mujeres, para prevenir las situaciones de riesgo que no venga de la mano con un presupuesto”.
Figueroa detalla que asignar recursos es necesario para que exista una capacitación, porque, de lo contrario, se pone en riesgo a las mujeres y a quienes intentaron auxiliar. Agrega que el presupuesto también es importante porque permite hacer evaluación de un programa y tener una retroalimentación constante por las usuarias.
Al respecto, Alejandra Collado, investigadora posdoctorante del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM y especialista en estudios de género, dijo a Animal Político que el hecho de que no haya un recurso habla de que no hay interés en el tema.
Con ello, apuntó, no se está llevando a cabo lo que dice la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que en su artículo 50 menciona que las alcaldías deben ejecutar acciones e instrumentar y articular herramientas para erradicar la violencia contra las mujeres.
“No está tomando en cuenta ni las necesidades ni el contexto. No se está realmente teniendo una preocupación genuina por cómo se dan los casos de violencia, o sea, se ve que tampoco hay un estudio previo, por ejemplo, de cómo se da el proceso de la violencia que sucede en el momento en el que una mujer está viviendo violencia”.
Sin certeza sobre la ubicación de los puntos
Para ubicar los Puntos Violeta se tienen dos opciones. La primera es buscar en la calle, en establecimientos o edificios públicos para ver si hay un emblema púrpura. La segunda es descargar una app a tu móvil para identificar un punto violeta más cercano a tu ubicación.
Si encuentras un emblema en la calle, debes escanear un código QR con tu celular para obtener información. Esto te arroja un documento en PDF con un teléfono de emergencia y una serie de guías sobre los tipos de violencia y las acciones que la autoridad pone en marcha. Si revisas en la aplicación móvil, además del punto violeta más cercano también te muestra información mediante el mismo documento en PDF.
Una revisión de Animal Político encontró que los Puntos Violeta que aparecen en la app y en el documento de descarga no son los mismos, y en realidad pueden no existir o simplemente estar mal instalados.
Por ejemplo, el miércoles 22 de febrero ubicamos dos puntos en una plaza comercial en la colonia Escandón, a los cuales acudimos y no los encontramos. El lunes 27 de febrero ya no estaban en la aplicación.
No se garantiza una reacción de apoyo inmediata
En entrevistas y comunicados donde alcaldes o directivos de las alcaldías hablan de Puntos Violeta, aseguran que son “espacios seguros de información” y de “reacción inmediata”, que cuentan con códigos QR con protocolos oportunos para la protección y el cuidado.
Sin embargo, la especialista Alejandra Collado aseguró que esta estrategia tiene muchas características que lo limitan como un recurso de acción inmediata, pues integra procesos que pueden ser muy complicados.
Por ejemplo, el necesitar un teléfono celular que puede o no traer batería, o que quizá se lo arrebataron a la persona agredida.
La necesidad de poseer un teléfono móvil para acceder al proceso de ayuda, dijo, hace que el programa sea discriminatorio y dirigido a ciertas personas —que tal vez no sean quienes más lo necesiten—, pues no se está tomando en cuenta a una gran parte de la población.
“Se está poniendo toda la esperanza y la posibilidad en un aparato que no siempre funciona, se puede trabar, se te acaba la pila, en fin. Entonces, definitivamente creo que no se piensa en el grueso de la población”, comentó Collado.
Sin suficientes datos sobre resultados
Las autoridades de las alcaldías han insistido en su discurso que los Puntos Violeta surgieron porque “el gobierno federal le quitó dinero a los refugios para las mujeres violentadas y eran contención para evitar que muchas mujeres fueran asesinadas”.
Sin embargo, no existe una justificación pública de cómo surgió el programa, ni de cómo se definieron los espacios como “seguros” para instalar los Puntos Violeta, información que, de acuerdo con las especialistas, debe ser pública. Además, las alcaldías tampoco reportan el número de atenciones mensuales que tienen.
Se les solicitó información de manera directa, pero hasta el momento de la publicación no recibimos respuesta.
El único dato sobre resultados de Puntos Violeta lo encontramos en solicitudes de transparencia, en donde la alcaldía Miguel Hidalgo detalló que en los primeros 10 meses del programa solo registró cuatro casos de emergencia donde un establecimiento privado —abierto y parte del programa— solicitó atención para mujeres en situación de riesgo. Además 2 mil usuarias descargaron el documento con información.
En el caso de Álvaro Obregón, del 16 de marzo a diciembre de 2022 se atendieron 120 mujeres a través de los Puntos Violeta.
Mientras tanto, en Benito Juárez no hay información pública sobre el número de atenciones. Solo detallan que 50 de sus Puntos Violeta se ubican en inmuebles oficiales como Bibliotecas, Centros Culturales, Deportivos o Cendis y los restantes siete en instalaciones de Cinemex, gracias a un convenio de colaboración que incluye el compromiso de proyectar un cineminuto previo en cada función.
Falta de capacitación
Las especialistas consultadas insisten en que parte de crear un espacio seguro es tener personal capacitado.
El 28 de febrero de 2022, en rueda de prensa sobre su lanzamiento, Alessandra Rojo de la Vega, la entonces titular de la Dirección de Desarrollo Social de la alcaldía Miguel Hidalgo, presumió que alrededor de 150 servidores públicos y voluntarios se capacitaron con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México para poder ayudar a las mujeres en los Puntos Violeta.
“Contamos con personal en estos puntos que ya fueron capacitados por derechos humanos para poder atender a las mujeres que acudan a los puntos en emergencia, más de 150 personas se capacitaron con derechos humanos, y también sirve de atención, de emergencia, y de resguardo para todas las mujeres”, dijo.
A la defensoría se le preguntó sobre el tiempo de capacitación y en qué consistía, pero no se obtuvo respuesta. En cambio, otros trabajos periodísticos documentaron que trabajadores de locales con la insignia de Puntos Violeta denunciaron la falta de capacitación para saber qué hacer.
“Esta capacitación no solo debe considerar las horas que consideran un taller, sino las políticas de trato y un protocolo redactado con perspectiva de género”, explicó Collado.
“El punto de partida para que otras personas hagan una labor para poner a salvo a una mujer, y para que esas personas puedan cumplir esa labor, es que necesitan una capacitación, una preparación, un conocimiento sobre lo que es la violencia y, sobre todo, necesitan estar libres de prejuicios y de machismo, y sabemos que eso en México, pues es complicado. Nos está hablando como de toda una cultura arraigada y como de toda una estructura de poder que a veces con una capacitación no es suficiente”, agregó.
El PAN acusa “politización”
La promoción de Puntos Violetas se ha hecho por parte de Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Benito Juárez, algunas de las alcaldías de la alianza Va por México (PAN-PRI-PRD) que conforman el bloque de oposición frente al gobierno morenista de la capital.
Durante el lanzamiento de Puntos Violeta en Miguel Hidalgo, en el que estuvieron presentes alcaldesas y directoras de otras alcaldías, así como la diputada de la CDMX Luisa Gutiérrez Ureña y la senadora Xóchitl Gálvez, Rojo de la Vega aseguró que en la segunda fase de la estrategia buscarían que esta se replicara en otras alcaldías, aunque no se ha detallado las siguientes sedes del programa.
En enero de este 2023, las tres alcaldías exhortaron a través de comunicados a que cesaran presuntos ataques y la politización en contra de los Puntos Violeta. “Se hace un llamado al Gobierno de la Ciudad a no politizar el tema y aportar a este programa impulsado por los gobiernos de oposición”, llamaron, luego de que la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, dijo durante un evento “no conozco especialmente el tema de los Puntos Violeta, pero hay temas que se hacen político-demagógicos”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: SIBONEY FLORES, BRENDA TORRES.
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