La audiencia intermedia estaba programada para este 24 de abril, a las 09:30 horas, con la presentación de pruebas y testigos previos al juicio oral en contra del exgobernador César Duarte.
César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua acusado de desviar recursos públicos, fue trasladado la madrugada del domingo 23 de abril a la clínica privada por problemas de insuficiencia cardiaca y presión arterial alta, es decir, antes de la audiencia intermedia que tiene programada para hoy.
Este lunes 24 de abril, a las 09:30 horas, estaba previsto que se realizara la audiencia intermedia con la presentación de pruebas y testigos previos al juicio oral.
La audiencia estaba prevista para principios de este mes, pero fue pospuesta por segunda vez a petición de la Fiscalía General del Estado. Esta decisión se debió a que la defensa entregó las pruebas en un dispositivo de almacenamiento USB con 160 archivos digitales, de los cuales la mitad no se pudieron abrir.
Duarte Jáquez habría tenido la presión arterial en 180, es decir, una crisis hipertensiva, además de náuseas, vómito y un fuerte dolor en el pecho, según los reportes, por lo que personal médico del Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) número 1, ubicado en el municipio de Aquiles Serdán, Chihuahua, autorizó y realizó su traslado.
El pasado 26 de junio, el exgobernador había sido trasladado a un hospital para ser operado por una hernia inguinal; además, en la anterior audiencia intermedia, la defensa presentó el testimonio del cardiólogo clínico Mario Alberto Valles Terrazas, con consultorio en el hospital Star Médica, declaró que su paciente padece de hipertensión arterial, y según dijo se trata de “una enfermedad común que se puede controlar con buena alimentación, activación física, la medicación pertinente (que si se le administra) y monitoreo médico constante”.
Actualmente, César Duarte se encuentra vinculado a proceso penal por los delitos de peculado y asociación delictuosa, bajo la medida cautelar de prisión preventiva. El exmandatario es acusado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua de desviar 96 millones 665 mil pesos del erario que fueron destinados a causas particulares, en complicidad con funcionarios de su Gobierno entre 2011 y 2014.
El dinero supuestamente desviado por el exmandatario de Chihuahua fue destinado a negocios particulares, compra de bienes inmuebles, pago de servicios no prestados, entre otros, como la Unión Ganadera División del Norte o de la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (SOFOM) Financiera División del Norte, empresas fuertemente ligadas al exgobernador.
El exgobernador de Chihuahua fue extraditado de Estados Unidos a México el pasado 2 de junio. Duarte gobernó Chihuahua, estado vecino de Texas, de 2010 a 2016 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Al acabar su mandato, se trasladó a vivir a Estados Unidos y fue detenido en Miami en 2020 gracias a una orden de captura con fines de extradición emitida un año antes.
La Fiscalía estadounidense que estudió el caso en Miami, donde Duarte permaneció detenido casi dos años, focalizó su atención en una serie de testigos reservados que trabajaban en el gobierno de Chihuahua y han asegurado que Duarte les ordenaba desviar fondos públicos para fines personales, como pagar impuestos y tarjetas de crédito.
AUTOR: REDACCIÓN.
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