miércoles, 12 de abril de 2023

FBI y DEA desmantelan en San Diego, organización de lavado de dinero del Cártel de Sinaloa

Una investigación realizada durante dos años por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) -ambas agencias del Departamento de Justicia de Estados Unidos-, resultó en la acusación de doce personas.

Así como el desmantelamiento de una organización criminal transnacional que presuntamente lavó al menos 16.5 millones de dólares para el Cártel de Sinaloa, además del rescate de dos víctimas de un complot de extorsión.

Según lo informó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego, en un comunicado, el acusado Cristian Amaya Nava fue el primero en ser sentenciado, el 10 de abril de 2023, en un tribunal federal, a 60 meses de prisión por los cargos de extorsión y lavado de dinero.

En su acuerdo de culpabilidad, Amaya Nava admitió que en febrero de 2021 obligó a dos víctimas a retirar fondos de sus propias cuentas bancarias, para pagar una deuda de drogas, bajo amenaza de daño para ellos y sus familias. Además, admitió que lavó más de 2.4 millones de dólares para el Cártel de Sinaloa y que recibía órdenes de Enrique Daan Esparragoza Rosas, originario de Culiacán.

“Según la acusación formal, se inició una investigación en el otoño de 2020, luego de que agentes del FBI identificaran una compleja organización de lavado de dinero presuntamente dirigida por Enrique Daan Esparragoza Rosas, de Culiacán, Sinaloa, México”, indicó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.

“La acusación dice que la organización de Esparragoza usó una red de compañías ficticias incorporadas en Wyoming, para lavar millones de dólares en efectivo pertenecientes al Cártel de Sinaloa. Luis Ramírez, un ciudadano estadounidense que reside en Mesa, Arizona, creó y supervisó las compañías ficticias y una red financiera sofisticada, según la acusación formal”, agregó el comunicado.

“Ramírez y Esparragoza presuntamente dirigieron y facilitaron que los empleados de la organización de lavado de dinero viajaran a ciudades de los Estados Unidos para recoger grandes cantidades de efectivo pertenecientes a narcotraficantes. Los empleados recogieron la mayor parte del efectivo en Chicago, Omaha, Boston, la ciudad de Nueva York, Baltimore, Charlotte, Filadelfia y otras ciudades”, detalló.

“Los narcotraficantes entregaron grandes sumas de dinero en efectivo en cantidades de hasta $200,000 a los empleados en habitaciones de hotel y estacionamientos. Luego de la entrega del dinero ilegal, la organización criminal blanqueó los fondos a través de empresas ficticias y luego transfirió los fondos lavados a cuentas bancarias en México”, indicó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.

“Según la acusación, los fondos lavados por la organización se usaron para comprar un camión con remolque Volvo, que los agentes del FBI incautaron cerca de Las Vegas; y aeronaves y motores de aeronaves para exportar a México, entre otras cosas”, abundó el comunicado.

“En el complot de extorsión, los esfuerzos del FBI resultaron en un rescate exitoso de dos víctimas que estaban siendo extorsionadas por la organización de lavado de dinero en febrero de 2021. Antes de la extorsión, una de las víctimas, un empleado de la organización de lavado de dinero, comenzó a robar dinero ilícito, de fondos de una cuenta bancaria que él controlaba para la organización”, afirmó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.

No obstante, “bajo la presión” del Cártel de Sinaloa para que devolviera los fondos robados, la víctima y su familiar idearon un plan fallido para pagar la deuda, que resultó en hurtar 30 mil dólares adicionales de la organización de lavado de dinero, para comprar una máquina de tortillas, con la intención de revenderla para obtener una ganancia.

“La pareja tenía una deuda sustancial con la organización de lavado de dinero. Según la acusación, cuando Esparragoza y Ramírez se enteraron del robo, conspiraron para amenazar y extorsionar a la pareja para que devolvieran los fondos. Esparragoza envió a la acusada Amaya Nava a amenazar a los hombres y sus familias. Amaya Nava admitió que llevó a los dos hombres por los condados de Imperial y San Diego para recolectar dinero de las cuentas bancarias que controlaban”, enfatizó el comunicado.

“Según las admisiones en el acuerdo de culpabilidad de Amaya Nava, Esparragoza también amenazó directamente a los hombres y sus familias durante varias conversaciones telefónicas ese día, diciéndoles que dos camiones llenos de hombres de Tijuana [Baja California] ‘se encargarían de ellos’ si hacían algo estúpido”, agregó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.

“El FBI se enteró de la extorsión en curso luego de ser alertado por un informante y comenzó a rastrear a las víctimas y los movimientos de Amaya Nava. Amaya Nava condujo con los hombres desde El Centro hasta San Diego, en un esfuerzo por recolectar dinero adicional de un socio de una de las víctimas. Agentes del FBI se coordinaron con el Departamento de Policía de National City para realizar una parada de tráfico, en la que arrestaron a Amaya Nava y rescataron a las dos víctimas”, abundó el comunicado.

“A la fecha la investigación ha resultado en la detención de Amaya Nava y Luis Ramírez, quienes fueron acusados ​​de extorsión y lavado de dinero […] Enrique Daan Esparragoza Rosas ha sido imputado por los delitos de blanqueo de capitales y extorsión”, pero se encuentra prófugo, enfatizó la Oficina de Randy S. Grossman, Fiscal del Distrito Sur de California, con sede en San Diego.

FUENTE: SEMANARIO ZETA.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.

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