Nunca en la historia del derecho laboral mexicano había ocurrido que en plena huelga el gobierno federal se tratará de extinguir a sí mismo. En la mañanera, como si fuera la corte de los milagros, se anunció la desaparición de la agencia Notimex, acusada de violentar derechos humanos y laborales. Como si la paraestatal y el gobierno fueran diferentes.
La única justificación fue decir que hay mañanera y por eso desaparece Notimex. ¿Qué ocurre con la huelga motivada por la violación a los derechos de los trabajadores? Si la agencia noticiosa desaparece, el gobierno debe asumir las responsabilidades que procedan, incluido el reponer en sus trabajos a los huelguistas. Si es la mañanera el patrón sustituto, allí deben ser repuestos en su trabajo también.
El artículo 469 de la Ley Federal del Trabajo prevé cuatro supuestos de cómo puede terminarse una huelga: 1) Por acuerdo entre las partes 2) Por allanamiento del patrón 3) Por la decisión de un árbitro independiente y 4) Por sentencia de la autoridad laboral. No se prevé la supuesta extinción del patrón como causal de terminación, por ser ésta un derecho constitucional que está por encima de cualquier decisión presidencial.
Es como si el encargado de la cárcel dejará abierta la puerta del ladrón para que éste escape y luego se hiciera el desentendido. El gobierno federal que ha solapado a Sanjuana Martínez haber incumplido con sus obligaciones de patrona inmediata, ahora pretende desconocer los derechos de los trabajadores.
¿Por qué desaparecer una agencia gubernamental a la que en plena huelga continuó dotando de recursos de forma ilegal para seguir funcionando?
¿Ante quién va a rendir cuentas la señora Sanjuana del dinero entregado de manera ilegal? El presupuesto asignado desde el inicio de la huelga asciende a 904 millones 792 mil 779 pesos, que no es una cantidad menor. No puede darse el trato de capital propio de la aún directora, son recursos públicos de los que debe responder. Cualquiera que haya sido su destino ha cometido falta no solo de quién lo ha ejercido sino también quién lo ha dotado.
La huelga es un derecho constitucional y el primero que lo debe respetar es el propio gobierno. No se puede justificar dotar y ejercer presupuesto durante una suspensión de labores declarada legalmente existente para hacer labor de esquirol.
Si se pretende extinguir esa paraestatal, el decreto debe indicar las responsabilidades de quién ha ejercido de manera indebida dinero público. No se pueden cerrar los ojos ante un hecho de enorme gravedad, como es el ejercer presupuesto en plena huelga.
Cuando un patrón privado pretende hacer funcionar sus actividades de manera paralela a la autoridad laboral, está obligada a respetar la huelga. En este caso la señora Sanjuana se ha burlado de un derecho esencial previsto en la propia Constitución y el gobierno federal se hace el desentendido.
La Constitución, aunque muchos quisieran lo contrario, no es un texto inerte, desactualizado o distante del reconocimiento y protección de los derechos humanos y laborales.
Omitir lo previsto en la Constitución no es una potestad discrecional del gobierno federal ni de la señora Sanjuana. El poder no puede ser usado en forma abusiva o desproporcionada, que supere los límites constitucionales hasta el punto de olvidar su existencia.
No puede comprenderse el hablar de que estamos mejor, cuando no se respeta la Constitución, y con ello, ni los derechos humanos ni laborales; tampoco importa la Ley Federal del Trabajo, ni los principios que tutela. Esta incoherencia del anuncio de la desaparición de la agencia Notimex en la mañanera, demuestra claramente el uso del poder material sin control y se extralimita, sin importar el costo de la lucha de los trabajadores a través de la huelga.
Ahora se insinúa que con dinero taparán todos los daños generados a los trabajadores. Quieren decir: Aquí no ha pasado nada. Las violaciones laborales se borran con depósitos bancarios. Lamentable noticia para un gobierno que ha presumido respetar derechos, pero que en los hechos se contradice. La de Notimex una huelga rota intencionalmente.
FUENTE: LA SILLA ROTA.
AUTOR: MANUEL FUENTES.
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