El pasado 12 de mayo, autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuraron la mina, luego de realizar una inspección y constatar que no contaba con la autorización para la extracción de piedra basáltica que ya se realizaba.
La demanda de los habitantes de las localidades es la clausura definitiva, pues afirmaron que es un proyecto ilegal, con “permisos caducos” de hace 30 años, y que generaría graves impactos ambientales, según explicó la investigadora y vecina Zaira Domínguez a medios locales.
De acuerdo a la especialista, el proyecto consiste en extraer material pétreo de un peñón del predio Las Lajas, que se encuentra a 30 metros del río del mismo nombre y de la cascada Bola de Oro. Esto podría contaminar el agua del manantial que afectaría a 4 mil 500 personas de Consolapa, San Jacinto Benito Juárez, barrio de San Miguel, Prolongación Altamirano, Tuzamapan y Bella Esperanza.
Los manifestantes señalaron que ya se ha removido vegetación y tierra en el lugar y se ha lanzado al río, esto fue denunciado al ayuntamiento desde hace 3 semanas, sin embargo no ha actuado “no sabemos si por omisión o complicidad”, denunciaron.
Por ello pidieron a las autoridades ambientales darle seguimiento a la denuncia. A su vez, pidieron que la Comisión Nacional del Agua envíe a técnicos para evaluar la contaminación del río Sochiapa por las afectaciones mineras.
Señalaron que un proyecto de estas características no tiene cabida en el lugar, ya que es zona para reserva, aprovechamiento forestal y actividades agrícolas.
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