Este jueves 18 de mayo se esperaba que se dictara la sentencia en contra de Mario Marin por las acusaciones de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.
En redes sociales, Cacho informó que se continuará con el juicio y que el exmandatario estatal no fue exonerado.
Este jueves 18 de mayo se esperaba que se dictara la sentencia contra Marín Torres por las acusaciones de tortura contra Lydia Cacho en 2005.
No obstante, la falta de una firma electrónica de la secretaría del juzgado correspondiente orilló a que se repusiera el proceso, por lo que los magistrados no analizarán la sentencia y los actos reclamados de la parte quejosa (exgobernador Mario Marín) hasta que se lleve a cabo la reposición solicitada.
La periodista fue detenida ilegalmente en diciembre de 2005 tras la publicación del libro “Los demonios del Edén” en el que reveló una red de pornografía infantil y lavado de dinero en la que participaban empresarios como el textilero Kamel Nacif y exfuncionarios.
Mario Marín Torres, siendo gobernador de Puebla, para apoyar al textilero, envió una patrulla de Puebla para trasladar a la periodista desde Cancún, y acusarla por presuntos daños morales, mientras Cacho era torturada.
Fue a partir de la filtración de una grabación telefónica en donde se conoció de la complicidad entre el exgobernador y el empresario para violentar a la periodista.
Ratificaron prisión preventiva a Mario Marín por ‘riesgo de fuga’
En febrero pasado, la Fiscalía General de la República (FGR) ratificó la prisión preventiva contra el exgobernador acusado de tortura contra la periodista.
Marín, también conocido como el “gober precioso” solicitó a una jueza en Quintana Roo, seguir su proceso en libertad y se le impusieran nuevas medidas cautelares, como residir en un único lugar y acudir a firmar de forma periódica para garantizar su proceso penal.
Sin embargo, la jueza determinó que “el imputado representa un riesgo para la víctima y testigos”, así como que “existe un riesgo fundado de fuga”.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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