“La violencia colonial, la violencia capitalista, la violencia paramilitar y la violencia militar se han combinado ahora con la violencia del crimen organizado. Es decir, como si no hubiera suficientes problemas, ahora llega la violencia del crimen organizado”, señaló en una entrevista con SinEmbargo el sociólogo Raúl Romero, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La disputa del crimen organizado por distintos tipos de mercados ha llegado ya hasta San Cristóbal, Tapachula y prácticamente todo Chiapas está en esa disputa entre varios cárteles, pero dos de ellos ya están disputando directamente el control del territorio: el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación”, detalló Romero.
“Sabemos que ahora no sólo se trata del trasiego de drogas o del cultivo, sino que también está relacionado con el tráfico de personas, el tráfico de mujeres, la extorsión y otros negocios de diversos tipos. Estos negocios están relacionados incluso con el control de tortillerías, el control de pollerías y prácticamente con todos los aspectos de la vida cotidiana”, añadió.
“Todas esas violencias se combinan hoy en Chiapas y hacen que las poblaciones, hartas de todas estas atrocidades que viven, como desapariciones forzadas, feminicidios, desplazamientos forzados, secuestros y ejecuciones en masacres, se vean tentadas o sientan la necesidad de organizarse y responder de alguna forma. Y eso también es lo que estamos presenciando: el surgimiento de grupos de autodefensa, que se suman a todos estos grupos armados (militares, Guardia Nacional, paramilitares, narcoparamilitares; también hay que mencionar la combinación entre paramilitarismo y crimen organizado que se está dando) y que hoy ponen a Chiapas al borde de una guerra civil”, sentenció.
“Desde 2021, el EZLN hizo este diagnóstico y nos señaló precisamente la combinación de todos estos grupos: paramilitares, narco paramilitares, Ejército, Guardia Nacional y grupos del crimen organizado. Las autodefensas también entran en juego, lo que está llevando a la población a no poder soportar más este clima de violencia. La población civil, es decir, los pueblos y las organizaciones comunitarias, se ven en la necesidad de revivir sus antiguas estructuras de policías y guardias comunitarias. Ante la inoperancia y permisividad del Estado, muchos de estos grupos, acostumbrados a defender sus territorios, podrían decidir responder nuevamente de esta manera, es decir, mediante sus propias policías o guardias y estructuras comunitarias, para protegerse de los ataques del crimen organizado”, dijo.
Así alardean presuntos integrantes del #CJNG en #FronteraComalapa #Chiapas quienes desde hace casi dos años se disputan el control de ese territorio fronterizo con células del Cártel de Sinaloa. La narco violencia ha dejado decenas de muertos, desaparecidos, desplazados forzados… pic.twitter.com/zL3wAdWDn6
— Isaín Mandujano (@isain) May 28, 2023
Se enfrentan militares con pobladores en Comalapa
— *(M)(A)(T)(A)(D)(O)(R)* (@Matador08640286) May 30, 2023
Habitantes niegan el ingreso de fuerzas castrenses al ejido Joaquín Miguel Gutiérrez de Frontera Comalapa, realizan quemas y repelen patrullaje a pedradas. pic.twitter.com/70aascenje
“El municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, vive una profunda crisis derivada de la espiral de violencia que se ha vivido en esta región y que se ha intensificado en los últimos días, vulnerando el derecho a la vida e integridad personal de comunidades y pueblos, debido a la disputa territorial de grupos armados pertenecientes a la delincuencia bajo el auspicio y observancia de los gobiernos municipal, estatal y federal”, detalla un comunicado difundido.
“Los conflictos por el control territorial entre diferentes grupos del crimen organizado en la Región Frontera de Chiapas han traído consecuencias devastadoras para sus habitantes como robos, extorsiones, levantamiento de puestos de comercio y despojo de otros medios de vida, secuestros, desapariciones forzadas, reclutamiento forzado, amenazas de muerte, desplazamiento forzado, feminicidios y asesinatos. Estas agresiones se han convertido ahora en parte de su cotidianidad, viviendo el terror como mecanismo de control de la población y de sus territorios por parte de estos grupos delictivos”, alertó la red de colectivos desde el mes pasado.
“En estas situaciones de violencia extrema, niñas, niños y adolescentes están expuestos a perder la vida y sufrir daños irreparables en su salud, integridad, vivienda y patrimonio. El temor y el desplazamiento les impiden regresar a las escuelas, y la falta de actuación de las instituciones para prevenir y atender estas situaciones los coloca en riesgo de ser utilizados por grupos criminales”, pronunció la organización.
Pobladores de Frontera Comalapa, Chiapas se enfrentan con elementos de la Guardia Nacional, Ejército y SSPC...
— J́j́ Sᴏʟɪ́sʜᴇʀ 🇲🇽 (@jjsolisher) May 30, 2023
Cabe resaltar que los pobladore son obligados por el crimen organizado a mantener bloqueados los principales puntos de acceso.pic.twitter.com/2WvQH3bQnd
“En Chiapas nos encontramos en medio de una diversificación y opacidad de grupos armados que utilizan la violencia para el control social, político, económico y territorial, marcada por la continuidad de una estrategia contrainsurgente; así como una impunidad fomentada por actores estatales que contribuye al despojo, explotación y marginación social. El aumento de esta violencia ha dejado graves violaciones a los derechos humanos, entre las que destacan situaciones de desplazamiento forzado masivo e intermitente, desapariciones, despojo de tierras, asesinatos, tortura, entre otros”, explica el informe del Frayba.
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