A 10 días de que la Fiscalía de Jalisco confirmó que los restos localizados en 50 bolsas que fueron arrojadas al fondo de un barranco de la colonia Mirador Escondido son de los trabajadores, y tras 16 horas de trámites que comenzaron el jueves 15, las hermanas de Arturo Robles Corona salieron de las instalaciones del IJCF.
Las mujeres se dirigieron con los trabajadores del servicio funerario Lucentino para darles instrucciones.
Al preguntarle a Beatriz, hermana de Arturo sobre la larga espera, solo comentó que esperaron las horas necesarias y que “lo logramos”.
El pasado 6 de junio, los familiares de los ocho trabajadores del call center presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco para pedir que se agilice la entrega de los restos.
El jueves por la madrugada, el IJCF entregó el primer cuerpo, el de Mayra Karina Velázquez Duran, quien ya fue sepultada en el panteón Jardín.
El coordinador general de Seguridad, Ricardo Sánchez Berumen, dijo que tras confirmarse con confronta genética que se trataba de los ocho jóvenes del call center, se mantuvo contacto con las familias para entregar los restos, “según se emitan los dictámenes correspondientes, sean validados por el ministerio público y por el instituto”.
Aún faltan de entregar los restos de seis trabajadores, entre ellos: los hermanos Carlos e Itzel Valladolid, Jesús Alfredo Salazar, Carlos García y Jorge Miguel Moreno.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA REZA M.
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