La cobertura de vacunación para niños, niñas y adolescentes en México estuvo por debajo del nivel de cobertura útil de 95% en 2022, de acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022 Continua. Los niveles más altos –sin llegar a la meta– se alcanzaron en el caso de la vacuna contra el neumococo y la antirrotavirus (RV).
En tanto, se redujo significativamente la cobertura de la primera dosis de triple viral (SRP) respecto a 2021, pues pasó de 72.6 a 61.8%, mientras que la cobertura de la vacuna con bacilo de Calmette y Guérin registró una reducción no significativa pero se quedó en el 78.5%, y la antihepatitis B tuvo un incremento no significativo, de acuerdo con el documento de análisis de los resultados de la Ensanut realizado por especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública.
En suma, solo el 26.6% de las y los niños en los hogares encuestados alcanzaron un esquema completo a los dos años de edad, mientras que en 2021 ese porcentaje fue de 31.1%. En tanto, el 42.6% tuvieron el esquema completo al año de edad, a diferencia del 27.5% que se registró en 2021. En específico, los niveles de cobertura de la vacuna triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis pasaron de 46.1% en 2018 a 52.6% en 2021 y solo 31.2% en 2022.
Entre 2019 y 2022, el esquema completo de vacunación para infancias y adolescencias debe incluir la vacuna con bacilo de Calmette y Guérin (BCG), antihepatitis B (HB), pentavalente acelular (difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis y enfermedades como neumonía y meningitis), hexavalente acelular (difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis), antirrotavirus (RV), antineumicócica conjugada (PCV), triple viral (sarampión, rubeola y paperas), contra difteria, tosferina y tétanos (DPT), antiinfluenza estacional, antipoliomelitis oral, contra virus del papiloma humano (VPH), doble viral (sarampión y rubeola), toxoide tetánico y diftérico (Td) y contra tétanos, difteria y pertussis acelular (Tdpa).
En el caso de los niños entre 5 y 6 años de edad, en el 47.2% de los hogares donde se aplicó la Ensanut –10 mil 160, que representan estadísticamente a más de 36.5 millones de personas– se acreditó la vacunación mediante un documento probatorio; el 43.4%, en cambio, no lo mostró durante la visita pese a que dijo tenerlo. La cobertura más alta para esta edad fue la primera dosis de triple viral, seguida del primer refuerzo de DPT, sin embargo, no representó una diferencia significativa respecto a los años previos.
Respecto a la cobertura para adolescentes de 10 a 19 años de edad, el análisis señala que de 3 mil 509 encuestados –que representan a poco más de 22 millones–, únicamente el 9.8% mostró una cartilla de salud o documento probatorio de sus vacunas recibidas. Dado ese bajo porcentaje, se documentó el estado de vacunación en este grupo de edad a partir del autorreporte, del que se concluyó que al menos una tercera parte fueron vacunados contra la hepatitis, toxoide tetánico y diftérico, y doble viral.
Sin embargo, solo el 43.7% de las adolescentes refirieron haber recibido una dosis de vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). “La proporción estimada de mujeres vacunadas aumentó significativamente con la edad; es así que, entre las niñas de 10 años de edad, 14.8% refirió haber sido vacunadas, en tanto que en las de 15 años en adelante, 69.1% recibió la vacuna”, describe el documento. En tanto, la cobertura fue mayor en áreas urbanas, así como en la región CDMX/Edomex.
El análisis precisa que las coberturas por debajo de los indicadores de vacunación estaban vigentes antes de la pandemia, y entre las causas que han llevado a la disminución de coberturas cita fallas en los servicios de atención primaria, disminución en la demanda, abasto insuficiente, situaciones financieras adversas, problemas regulatorios, fallas en gobernanza y mecanismos de transparencia, así como incumplimiento de los procesos regulatorios o falta de armonización de la política de regulación nacional con la internacional.
11% de la población sigue rechazando la vacunación contra COVID
Para el último trimestre de 2022, el número de personas que había recibido la vacuna contra covid-19 en México terminó muy correlacionado con los grupos de edad, es decir, las personas mayores son quienes, en general, cuentan con mayor número de dosis, incluyendo a aquellos –poco más de la mitad– que reportaron tres dosis y más. En tanto, en los niños existe una menor cobertura.
Sin embargo, un 11.2% de la población global –mayormente jóvenes y menores de edad– reportó barrera o rechazo a la vacunación contra covid-19. Entre las razones que dieron es que el sitio de vacunación estaba lejos, la fila era larga, no lo dejaron acudir o contaba con una discapacidad. El rechazo, en tanto, está relacionado con la incertidumbre sobre la efectividad de las vacunas y sus efectos adversos. Este es un patrón que se ha repetido en las Ensanut presentadas durante la pandemia.
Por otro lado, la prevalencia de vacunación de al menos una dosis en la población mexicana aumentó de 73.8 a cerca del 80% durante el 2022. Aunque una proporción importante de la población más vulnerable cuenta con refuerzos, 39% de quienes tienen 60 años y más aún no había recibido una tercera dosis de refuerzo.
Respecto a la seroprevalencia –el porcentaje de personas que se han visto afectadas por un determinado agente infeccioso y han generado anticuerpos en su organismo tras el contagio–, la prevalencia de anticuerpos anti-N –relativos a infección natural– fue mayor de 90% (pasó de 57.9 a 94.4%) en todos los grupos de edad a excepción de las personas mayores, mientras que la de anticuerpos anti-S –relativos a la suma de vacunación e infección natural– pasó de 74.7 a 98.1%, independientemente de la dosis y tipo de vacuna aplicada.
“Se sugiere, además, que más del 90% de la población ha tenido infección natural y esto se ha reforzado por la cobertura de vacunación, que es bastante alta y que potencia el ver este tipo de anticuerpos, haciendo la aclaración que el medir anticuerpos totales no habla de protección, y también haciendo la aclaración que hasta este momento ninguna de las vacunas que existe va a proteger contra todo tipo de infección; el mayor beneficio es proteger contra formas graves y disminuir la posibilidad de defunciones”, explicó Celia Alpuche, especialista del Instituto Nacional de Salud Pública.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.
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