El retraso en la llegada del primer vehículo del Tren Maya a las cocheras de Cancún expone el panorama en el que se encuentran las labores iniciadas hace más de un año: su avance no llega ni a 30% en todos los tramos de vía de reciente apertura entre la selva de esta entidad.
El lento avance de las obras del Tren Maya en Quintana Roo perfila para diciembre su inauguración a medias –como ocurrió con la refinería Dos Bocas, en Tabasco, y el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, en el Estado de México–, mes en el que debería quedar listo, de acuerdo con los planes del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, el mandatario admitió en su conferencia mañanera del 4 de julio que no se cumplirá con la fecha de arribo del primer vagón, prevista para el próximo sábado 8, día en que programó una visita de supervisión de las obras y esperaba ver la llegada de la unidad.
Más allá de las suspensiones por demandas de amparo que el gobierno federal se ha encargado de eludir por diversas rutas, el proyecto ferroviario ha encontrado la resistencia natural de la geografía quintanarroense, por el clima extremo y un relieve irregular con incuantificables cavernas que yacen debajo de las obras donde ya han ocurrido hundimientos.
Pese a ello, la promesa de inaugurar el Tren Maya en diciembre continúa por parte de los servidores públicos federales y los representantes de las empresas que ejecutan las labores.
La mayor parte del proyecto en Quintana Roo y un tramo menor en Campeche está a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que tiene bajo su responsabilidad 553.6 kilómetros de tendido de vía; 89% de la obra correspondiente a los tramos 5 Norte, 6 y 7.
El último informe de la Sedena, del 19 de junio último en la conferencia matutina del presidente, deja entrever el panorama de la megaobra: el general Gustavo Vallejo Suárez, comandante del Agrupamiento de Ingenieros Felipe Ángeles, informó de un progreso de apenas 20% en el tramo 5 Norte, que parte de Cancún a Playa del Carmen, con una longitud de 43.3 kilómetros.
En el tramo 6, de 255.8 kilómetros, que corre de Tulum a Chetumal, el desarrollo es de 24%. Mientras que del tramo 7, que va de Chetumal a Escárcega, con 254.5 kilómetros de longitud, el avance es de 25 por ciento.
A ello se suma lo que ocurre en el tramo 5 Sur de Playa del Carmen a Tulum, el segmento más polémico del Tren Maya. Ahí son tres empresas privadas las que se encuentran a cargo de los trabajos sobre una longitud de 67.7 kilómetros.
Sólo se ha dado a conocer el avance de Playa del Carmen a Puerto Aventuras, un aproximado de 22 kilómetros, con un progreso de obra de apenas 20.3%. Este segmento será elevado en 60%. La compañía encargada de la obra es Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), la cual ha dado a conocer que el viaducto tiene un avance de 13.4%, estructuras con la que pretenden proteger cenotes y cavernas ubicados justo debajo de la vía, plan que han rechazado los ambientalistas.
Respecto de la estación de Playa del Carmen, que busca conectar a la Riviera Maya, el adelanto es de 36%, de acuerdo con cifras oficiales.
En este contexto llegarán los primeros vagones del Tren Maya a las cocheras de Cancún, lo que se anunció que ocurriría el sábado 8 de julio. Sin embargo, la lentitud de su desplazamiento lo ha postergado.
Según lo dado a conocer por el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May Rodríguez, los ejercicios de prueba serán en agosto, pero no en los más llamativos tramos quintanarroenses, sino en el tramo 4, que parte de las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún a Mérida, que se construyó sobre derecho de vía constituido en anteriores sexenios presidenciales.
Sobre los avances del megaproyecto se consultó a Fernando Vázquez Rosas, vocero del Fonatur, quien aseguró que la obra federal será inaugurada y entregada terminada en diciembre.
Barrera natural
Si los ambientalistas no han podido frenar el Tren Maya con las múltiples demandas de amparo en las que señalan la violación del derecho a un medio ambiente sano por la destrucción de los recursos naturales, las condiciones del terreno han ralentizado los trabajos.
Proceso logró entrar a las obras del Tren Maya tramo 5 Sur, de Playa del Carmen a Tulum. En el punto donde se inició el desmonte en febrero de 2022 es posible observar a trabajadores que tienen que parar al mediodía ante el intenso calor, con sensaciones térmicas por arriba de los 50 grados centígrados.
La pasada onda cálida afectó aún más el avance y obligó a los obreros de ICA a tomar descansos y refugiarse debajo de las estructuras. Los desmayos de varios trabajadores han podido ser documentados en estos meses.
En el tramo 5 Sur el tendido de vía ferroviaria comenzó en marzo, pero hasta ahora no supera los dos kilómetros.
Sobre el número de accidentes y riesgos de trabajo se ha solicitado información vía transparencia a diversas dependencias que participan en el proyecto, incluido el Instituto Mexicano del Seguro Social, instancias que han respondido que no cuentan con la información solicitada.
Las labores en este tramo han sido frenadas por cavernas ubicadas justo en la línea de vía ferroviaria, como la cueva de las Tortugas, a unos 10 kilómetros al sur de Playa del Carmen; la cueva Garra de Jaguar, en las inmediaciones de los vestigios mayas recién hallados de Paamul 2; además de Manitas y Siete Balas, según registros del colectivo de ambientalistas Sélvame del Tren.
Guillermo DChristy, integrante del colectivo y consultor de agua, ha dado a conocer que más de una veintena de cuevas han sido rellenadas, además del emblemático caso de Dama Blanca, tema que llegó hasta la conferencia matutina del presidente, donde se negó el daño.
A la par, sobresalen casos como un socavón reportado en mayo pasado a la altura de Akumal, donde pasará la vía del Tren Maya. Debajo existe una caverna inundada de agua dulce. Las obras continuaron en el lugar, pese al socavón.
Se lavan las manos
En un nuevo capítulo de la lucha legal de los ambientalistas por la vía del amparo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) respondió –a una ciudadana– que no se encuentra obligada a verificar y sancionar el relleno de cuevas y cenotes en las obras del Tren Maya.
La dependencia federal contestó así en un informe a la demanda de amparo indirecto 773/2023, por medio del cual ganó la suspensión provisional para que la dependencia acuda a un punto del sur del municipio de Solidaridad a realizar sus funciones de inspección.
La quejosa por las obras, habitante de Playa del Carmen, presentó, con apoyo de la asociación civil Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), una denuncia popular ante la Profepa en marzo.
Pasaron los días y ante la falta de respuesta de la dependencia federal, la ciudadana decidió acudir a la protección de la justicia federal.
El 17 de mayo solicitó una demanda de amparo indirecto en el Juzgado Primero de Distrito de Mérida.
Finalmente, el 9 de junio último se le otorgó una suspensión provisional, de acuerdo con el expediente al que se tuvo acceso, la cual obliga a la Profepa a acudir al sitio para realizar sus funciones.
Además, otras autoridades como el Fonatur Tren Maya no deberán de rellenar, cuevas, cenotes y dolinas al ejecutar los trabajos del proyecto federal.
En este contexto, la Profepa buscó, mediante un recurso de queja que resolvió el Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa, de Yucatán, nulificar la suspensión provisional y evitar cumplir su facultad sancionadora sobre las obras del ferrocarril.
Este miércoles 5 dicho tribunal declaró infundado el recurso. Ahora esperan la audiencia incidental que decidirá la suspensión definitiva programada el próximo 15 de julio.
Para José Urbina Bravo, integrante de Sélvame del Tren, el gobierno federal trae prisa por inaugurar la obra en diciembre, sin importarle la devastación ambiental que ya se ejecuta.
“Cuando ellos dicen que en ninguna parte del mundo se está construyendo un tren a esa velocidad, debería de espantarte porque hay una razón por la cual países pioneros en trenes no lo hacen tan rápido, porque hay preocupación por el medio ambiente y por la seguridad”, explica José Urbina Bravo.
El entrevistado es quejoso también en una demanda de amparo que logró paralizar por dos meses el proyecto federal en el tramo 5 Sur durante el primer semestre del año pasado.
“No creo que vayan a terminar con su tendido, pero no creo que les importe, les importa sólo el eslogan político –denuncia Urbina Bravo–. La llegada de los vagones a Cancún es parte de la propaganda y seguimos en lo mismo, nuestro proyecto no es contra un transporte colectivo, sólo que se hiciera de manera correcta”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: OCTAVIO MARTÍNEZ.
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