El atentado dejó un saldo de seis personas muertas, de las cuales tres eran funcionarios de la Fiscalía, uno de la policía municipal y dos civiles, además de 12 heridos. Tras el ataque, el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro decretó la suspensión de la búsqueda de fosas clandestinas en el estado, donde se concentra el mayor número de fosas encontradas.
Por su parte, el Colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco lamentó “la manera en la que el gobernador de Jalisco revictimiza a los colectivos y colectivas en el estado” y que utilice “un ataque focalizado y dirigido hacia la autoridad” para “desvirtuar y atentar contra la búsqueda de personas desaparecidas”,
“Rogamos que a la brevedad posible se retomen los operativos de búsqueda y garanticen la seguridad y la vida de todos los jaliscienses, y no utilicen una tragedia para callar la voz de nuestros familiares ausentes”, señaló el Colectivo Luz de Esperanza.
El gobernador de Jalisco alegó que el atentado se trató de “una trampa” en la búsqueda de las fosas, por lo que decidió suspender los procesos. La llegada de los policías y funcionarios a Tlajomulco sucedió luego de que una madre buscadora reportó que recibió una pista anónima sobre la localización de una posible fosa clandestina con restos humanos.
Los colectivos de búsqueda lamentaron la decisión del gobernador de Jalisco, pues hasta el momento el rastreo de las fosas seguía un proceso similar, en el que las madres buscadoras y familiares se comunicaban con la Fiscalía tras recibir llamadas o mensajes anónimos sobre la probable ubicación de las fosas.
COMUNICADO:
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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