Allegados del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio, quien fue asesinado la noche de este miércoles en un ataque sicarial, atribuyeron la autoría del crimen al narcotraficante José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, principal aliado del Cártel de Sinaloa en Ecuador.
Familiares, amigos y colaboradores de Villavicencio dijeron a medios ecuatorianos que el fallecido candidato había sido amenazado por “Fito”, quien es el jefe de la banda Los Choneros, considerada por la policía y analistas de seguridad como el “brazo operativo” del Cártel de Sinaloa en Ecuador, país que se ha convertido en un importante centro de distribución internacional de cocaína procedente de Colombia.
“Fito”, quien según las autoridades maneja a Los Choneros desde una cárcel de la suroccidental Guayaquil, donde cumple varias sentencias, había sido señalado por el propio Villavicencio como el autor de amenazas de muerte en su contra.
Fernando Villavicencio, el candidato presidencial asesinado hoy en Quito, Ecuador.. ya había denunciado amenazas del Cártel de Sinaloa:
— Melissa Ⓜ️ (@Melissa_Bely) August 10, 2023
"El Cártel de Sinaloa, me refiero a alias Fito, en mi contra y en contra de mi equipo de campaña con una advertencia de que si sigo… pic.twitter.com/JiR5fxwPvb
El pasado lunes 31 de julio, en Guayaquil, Villavicencio dijo a periodistas que según un parte policial, “Fito”, a quien llamó “uno de los capos del Cártel de Sinaloa, atentaría en su contra y en contra de miembros de su equipo de campaña si seguía refiriéndose a él y a su estructura delictiva.
“Ellos atacarán en mi contra o atacarán contra mi vida”, dijo, y advirtió que no les tenía miedo.
En esa improvisada rueda de prensa, Villavicencio reiteró su propuesta de crear “una cárcel especial, de altísima seguridad” para trasladar a “Fito” y a otros capos del narcotráfico, sicarios y otros criminales, donde estarían “completamente aislados”.
El colaborador de campaña y amigo de Villavicencio, Carlos Figueroa, dijo a la televisora Ecuavisa que al candidato lo asesinaron “los narcopolíticos” ligados a Los Choneros, cuyo jefe, “Fito”, amenazó al político desde la cárcel.
El candidato, quien dio el salto a la política hace dos décadas tras ser líder sindical, periodista, dirigente del movimiento indígena Pachakutik y diputado, había centrado su campaña en el combate a la inseguridad que vive Ecuador, donde los homicidios se han incrementado en más de 300% en los últimos tres años.
Villavicencio, quien según los primeros reportes fue atacado por tres sicarios con disparos a la cabeza al subir a su vehículo tras presidir un mitin político, no sólo había denunciado a Los Choneros, sino también había asegurado que la policía, los jueces y la política, en especial el partido Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, estaban infiltrados por el narcotráfico.
“Yo no pacto con narcos, ni con Tiguerones (otra poderosa banda ecuatoriana), ni con Choneros, ni con Jalisco”, aseguró el pasado 31 de julio.
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso adelantó que se trata de un homicidio perpetrado por el crimen organizado. En su cuenta de Twitter, anunció que convocó a un Consejo de Ministros y afirmó:
“El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”.
Villavicencio aparecía en segundo lugar en varias encuestas de cara a los comicios presidenciales del próximo 20 de agosto, mientras que la candidata correísta de Revolución Ciudadana, Luisa González, encabezaba casi todos los sondeos.
El estallido de violencia es la principal preocupación social en Ecuador, donde cada una de las dos grandes bandas del país, Los Choneros y Los Tiguerones, se identifican con el Cártel de Sinaloa y con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), de manera respectiva.
El Cártel de Sinaloa fue la primera organización ilegal mexicana en irrumpir en Ecuador, donde a lo largo de las dos últimas décadas ha construido paso a paso un sofisticado entramado criminal-empresarial para distribuir cocaína colombiana a varios países del mundo.
En años recientes, también aterrizó en Ecuador el CJNG. Ambos grupos criminales le han dado forma a un corredor de la cocaína que comienza en el sur de la vecina Colombia, principal productor mundial de esa droga, y que conecta en el sur con Perú, el segundo productor de ese estupefaciente a nivel global.
En Ecuador, los dos mayores cárteles de México no libran una guerra implacable como la que protagonizan en México. Los que están enfrentados a muerte son los grupos ecuatorianos del narcotráfico que trabajan para ellos: Los Choneros, que comenzaron a operar para el Cártel de Sinaloa desde las épocas de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Los Tiguerones, que trabajan para la organización de “El Mencho”. Unos y otros reciben armas y pertrechos de guerra de sus socios mexicanos.
La guerra entre Los Choneros y Los Tiguerones, se expresa con especial crueldad en las cáceles, donde han muerto unos 500 reclusos en los últimos dos años, y en las calles de Guayaquil y la noroccidental Esmeraldas, donde se han producido atentados explosivos, desmembramientos y asesinatos de niños en medio de los enfrentamientos.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: RAFAEL CRODA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario