Chiapas –con 28.2 por ciento de la población en condiciones de pobreza extrema—, Guerrero y Oaxaca tienen los niveles con más población en situación de pobreza multidimensional. En contraste, Baja California, Baja California Sur y Nuevo León tienen menor porcentaje de personas en esta condición.
En 2022 unas 8.9 millones de personas dejaron de vivir en el umbral de pobreza, el cual pasó en 2020 de representar el 43.9 por ciento de la población a un 36.3 por ciento en 2022, informó este jueves José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), al dar a conocer los resultados de las estimaciones de pobreza 2022.
El dato dado a conocer hoy por Coneval era muy esperado por los especialistas y economistas, también por el sector público y las fuerzas políticas del país. Era una especie de prueba de fuego para los programas sociales lanzados por Andrés Manuel López Obrador, el primer Presidente de izquierda desde 1940, año en el que el General Lázaro Cárdenas dejó el poder. Las asignaciones de apoyos directos a la población más vulnerable fue rechazado por un amplio sector de derecha en México, que mantiene la idea de no apoyar a los pobres con el presupuesto público.
Cruz Marcelo dio a conocer en conferencia de prensa que las personas que vivían en condición de pobreza en 2020 ascendían a 55.7 millones de personas, una cifra que disminuyó el año pasado a 46.8 millones de personas, de esta última cifra 37.7 millones corresponden a la población en situación de pobreza moderada y 9.1 millones a quienes viven en situación de pobreza extrema.
En ese sentido, el Coneval recordó que una persona se encuentra en situación de pobreza cuando presenta una o más carencias sociales —en materia de educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación— y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades. En tanto, una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias sociales definidas anteriormente y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria.
El pasado 26 de julio, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar fue 11 por ciento mayor en comparación con 2020, pues el ingreso trimestral por hogar en México se elevó a 63 mil 695 pesos, esto es seis mil 325 pesos más o lo que es lo mismo, 11 por ciento más a diferencia del mismo periodo de hace dos años.
El Instituto aclaró que el ingreso de un hogar puede ser en dinero o especie y proviene de diversas fuentes, como el trabajo, programas gubernamentales, entre otras, y abarca dinero o productos en especie que se reciben de manera regular y que deben estar disponibles para la compra de bienes y servicios para el hogar.
El Coneval informó que Chiapas –con 28.2 por ciento de la población en condiciones de pobreza extrema—, Guerrero y Oaxaca tienen los niveles con más población en situación de pobreza multidimensional. En contraste, Baja California, Baja California Sur y Nuevo León tienen menor porcentaje de personas en esta condición.
Los datos presentados muestran que sin las transferencias de programas sociales, la estimación de pobreza y pobreza extrema sería mayor en el país.
El Consejo estimó que a nivel nacional, sin estos programas se calcularía 39 por ciento de población [50.3 millones] en pobreza, frente al 36.3 por ciento [46 millones de personas] que se estima en esta situación.
En cuanto a la pobreza extrema, hay 9.1 millones de personas (7.1 por ciento de la población), y el efecto sin los programas sociales sería de 11.5 millones personas (8.9 por ciento de la población), calculó el Coneval.
John Scott Andretta, consejero académico del Coneval, explicó que si bien se redujo la pobreza tanto moderada como extrema no bajó la pobreza multidimensional, y eso refleja que aumentaron las carencias para los pobres extremos.
“A pesar de que han aumentado significativamente los montos de las transferencias [de los programas sociales] ha cambiado las formas de distribuirlas y en efecto, la capacidad de llegar a los grupos más pobres entre los pobres se ha reducido”.
Dijo que ello significa una oportunidad doble en política públicas para atender la condición de pobreza extrema de la población: “Una es mejorar la capacidad en esos grupos muy muy pobres —por ejemplo, al mejorar las transferencias —, los más pobres entre los pobres, y por otro lado mejorar los servicios de salud”.
Reconoció que en la entrega de pensiones a adultos mayores —uno de los programas sociales impulsados por el Gobierno federal— “se aprecia una mejora bien improbable en las condiciones de la población de 65 años y más que no tienen seguridad social, pero que sí tiene esta pensión. Más o menos se ha reducido como 60 o a la mitad de la población que no tenía y también la pobreza por ingresos de esta población gracias a estos programas”.
Por su parte, el Consejero Guillermo Cejudo Ramírez dijo que se ha recuperado el ingreso de las personas, hay mayor acceso a la alimentación y un mayor porcentaje de personas con más de 65 años con acceso a seguridad social, pero hay una mayor proporción de personas sin acceso a servicios médicos y un alto porcentaje de trabajadores sin acceso a la seguridad social.
“Las intervenciones del Estado deben tener esta visión multidimensional, no sólo desde un programa, si no pensar en respuestas necesarias”, mencionó en conferencia.
El Coneval identificó tres áreas de oportunidad del Gobierno: trabajar en la progresividad de las transferencias públicas y los programas sociales, en particular asegurar la inclusión de personas en pobreza extrema con más atención a personas sin seguridad social y aquella con menores ingresos; además de avanzar en la mejora del sistema de salud.
Cejudo Ramírez habló de la importancia de “fortalecer los esfuerzos en la creación de empleos formales o transitar hacia un sistema de salud no contributivo integral y universal ya que hoy el mayor desafío es el
Y fortalecer el acceso a trabajos sociales, “hoy el acceso a seguridad social es el mayor desafío en términos de las carencias sociales”.
Los datos más recientes del Coneval difundidos está mañana muestran que el 39.1 por ciento de la población (50.4 millones) tienen carencias por acceso a servicios de salud, y la carencia que afecta a más personas a nivel nacional es la de seguridad social, pues la mitad de la población, 59.2 por ciento (64.7 millones) la reporta.
El Coneval también informó que un mayor porcentaje de mujeres en México vive en pobreza, al ser 36.9 por ciento de la población frente al 35.6 de los hombres.
Además, se estima que 65.2 por ciento de la población indígena vive en pobreza frente al 33.1 por ciento de personas que no lo son; mientras que en el ámbito rural 48.8 de personas viven esta situación, mientras que en el ámbito urbano es el 32.2 por ciento de la población.
AUTOR: MONTSERRAT ANTÚNEZ ESTRADA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario