Lorenzo Froylán de la Cruz fue visto por última vez el 1 de agosto pasado en el municipio de Coalcomán, Michoacán.
Según la cédula de búsqueda emitida por la Fiscalía General de Justicia de Michoacán (FGE), Froylán de la Cruz fue visto por última vez el 1 de agosto pasado en el municipio de Coalcomán, Michoacán, “desconociéndose desde ese momento su paradero, por lo que se teme por su integridad, ya que puede ser víctima de un delito”.
Entre sus características físicas, tiene una estatura de 1.70 metros, peso de 60 kilogramos, complexión delgada, piel morena clara, cara ovalada, frente mediana, ojos cafés, cejas pobladas y cabello lacio, corto y negro, en tanto que su vestimenta el día de su desaparición era camisa verde de manga larga, pantalón de mezclilla azul y botas de trabajo color café.
En tanto, la comunidad indígena de Santa María Ostula difundió la noche del lunes 7 un pronunciamiento mediante el cual informó que tres lugareños viajaron a la cabecera municipal de Coalcomán, dos de ellos en camioneta y el tercero, Froylán de la Cruz, en motocicleta.
A su retorno, este último fue detenido en un retén que, según la comunidad, habría sido colocado por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por lo que “los otros dos habitantes de Ostula al no saber nada de su compañero, regresaron a ver qué había sucedido y también fueron retenidos”.
Conforme al comunicado dado a conocer en la página de Facebook Comunicación Ostula, los tres jóvenes permanecieron varios días retenidos hasta que “al ser interrogados dos de ellos fueron liberados y sólo el que es miembro de la Guardia Comunal, Lorenzo Froylán, quedó retenido por el CJNG hasta este momento”.
Ante esta situación, las autoridades comunales de Ostula anunciaron la presentación de la denuncia correspondiente y dijeron esperar “que las autoridades de seguridad estatales cumplan con su trabajo e investiguen el paradero de nuestro guardia, así como garanticen su liberación”.
Hicieron notar que los hechos ocurrieron a pesar de que en la región existen diversas instalaciones de cuerpos castrenses, como el cuartel del 65 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano y un cuartel de la Guardia Nacional.
El pronunciamiento señaló: “Nuestra comunidad se encuentra organizada y unida para enfrentar estos ataques, tenemos a nuestra Guardia Comunal y a nuestras instituciones; estamos acompañando a las familias de nuestros compañeros liberados y a la de nuestro guardia retenido”.
Las autoridades comunales recordaron que esta desaparición forzada se suma a una serie de actos de violencia sufridos desde hace varios años hasta el presente no sólo por esa comunidad, sino otras de la región, y relacionaron esta situación con la actividad minera de extracción de hierro que existe en esa zona.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO ZAMORA BRISEÑO.
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