En la capital, luego de una manifestación el lunes 24 de julio afuera de las instalaciones del desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Emmanuel dedicó el resto de la semana a entregar oficios a diversas autoridades federales para que informen realmente qué equipos han sido solicitados por el gobierno de Baja California para el hospital oncológico de Tijuana.
“Más allá de pacientes, también tenemos algo que aportar. En el Insabi puras evasivas; ya los oficios nadie quiere comprometerse ni cotejar con evidencia el documento probatorio de que tienen una solicitud del estado de la máquina de diálisis, pero no las de cáncer. La gobernadora (Marina del Pilar Ávila) sí dijo que las va a comprar, pero yo quiero cotejar que el Insabi tiene la solicitud… Puede ser una sola mesa intersecretarial, para que no diga Salud que es Gobierno, o al revés”, comenta.
De acuerdo con la copia de los oficios entregados al Insabi, al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como a las secretarías de Gobernación y de Salud federales, a Baja California —describe el activista— se le adeudan los reemplazos de los aceleradores lineales actuales, dos en Mexicali y uno en Tijuana; la adquisición del acelerador lineal que se prometió en más de una ocasión para el centro oncológico de esa ciudad; el equipo para los estudios PET y una máquina de diálisis en el Hospital General.
Aunado a ello, en el escrito dirigido a la Secretaría de Salud, el activista exige el acondicionamiento de un módulo azul en el Hospital General que brinde promoción y pruebas de cáncer de próstata y testicular, similar al encargado de la promoción y pruebas de cáncer de mama, VPH, papanicolaou y cáncer cervicouterino.
“Por más de 900 días —los que han transcurrido desde la instalación del centro— no se ha resuelto, y que tenemos y tendremos por protesta permanente, hasta dar un cumplimiento puntual a estas necesidades y demandas con carácter de no negociables… En los momentos que consideremos y de ser necesario daremos voz a otras demandas de nuestro estado, de otros estados o municipios”, agrega el documento.
El Centro Oncológico Ambulatorio de Tijuana fue reinaugurado en agosto de 2022 por la gobernadora de Baja California, con la promesa de que fortalecería los servicios de salud de la zona costa del estado y para pacientes con cáncer a nivel regional. Según sus declaraciones, antes no existía un espacio digno para la atención de esa enfermedad en la ciudad. El nuevo centro atendería a 2 mil 800 personas al mes. Sin embargo, pacientes aseguran que sigue sin tener el equipo y los medicamentos necesarios.
En los oficios entregados a las instancias federales se lee que, aunado a los faltantes, interrupciones y dilaciones por parte del personal del centro oncológico, así como para la adquisición de material, los tres equipos para radioterapias que hay en Baja California tienen más de 12 años de servicio, por lo que ya están obsoletos. “No solo tenemos una crisis evidente y de tiempo, sino que evidentemente no fueron los de antes”, acusa el activista.
Esto, señala, ha tenido como consecuencias la toma de la garita internacional de Tijuana en tres ocasiones, cuatro huelgas de hambre y desplazamientos a la Ciudad de México en innumerables ocasiones, donde se ha demostrado a funcionarios como la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; al secretario de Salud, Jorge Alcocer, y al subsecretario Hugo López-Gatell que sus demandas y casos son genuinos, justos y urgentes.
Durante sus días de protesta, ante el reclamo de no contar él mismo con un diagnóstico por falta de equipamiento para estudio PET en Tijuana, las autoridades estatales le dijeron que quizá podría obtenerlo durante su reciente visita a la Ciudad de México. Sin embargo, para él, eso no resuelve los obstáculos a los que se enfrentan el resto de pacientes: “Ya es el colmo del cinismo —reclama—, ¿y todos los demás?”.
“Me dan la razón: no lo hay, y no lo hay para los diagnósticos como no lo hay para el que ya le regresó, como no lo hay para el que sigue esperando una pinche radioterapia. Esto ya es un grado que sí pasa por comunicación entre las instituciones, por muchas, pero cuando ya fuiste exhibido al grado que han sido exhibidas, qué te queda que decir ‘De perdida me voy a tomar cinco minutos para escuchar’… Esta administración ya no es nueva”, agrega.
El activista acusa que la desaparición del Seguro Popular para dar pie al Insabi, y más tarde al IMSS Bienestar, solo ha generado incertidumbre y caos. “Todos estos cambios abruptos, todo este desorden, no son los de antes, no es ahorita, no es un desabasto; es una negligencia política por no reconocer que el Insabi fue un fracaso rotundo, y ahora entra el IMSS Bienestar: debe ser un foco completamente rojo cuando solo tienes 11 estados de la República afiliados, y solamente mil 500 de 2 mil 500 municipios”, señala.
A la entrega de oficios en el Insabi, el IMSS, la Secretaría de Salud y Gobernación, Emmanuel sumó una visita a la embajada de Dinamarca, a la que le solicitó por escrito —como paciente del centro oncológico de Tijuana, fundador de la Organización Nacional de Pacientes con Cáncer México y de la asociación Es por tu Amor— saber si en ese país existe desabasto de medicamentos, suficiencia de tratamientos para pacientes con hepatitis C o necesidad de diálisis y radioterapias. Esto, con la finalidad de contrastar las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de que el sistema de salud es similar al de aquel país.
“El contraste de lo que el presidente dice todos los días y lo que realmente está pasando, porque no creo que Dinamarca sea así. Esa salud que algún día va a llegar y que sigue postergando no está, y si no quiere la narrativa de Dinamarca, estamos nosotros nada más peleando el acceso a nuestro derecho de salud y a que se nos dé la diálisis, el tratamiento de hepatitis C, mi diagnóstico… Eso no puede ser extremista ni de polo a polo, es la realidad donde una persona tendría que demostrar que una política de salud no es fallida: yo no tendría por qué tener 900 días pidiéndote lo mismo”, concluye el activista.
En el día 29 de su “protesta continua”, el pasado lunes 31 de julio, Emmanuel tenía la esperanza de acudir a una reunión a la Secretaría de Gobierno de Baja California con su titular, Catalino Zavala Márquez, espacio que se abría, tras casi un mes, para resolver algunas de las demandas que se adeudan por más de 900 días, así como propiciar un acercamiento con la gobernadora. Sin embargo, la dependencia estaba tomada desde unos días atrás por familiares de personas desaparecidas, a quienes el activista se unió en una breve transmisión de protesta conjunta.
Apenas este jueves, la firma del convenio de instalación de las mesas de transición del sistema de salud estatal a IMSS Bienestar, encabezada por el director del IMSS, Zoé Robledo; la gobernadora; el director general de los servicios de salud de IMSS Bienestar, Alejandro Calderón Alipi, y el secretario de Salud del estado, José Adrián Medina Amarillas, coincidió con el día 32 de su “protesta continua”. Las autoridades aseguraron que están avanzando en las obras de ampliación en los hospitales Materno Infantil, la segunda sala de hemodinamia de la entidad y un acelerador lineal en el Hospital General de Zona 20.
Emmanuel replicó que eso no es suficiente. “Hoy con el reemplazo de un solo equipo quiere engañar a todo un estado. En Baja California no se lo vamos a permitir. El mismo equipo que debió cambiarse hace casi 5 años”, publicó en redes sociales. Además, recordó el resto de equipamiento e insumos faltantes, así como el largo proceso para poner en marcha el IMSS Bienestar. Para él, el tiempo transcurre para la salud y el diagnóstico de los pacientes, mientras por parte de las autoridades predominan la indolencia y la indiferencia.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.
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