La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene previsto un déficit público de 3.3 por ciento en 2023 y 4.9 por ciento para 2024, éste último es el más elevado desde 1988 ante lo cual un grupo de economistas han encendido alertas ante una posible degradación de la calificación crediticia, además de señalar el impacto que tendrán en las finanzas de la próxima administración, una situación que ha sido esclarecida por la propia dependencia que el viernes presentó el Paquete Económico.
La Secretaría de Hacienda ha explicado que no existe tal riesgo porque, en realidad, la deuda de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador sería la que menor aumento real registra desde el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006).
Gabriel Yorio González, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, explicó en una columna en La Jornada, que en 2024 se proyecta este déficit “para mantener el impulso en obra pública que contribuye al crecimiento de la economía mexicana en un contexto de moderación del crecimiento global y garantiza los fondos para finalizar los proyectos prioritarios de infraestructura”.
Rodrigo Mariscal, economista en Jefe de Hacienda, dijo que “no hay bomba de tiempo” y ahondó en su cuenta de Twitter que en 2025 cuando los proyectos de infraestructura terminen, aunado al espacio que dará el crecimiento nominal del Producto Interno Bruto (PIB), “el déficit volverá a una senda normal, en ausencia de cambios al escenario o una política explícita de la próxima administración”.
Mariscal indicó además que el déficit de 2024 aumentó en relación con 2023 “porque se estima que la deuda de 2023 va a cerrar en 46.5 por ciento del PIB, muy por abajo del aprobado (48.7 por ciento). Este cierre le da espacio al déficit de 2024 de subir hasta llegar al 48.8 por ciento, casi igual al aprobado”.
Esto es, Hacienda estima que la deuda pública se mantendrá estable y alrededor de 50 por ciento del PIB, como ha sido el compromiso del Gobierno de López Obrador, a la par que la revisión al PIB hizo que este nivel bajara significativamente.
De lograrse el compromiso de la admón., sería la que menor aumento real y en pp del PIB habrá hecho desde el sexenio de VFQ. Por ejemplo, si hubiera subido igual al promedio de las últimas dos admón. (FCH y EPN) la deuda estaría en 60% del PIB. pic.twitter.com/DxtV5K3pr3
— Rodrigo Mariscal (@RodMariscal) September 11, 2023
A manera de contraste, la deuda pública de Estados Unidos en 2022 en relación a su PIB fue de 121.68 por ciento mientras que la de Japón, la más alta de todos, ascendió a 261.29 por ciento. Incluso en la región de América Latina y el Caribe fue la quinta más baja, solo supera a las de Chile, Paraguay, Perú y Guatemala.
Marcos Daniel Arias, economista de Monex, señaló a El Financiero que ante los efectos favorables que ejercen la apreciación del tipo de cambio y el mayor crecimiento para 2023, las implicaciones del crecimiento del déficit en los saldos históricos de las finanzas públicas no parecen ser de alto impacto para el futuro inmediato, aunque advirtió que si la tendencia se mantiene podría abrirse un foco de riesgo para el mediano plazo.
Renzo Merino, analista senior de Moody´s dijo a El Economista, indicó que la intención del Gobierno de aceptar un déficit elevado, mayor a 5 por ciento del Producto Interno Bruto, para el próximo año, está presionando la fortaleza fiscal de la calificación del soberano respecto de países que tienen la misma calificación. “Aún cuando puede ser que el gasto de inversión se reduzca una vez que se completen los proyectos emblemáticos, los gastos corrientes como las pensiones serán difíciles de ajustar a la baja sobre todo por temas sociopolíticos”, señaló.
Merino dijo a su vez que la próxima administración enfrentará retos mayores en el ámbito fiscal incluyendo el de considerar una amplia reforma tributaria para recuperar el espacio fiscal perdido.
Pese a las alertas, economistas como Enrique Quintana, uno de los principales críticos en la materia del Gobierno de López Obrador, descartó que pueda haber una rebaja crediticia. “Me parece que cuando las calificadoras hagan su análisis del Paquete Económico, manifestarán su desagrado por el incremento del déficit. Pero al hacer su valoración del riesgo, sería sorpresivo que con un nivel de deuda pública del 48.8 por ciento pueda generarse un riesgo de crisis o degradación de la calificación”, escribió en su columna en El Financiero.
“Las calificadoras tendrán la última palabra, pero dudo que este Paquete Económico vaya a conducir a una degradación de la deuda pública. No obstante, la necesidad de echar mano de un mayor endeudamiento sí pondrá sobre la mesa el tema de la viabilidad de nuestro esquema fiscal en el mediano plazo porque las presiones del gasto inercial no se van a ir”, apuntó.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario