El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió al Ejército mexicano, durante el marco del 55 aniversario de la Masacre de Tlatelolco, como se le conoce a los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968, durante un mitin llevado a cabo por estudiantes mexicanos en la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, en el entonces Departamento del Distrito Federal (DDF).
Dicha concentración se llevaba a cabo en el contexto del movimiento estudiantil que había estallado el 22 de julio de 1968, debido a la represión de estudiantes por parte de las fuerzas policiacas del DDF y de elementos del Ejército Mexicano, tras una riña entre alumnos de las Vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según los testimonios, los asistentes al mitin fueron atacados por elementos del Ejército Mexicano y miembros del grupo paramilitar denominado “Batallón Olimpia”, el cual, se sabría, años después, estaba conformado por miembros del Estado Mayor Presidencial. Días después del ataque, el Gobierno Federal y los medios de comunicación en México afirmaron que las fuerzas gubernamentales habían sido provocadas por los manifestantes que les disparaban.
Sin embargo, los documentos oficiales publicados desde el año 2000 sugieren que los tiradores habían sido empleados por la Administración encabezada por Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, presidente del 1 de diciembre de 1964 al 30 de noviembre de 1970. Más de 300 estudiantes murieron asesinados, tan sólo 10 días antes de la inaguración de los Juegos Olímpicos de 1968, llevados a cabo en México.
“Considerar que en esos momentos difíciles como el 68, el 2 de octubre del 68, que no se olvida, el Ejército recibe órdenes. El Ejército actúa, en casos como esos, no en todos los casos pero sí en casos como esos, recibiendo órdenes del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, en ese entonces era el presidente Gustavo Díaz Ordaz. No estoy diciendo nada que no se conozca, él mismo asumió su responsabilidad, Díaz Ordaz”, argumentó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, el político tabasqueño justificó que en la represión estudiantil, quienes participaron de manera directa fueron miembros del Estado Mayor Presidencial, un órgano técnico militar que tenía como misión fundamental proteger al presidente de la República y que él desapareció.
“Segundo, hay elementos para sostener que en la represión del 68, quienes participaron de manera directa fueron miembros del Estado Mayor Presidencial, son esos testimonios que llevaron a escribir un libro a don Julio [Scherer García] y Carlos Monsiváis [Aceves]”, insistió el presidente de la República.
“Era un cuerpo de élite que se sentía más que los elementos de la Secretaría de la Defensa [SEDENA], porque supuestamente el jefe del Estado Mayor estaba más cerca del presidente y tenía más influencia”, aseveró el mandatario nacional, quien también dijo que en la actualidad México contaba con un Ejército “leal, sobre todo al pueblo, a las instituciones”.
Asimismo, el presidente explicó que las Fuerzas Armadas cumplían con cinco misiones, entre ellas la seguridad de la nación y la interior, incluyendo guiar a la Guardia Nacional, además del apoyo social, donde destacó el papel del Ejército durante la pandemia por COVID-19, cuando dicha institución militar se encargó de distribuir y aplicar vacunas.
La cuarta misión de las FF. AA., abundó López Obrador, era desarrollar obras emblemáticas, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya, la “obra más grande que se está construyendo en el mundo”.
El político tabasqueño aseguró que la quinta misión del Ejército era establecer el plan DN-III, que se aplicaba en desastres, como inundaciones y temblores. No obstante, afirmó que esto no implicaba una militarización en el país, ya que aseveró que la academia militar impartía materias sobre derechos humanos y el uso correcto de la fuerza para evitar la represión.
“Están cumpliendo con cinco misiones, las que por ley tiene encomendadas: la primera es la defensa de la soberanía, la segunda es la seguridad interior, que se limitaba básicamente a dar seguridad en instalaciones estratégicas, puertos, aeropuerto, [Comisión Federal de Electricidad] CFE. Ahora esta segunda misión se ha ampliado porque la SEDENA conduce todo el proceso de formación de la Guardia Nacional”, agregó.
Por último, el titular del Poder Ejecutivo Federal enfatizó que aunque se había cuestionado el actuar del Ejército en diversas situaciones, no debía mancharse el nombre de dicha institución castrense, por los errores de algunos elementos.
“En vez de que se les juzgara por lo que hace uno, dos, tres, 10, 20 elementos de la institución contraria a la legalidad y de manera injusta, no tiene por qué manchar a una institución. [Aquí] no se oculta nada el que comete un error es castigado”, enfatizó el presidente de la República.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.
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