Así será después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelva los amparos contra las leyes antiabortistas, expuso Ríos Farjat.
Después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelva los amparos contra las leyes antiabortistas, son los Congresos locales los que tendrán en sus manos despenalizar el aborto, advirtió la ministra Margarita Ríos Farjat.
En el conversatorio “Aborto y Justicia”, impartido en El Colegio de México, la ministra del máximo tribunal del país indicó que el derecho de una mujer o persona gestante a abortar no puede ser cuestionado por medio del derecho penal.
“No podemos utilizar el derecho penal para castigar a quien ya está tomando una decisión dura”, comentó la ministra Ríos Farjat.
La ministra agregó que el Estado no tiene por qué cuestionar a la mujer si quiere ser madre, y eso debería ser igual en el caso del aborto.
“Cuando una mujer quiere ser madre, no le va a preguntar al Estado si puede ser madre, y lo mismo sirve a la inversa. Una mujer no va a consultar al código penal si puede abortar”, comentó la ministra Ríos Farjat.
La integrante de la Corte añadió que la despenalización del aborto en Coahuila, en septiembre de 2021, no fue un hecho aislado, pues varias resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como el impulso de organizaciones civiles, sentaron las bases para que surgiera esa resolución de la Corte.
Agregó: “Todo estaba encaminado hacia allá, como una avenida, de frente”.
El aborto, moneda de cambio: Lamas
En su participación, la antropóloga Marta Lamas señaló que históricamente el aborto es utilizado como una moneda de cambio en la política, donde se pone o se quita a voluntad de la persona o del grupo de personas que gobierna.
“Cuando tienes una mirada histórica, ves que el aborto se ha vuelto una moneda política, según el contexto, que se pone o se quita según soplan los vientos”, mencionó Marta Lamas.
Hablando del debate del aborto, la también doctora e investigadora de la UNAM acusó que existe una mordaza en los medios de comunicación tradicionales en relación con el debate sobre el aborto.
“Hay una presión de la derecha en los medios, tanto de los dueños, de los empresarios, que la publicidad por televisión es muy importante; y esta discusión de que si la vida sí, si la vida no, si es pecado, si tal, cuando la propia Iglesia tiene en su código canónico una serie de atenuantes y excluyentes, lo que te está hablando es esa cerrazón”, reiteró Marta Lamas.
Concluyó diciendo: “¿Por qué hay censura en los grandes medios de comunicación? Tiene nombre y apellido: religión”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GERARDO FARELL.
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