Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo entregaron contratos para construir 10 hospitales en el Estado de México a personas con las que tienen vínculos y otras ligadas al expresidente Enrique Peña Nieto y el exprocurador Jesús Murillo Karam; a pesar de haber invertido 997 millones de pesos en estas obras, todas quedaron inconclusas.
Este lunes, Animal Político publicó que los últimos dos gobernadores del Estado de México, Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo, prometieron construir 10 hospitales que servirían a los habitantes de las regiones más pobres, pero no cumplieron. Todos siguen en obra negra y no han atendido a un solo paciente pese al gasto de 997 millones de pesos entre 2012 y 2017.
En ese periodo, la administración de Eruviel Ávila contrató a 16 empresas para realizar las obras. Cinco de esas compañías tienen entre sus socios o integrantes a personas que, a su vez, son cercanos a exfuncionarios, y recibieron 248 millones de pesos para construir el Hospital General de Tlalnepantla Valle Ceylán, y los hospitales municipales de Zinacantepec, Chicoloapan, Aculco, Acolman y Atlacomulco.
El resto de contratistas son empresas que comparten socios y representantes legales; otra que fue creada poco antes de recibir el contrato y una más que se encuentra sancionada por incumplir con una obra con el ISSSTE.
Los amigos de Peña
El Hospital General de Tlalnepantla Valle Ceylán era la obra más ambiciosa. Tendría un área de hospitalización con 110 camas y cinco quirófanos, cuatro de ellos de cirugía general y uno ambulatoria; además de 14 consultorios de especialidades básicas y 45 para tratar subespecialidades.
Para lograrlo, se requería una inversión de 556 millones 477 mil pesos, según cálculos del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM). Por ello, el gobierno de Eruviel Ávila contrató a Prodi (Grupo Promotor de Desarrollo e Infraestructura S. A. de C. V.) por 142 millones 454 mil pesos en agosto de 2013.
El contrato número ISEM-LP-FPP-DA-SIS-OP-062/13, obtenido por Animal Político vía transparencia, tenía como objeto “Proyecto de infraestructura social para la sustitución y equipamiento del Hospital General de Tlalnepantla, Valle Ceylán”, por lo que la empresa se obligaría a “realizar hasta su total terminación”, que tenía como plazo el 22 de agosto de 2015.
Sin embargo, el hospital sigue en obra negra hasta 2023. Después de una década de abandono todo está desintegrado: el concreto, las varillas, la madera. La construcción es un fantasma de la promesa que los gobernantes no cumplieron a los habitantes.
Prodi fue creada en 2011, apenas dos años antes de obtener el contrato. El dueño no es cualquier persona, se trata de José Miguel Bejos, un empresario amigo del expresidente Enrique Peña Nieto, y ahora, también contratista favorecido por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Bejos es el presidente de la filial mexicana de Mota Engil, creada en sociedad con Prodi. Con ella, el empresario ganó al menos 19 mil millones de pesos en contratos para la construcción del Tren Ligero de Guadalajara, el aeropuerto de Texcoco y obra carretera durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Ambos compartían la afición al golf. Incluso, el empresario rentó a Peña Nieto el inmueble que utilizó como casa de transición en 2012, en Lomas de Chapultepec, una de las colonias de mayor plusvalía en la Ciudad de México.
A partir de 2018, cuando Morena llegó al poder, el empresario cambió el golf por el beisbol –el deporte favorito de López Obrador–, al comprar al equipo Pericos Puebla, participante de la Liga Mexicana de Beisbol. En la autonombrada “cuarta transformación”, Bejos continúa en la bonanza. Con Mota-Engil ganó 15 mil 538 millones de pesos en el contrato para construir el primer tramo del Tren Maya, de acuerdo con un reporte de la revista Proceso.
La empresa LM Grupo Constructor, S. A. de C. V. fue contratada para construir el hospital de Zinacantepec, un municipio donde la mitad de su población se encuentra en pobreza y 57% no tiene seguridad social.
En agosto de 2013, la compañía recibió un contrato por 40 millones 443 mil pesos, de los 70 millones de pesos que costaría la obra, según la proyección del ISEM. Con esa inversión, el avance registrado fue de 74%, pero en realidad, la obra no supera el 47%.
De acuerdo con el acta constitutiva de la compañía, del 19 de septiembre de 2002, los accionistas son Martín Zea Ortega y Georgina Fuentes Barroso, y como comisario o consejo de vigilancia aparece Jorge Francisco Corona Méndez, quien fue secretario auxiliar de Enrique Peña Nieto cuando fue gobernador del Estado de México.
Corona Méndez también ocupó una curul en la Cámara de Diputados en la legislatura pasada, al asumir en 2019 la suplencia de Jorge Emilio González, ‘el niño verde’, como diputado por Quintana Roo.
Entrevistado por Animal Político, el exdiputado dijo que no recuerda haber firmado el acta constitutiva de esa empresa. Sin embargo, dijo que uno de sus vecinos en el fraccionamiento de Toluca donde vivía en los 90 le pidió un favor: que lo pudieran incluir como comisario en una empresa que constituirían, dado que él es contador de profesión, y aceptó.
Aquella empresa era Grupo Almen de Toluca, que “nunca facturó nada” y sobre LM Grupo Constructor, Corona Méndez dijo: “desconozco, no sé qué haya pasado. Yo no me acuerdo, pero no tengo nada qué ver y no tengo nada qué ocultar”. Incluso, contactó al amigo de la otra empresa, pero dijo que tampoco recordaba.
La empresa también fue contratada en septiembre de 2016 para la “construcción de la 1ra etapa del hospital de Santiago Acuitzilapa, Atlacomulco” por lo que recibió 4 millones de pesos, de acuerdo al contrato número ISEM-LP-FOROSS-DA-SIS-OP-016/16, obtenido por transparencia.
Supuestamente, la obra debía estar terminada en octubre de 2017, pero actualmente solo hay algunas columnas y un pedazo de techo, no hay una sola pared en el terreno. De hecho, ésta fue la tercera empresa contratada para construir el hospital. Antes, Servicios de Ingeniería, Construcciones y Avalúos Rojas, S. A. de C. V., había recibido 14 millones de pesos y Rolbec, S. A. de C. V., un millón de pesos en 2014.
Funcionario, socio y amigo de Del Mazo
La empresa Construcción e Instalación de Infraestructura Urbana, S. A. de C. V. ganó un contrato por 20 millones 789 mil pesos para construir el hospital de Aculco en mayo de 2014, durante la administración de Eruviel Ávila, aunque hasta el momento, la obra solo tiene un avance de 19%.
El dueño y representante de la empresa es Daniel Madariaga Barrilado, un amigo de Alfredo del Mazo, quien al momento del contrato era director del Banco Nacional de Obras (Banobras), durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, primo de Del Mazo.
La relación entre Del Mazo y Madariaga fue revelada por El País, como parte del ocultamiento en 2012 de una cuenta bancaria con 1.5 millones de euros en Andorra, país entonces blindado por el secreto bancario.
De acuerdo con la publicación, que citó información del comité de prevención de blanqueo de la Banca Privada de Andorra (BPA), Del Mazo tenía una cuenta bancaria vinculada a la sociedad instrumental holandesa Abeodan Corporation. Al abrir la cuenta, declaró que además de ser presidente municipal de Huixquilucan, era accionista de Pumasa S. A. de C. V., gracias a la cesión de 10% de las acciones de su “amigo y socio”, Daniel Madariaga.
Luego, Mexicanos contra la Corrupción dio a conocer que Pumasa S. A. de C. V. recibió contratos públicos millonarios mientras el priista ocupaba distintos puestos públicos. Se trató de al menos 20 contratos con seis dependencias para operar estacionamientos con un valor de al menos 47 millones de pesos. Además del cobro diario de 2 mil 700 cajones de estacionamiento en el Bosque de Chapultepec, desde hace siete años, y 2 mil 32 cajones en el Aeropuerto de Toluca.
De hecho, Daniel Madariaga Barrilado también aparece como accionista de otras tres empresas: Estacionamientos Pumasa, S. A. de C. V.; Pumasa Infraestructura, S. A. de C. V. (disuelta en 2015) y Operadora de Estacionamientos Pumasa, S. A. de C. V.
Empresas vinculadas con los priistas
Obras y Proyectos de Toluca, S. A. de C. V. fue contratada en 2013 para construir el hospital de Chicoloapan. Recibió 40 millones 384 mil pesos, de los 75 millones de pesos que costaría la obra, aunque actualmente solo tiene un avance de 35%.
La empresa fue constituida en 2000, y a partir de 2007, Rosa Lidia Janet Manzur Valdés se sumó como accionista. Ella también figura como socia de Carlos Dackurt Manzur Valdés en la empresa Grúas Manzur Del Valle De Toluca, S. A. de C. V.
Carlos Dackurt además es dueño de Grúas Manzur de Toluca, S. A. de C. V. y de Grúas Manzur La Maquinita, S. A. de C. V. En ambas también aparece como accionista José Sergio Manzur Quiroga, exsecretario general de Gobierno del gobernador Eruviel Ávila.
Manzur Quiroga fue el hombre más cercano a Eruviel Ávila durante su sexenio. En su último post en su página de Facebook, incluso, hace alusión a su exjefe. “Feliz cumpleaños a mi amigo senador Eruviel Ávila reciba un fuerte y afectuoso abrazo. Mi familia y un servidor le deseamos que sea un gran día en compañía de su familia”.
Animal Político preguntó al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), vía transparencia, si Obras y Proyectos de Toluca, S.A de C. V. fue sancionada por incumplimiento de contrato, toda vez que la obra no está terminada, y respondió que “no hay documentación que acredite que la empresa concluyó o no la obra de la licitación. No hay evidencia de la existencia de algún comprobante de pago relacionado con la penalización que se le hubiere aplicado la empresa en comento”.
El Instituto Oncológico de Ecatepec debía ser construido y equipado por Alvarga Construcciones, S. A. de C. V. El contrato número ISEM-LP-FPCGC-DA-SIS-OP-127/14, del 14 de octubre de 2014, establece que la empresa cobró 204 millones 779 mil pesos y tendría que entregar la obra el 12 de octubre de 2016.
No fue así. El hospital continúa en obra negra.
Miguel Ángel Tello Ludlow es el administrador de la empresa, quien a su vez es socio en la cadena de restaurantes Café Madero de Jesús Murillo Ortega, hijo del exprocurador Jesús Murillo Karam.
Además, Alvarga está relacionada con Kouro Desarrollos, S.A de C.V, propiedad de dos hijos de Jesús Murillo Karam, debido a que han compartido domicilios, representantes legales y han ejecutado obras juntos, de acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción.
De la revisión de contratos del sexenio pasado se observa que Kouro Desarrollos ganó 949 millones de pesos con el gobierno federal, de los cuales, 500 millones fueron obtenidos solo en 2014, sobre todo para realizar obras de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Además, el socio de los Murillo sigue ganando recursos públicos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador gracias a dos contratos que suman 672 millones de pesos.
En el primero, Alverga Construcciones y Concretos San Cayetano fueron contratados por 290 millones de pesos para realizar el equipamiento del espacio público, deportivo y edificaciones de la zona norte del Parque Ecológico Lago de Texcoco, donde se construiría el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) y que fue cancelado por el presidente López Obrador al argumentar corrupción.
El segundo es un contrato por 290 millones de pesos para construir la Calzada Peatonal Chivatito que conecta la primera y segunda sección del Bosque de Chapultepec, de acuerdo con una investigación del periódico Reforma.
En las contrataciones también aparece una red de empresas, pues comparten socios y representantes legales, que ganaron los contratos para edificar los hospitales de Tlalnepantla, Tepotzotlán y Cuautitlán Izcalli.
Se trata de Grupo Constructor D Siete, S. A. de C. V., Ulsa Consorcio Urbanista e Inmobiliario, S. A. de C. V. y Grupo Constructor Ábaco, S. A. de D. V.
Grupo Constructor D Siete tuvo como administrador a Alberto Mejía Escobar, quien también es accionista de Ulsa Consorcio Urbanista e Inmobiliario, junto con José Luis Mejía Escobar, quien ocupó provisionalmente la notaría número 6 en el Estado de México en 1993. Este último también es administrador de Grupo Constructor Ábaco, donde el accionista es Sergio Miranda Vilchis.
Para el hospital de Tlalnepantla Valle Ceylán fue contratado Grupo Constructor D Siete. S. A. de C. V. en diciembre de 2015 y ganó 131 millones de pesos mediante adjudicación directa, toda vez que la licitación lanzada por el ISEM en septiembre de este mismo año quedó desierta y optaron por invitación restringida.
En 2017, para el mismo hospital, fue contratada Ulsa Consorcio Urbanista e Inmobiliario, S. A. de C. V. por 129 millones de pesos mediante licitación pública.
Sin embargo, el hospital tampoco ha sido terminado.
Para el hospital de Cuautitlán Izcalli fueron contratadas en 2014, Grupo Constructor Abaco, por 20 millones de pesos y en 2017, Grupo Constructor D Siete, por 59 millones de pesos. Hasta 2023, la obra solo tiene un avance de 35%.
En tanto, Grupo Constructor Ábaco fue contratado para construir el hospital de Tepotzotlán en 2017, por 34 millones 997 mil pesos.
Grupo Constructor Vadonne, S. A. de C. V. debía construir el hospital de Zumpango, de acuerdo con el contrato que recibió en agosto de 2013 por 39 millones 862 mil pesos. Actualmente se encuentra sancionada por un incumplimiento al ISSSTE, y estará inhabilitada hasta agosto de 2024, según se informó en una circular publicada en el Diario Oficial de la Federación en noviembre de 2020.
La empresa Corporación Alfa 3 Omega, S. A. de C. V. fue creada dos meses antes de ganar el contrato por 2 millones 700 mil pesos, en abril de 2014, para supervisar los trabajos de construcción del hospital de Chicoloapan por parte de la empresa Obras y Proyectos de Toluca.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ITZEL ESCALONA, NAYELI ROLDÁN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario