De acuerdo con los extrabajadores, ellos fueron contratados por Televisa a través de la empresa Manpower y el día del despido únicamente querían pagarles la quincena laborada, sin su liquidación de tres meses como corresponde por Ley. Las denuncias públicas ayudaron a que finalmente les pagaran.
“Nos pagaron el 80 por ciento a quienes más presionamos y sí hubo un trato diferenciado a quienes lo hicimos público y quienes no, además hubo una cadena de maltratos en el camino”, mencionó Santiago al ser contactado por SinEmbargo para el seguimiento de su caso.
SIEMPRE CERCANO AL GOBIERNO
La dinastía Azcárraga ha estado al mando de una de las televisoras públicas más importantes de México y su cercanía con los gobiernos, independientemente del partido que sean, ha sido muy estrecha, en especial en la etapa que dirigió Emilio Azcárraga Milmo.
La incursión de la familia al mundo de los medios inició con Emilio Azcárraga Vidaurreta (1895-1972), quien en 1930 fundó la radiodifusora XEW con 5,000 watts de potencia inicialmente y que alcanzó en 1972, en la era de la televisión, los 500,000 watts de potencia.
Azcárraga Vidaurreta se convirtió en el primer presidente de Telesistema Mexicano en 1955 y para 1969 su conglomerado de entretenimiento estaba compuesto por 92 unidades de negocios diferentes, de acuerdo con una biografía alojada en el portal empresarios y empresas.
Falleció en 1972, dejando su legado en manos de su hijo Emilio Azcárraga Milmo (1930-1997), quien transformó Telesistema Mexicano en Televisa.
“El Tigre”, como también se le conocía, pasó a la historia por su cercanía con el gobierno, en ese entonces del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y por sus frases célebres como “México es un país de una clase modesta muy jodida que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil (El Nacional, 11 de febrero de 1993)” o “somos soldados del PRI y del Presidente (Proceso, 15 de mayo de 1982)”.
A su muerte, Emilio Azcárraga Jean, con 29 años, asumió la dirección de Televisa. Era el único varón de cuatros hijos del tercer matrimonio de Emilio Azcárraga Milmo con Nadine Jean y siempre había dicho que dirigir la televisora era lo que menos deseaba para su vida.
A 35 días de su llegada a la Dirección del consorcio se presentó en The Wall Street mostrando su plan 2000 con el que, según las crónicas, cautivó. En menos de una década había logrado un poderío sin precedentes que ni su abuelo ni su padre lo tuvieron.
Pero en 2010 la historia dio un giro, una nueva generación de jóvenes comenzó a cuestionar los contenidos de la empresa y también su cercanía con el gobierno. En ese año una boda en la catedral de Toluca fue televisada. Ella iba con vestido blanco de olanes. Portaba una tiara en el cabello recogido. Él de smoking. Eran Angélica Rivera Hurtado y Enrique Peña Nieto, un Gobernador con muchas posibilidades de convertirse en Presidente de la República.
De acuerdo con un reportaje publicado por el periódico inglés The Guardian, el Estado de México pagó a Televisa la cantidad de 346 millones 326 mil 750 pesos entre 2005 y 2006 para posicionar a Peña Nieto, entonces Gobernador, en reportajes y entrevistas.
Televisa de inmediato que negó las acusaciones: “Grupo Televisa no se dejará amedrentar por The Guardian y le continúa exigiendo una disculpa pública dadas las múltiples falsedades con las que ha construido sus artículos”.

Para 2012, después de la publicación de un video en donde 131 estudiantes de la Universidad Iberoamericana se manifestaron en contra del entonces candidato priista a la Presidencia de México, surgió el movimiento #YoSoy132, al que se sumaron miles de personas. Protestaban en contra de que Televisa impusiera a Enrique Peña Nieto como candidato. Las consignas de las marchas eran “Televisa te idiotiza”, “Televisa, fábrica de mentiras”, “No al imperio Televisa. Apaga la televisión”.
Aunque finalmente Enrique Peña Nieto ganó la Presidencia en 2012, su gobierno siempre estuvo bajo la lupa de la nueva generación de jóvenes. Y Televisa también.
En su sexenio (2012-2018), la televisora fue uno de los medios más beneficiados por parte de anuncios de la Secretaría de Salud (SSa), la entonces Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de a Educación Pública (SEP).
En 2018, ya con la llegada de un nuevo gobierno al poder, los contratos en publicidad se redujeron, pero Televisa continuó entre los favoritos y, al corte de 2022, un total de 450 medios recibieron recursos de publicidad oficial, 10 de ellos acapararon el 52.88 por ciento del presupuesto, representando mil 283 millones de pesos. El “top 3” de medios (Televisa, TV Azteca y La Jornada) recibieron casi el 30 por ciento del total, reportó Artículo 19.
“Hay que entender los mercados de las televisoras y en particular de Televisa, la influencia política la siguen teniendo, son las audiencias más jóvenes las que no están viendo la TV, pero estas televisoras sí han sabido preservar su influencia política, hacen negocios con el poder y gobierno, independientemente del partido político”, destacó el doctor Jorge Enrique Bravo, presidente de la Amedi.
El negocio más reciente que hicieron fue durante la pandemia, cuando los contenidos educativos que producía la SEP se transmitían por estos canales y la dependencia pagó por ello. “No dejan de ser influyentes porque tienen una concesión y una relación ineludible con el poder, con los políticos y congresos”, puntualizó Bravo.
Además, en este sexenio que está por terminar, Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Grupo Televisa, forma parte del Consejo Asesor Empresarial de la Presidencia de la República junto con Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte; Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas; Olegario Vázquez Aldir de Grupo Empresarial Ángeles; Miguel Rincón, director de Bio Pappel; y Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de Deacero.
Sobre el papel que juega Televisa en el México actual, el presidente de la Amedi detalló que la empresa ahora busca consolidarse en el sector de las telecomunicaciones, ya no es el contenido lo más importante en su negocio.
“Lo que Televisa sí ha entendido bien es que ha invertido en redes de telecomunicaciones, sabe que el futuro es la banda ancha, por lo tanto su transformación es de las redes de radiodifusión, distribución y venta de contenido, a las redes de transmisión y ahí sí está creciendo mucho, pero tiene un competidor muy fuerte que es América Móvil”.
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