Las dos principales aspirantes a la Presidencia en 2024 suspendieron sus giras proselitistas y concentraron sus actividades en la ayuda a personas damnificadas.
Desplazadas de la agenda pública por la tragedia provocada por el impacto del huracán Otis en Guerrero, las virtuales candidatas a la Presidencia de la República en las elecciones 2024, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, se vieron obligadas a suspender sus giras proselitistas e improvisar acciones de ayuda a las personas damnificadas.
A través de sus redes sociales, han expresado mensajes de solidaridad y han encabezado iniciativas para apoyar a las personas afectadas en Acapulco y otros municipios costeros.
Sheinbaum convirtió su oficina de Iztapalapa en un centro de ayuda, a donde sus colaboradores han reunido víveres y materiales, y ha propuesto que toda la ayuda se entregue a las Fuerzas Armadas. Además, planteó -con éxito- que los diputados de las bancadas oficialistas donen un mes de dieta.
Gálvez convocó a sus simpatizantes a registrarse como voluntarios para reunir donativos en un centro de acopio instalado por “xochitlovers”, trasladarlos a las zonas afectadas por el huracán y entregarlos directamente a la población. Y ha dirigido mensajes al presidente de la República pidiendo que se permita a la sociedad civil participar en las labores de ayuda.
Sheinbaum toma el control de apoyos de Morena
Para apoyar a los damnificados, Claudia Sheinbaum convirtió su oficina en un centro de acopio en donde concentró el apoyo que envió su equipo. No se trata de un centro de acopio abierto a la población general, sino más bien un punto de concentración para enviar víveres y otros productos a la Marina para que ellos, a su vez, hagan llegar el apoyo a los damnificados.
En un par de videos que subió a sus redes sociales, Sheinbaum se hizo acompañar de su equipo de comunicación social, su secretaria, y las personas que logísticamente le ayudan en sus eventos. En una fila, hombro con hombro, cargaron los productos y llenaron, al menos, tres camionetas con cajas de agua, papel de baño, alimentos enlatados, productos de limpieza e higiene.
“Hice un llamado a nuestro equipo a solidarizarse con las personas afectadas en Acapulco (…) En esta oficina habemos (sic) alrededor de unas 10 o 15 personas trabajando y todos han donado, ellos y sus familiares”, explicó.
Sheinbaum informó que empresarios y personas que se han acercado a su campaña a través de los acuerdos de unidad que se han firmado durante su gira “La Esperanza nos Une”, han propuesto hacer donativos, pero ella los ha referido directamente a la Marina.
“Empresarios que han firmado nos han estado llamando para ver cómo podrían ayudar. Empresarios que hacen estructuras y techos de lámina, y los estamos poniendo en contacto directamente con el gobierno de México”, subrayó.
Este lunes, sin embargo, la oficina de Sheinbaum permaneció cerrada y no se observaba movimiento alguno de donantes.
Sheinbaum informó que había sostenido una reunión con el presidente de Morena, Mario Delgado, así como con los coordinadores parlamentarios de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados y el Senado, con quienes se acordó donar un mes de dieta para comprar víveres y reforzar el apoyo.
Ayer, el coordinador de los diputados, Ignacio Mier, confirmó que se había aceptado la propuesta de la coordinadora de defensa de la transformación, aunque no explicó cómo se concretará el donativo. En el caso del Senado, las actividades se suspendieron en esta semana, por lo que no hay confirmación oficial.
Si los legisladores de Morena, PVEM y PT cumplieran la promesa de donar un mes de sueldo, podrían reunirse alrededor de 30 millones de pesos: 275 diputados de los tres partidos, con un salario mensual de 75 mil pesos sin considerar prestaciones, que reunirían más de 20.6 millones de pesos, y 73 senadores con un sueldo mensual de 119 mil pesos, que reunirían 8.6 millones.
Xochitlovers: apoyo y recaudación de datos
En el caso de Xóchitl Gálvez, la acción más notoria de la virtual candidata fue la instalación de un centro de acopio operado por grupos de la sociedad civil y la invitación a registrarse como voluntario.
En esa invitación, sin embargo, se pide llenar un formulario en el que se solicitan datos personales, como nombre completo, domicilio y la sección electoral de las personas, lo cual fue denunciado por el líder de Morena, Mario Delgado, como una acción de proselitismo aprovechando la emergencia por el huracán. Tras la acusación de Delgado, el formulario fue cambiado y se eliminó la parte donde se pedía la sección electoral.
Mientras tanto, Gálvez informó que el centro de acopio de sus simpatizantes está ubicado en Piedra 199, Jardines del Pedregal, en el estacionamiento de un centro de salud y belleza de un “xochitlover”.
Desde el pasado 27 de octubre, Gálvez llamó al presidente de la República a permitir y proteger el paso de la sociedad civil hasta Acapulco, para que la ayuda pueda entregarse de manera directa.
En congruencia con ello, el viernes pasado, Ricardo González, integrante de la organización “Unidos somos futuro” y quien ha participado en las marchas convocadas por la “marea rosa”, habilitó el centro de salud y belleza que dirige como un centro de acopio para recolectar productos donados y distribuirlos a las personas afectadas por el paso del huracán.
A través del grupo de Whatsapp de la organización, González comunicó a los ciudadanos la habilitación del centro de apoyo. La difusión de la labor ciudadana se multiplicó en otros grupos de la red social, con lo que la cadena de ayuda se incrementó, primero con artículos donados y, más tarde, con el apoyo ciudadano para ordenar artículos y armar despensas.
La labor de ayuda que realizaban los “xóchilovers” fue comunicada a Gálvez, quien arropó el proyecto ciudadano y difundió diferentes avisos en sus redes sociales.
Al estacionamiento de este centro de acopio habilitado en la colonia Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, en el que hay lonas colgadas en apoyo a Gálvez, han acudido aproximadamente 70 personas en los últimos tres días, quienes han entregado alimentos, artículos de limpieza e higiene personal y medicamento, con lo que se han elaborado 500 despensas.
Los aproximadamente 30 voluntarios que han colaborado en el centro de acopio reciben los productos, los ordenan, los etiquetan con la leyenda: “Donativo ciudadano. Guerrero” y tachan el código de barras, como una medida para impedir su comercialización y, posteriormente, arman las despensas.
El estacionamiento del centro fue acondicionado provisionalmente para la selección de los productos. Sobre el césped del jardín, hay cajas de botellas de cloro y de atún enlatado; botellas de sal y agua; envases de aceite para cocinar y latas de verduras. Del otro lado, en lo que habitualmente es la recepción del centro de salud y belleza, se encuentra la caja de medicamento que será entregada a la Cruz Roja y, al lado, pastas dentales que serán empaquetadas como artículos de higiene personal.
Para la transportación de los productos, se rentarán dos camiones y, a través de la red formada por las organizaciones civiles, se definirán las zonas en que se distribuirán las despensas. Sin embargo, González no descartó vincularse con el Ejército para la distribución de los productos, en caso de ser necesario.
El encargado del centro de acopio aclaró que Gálvez no ha acudido al sitio, sino que la labor se ha concentrado en la ciudadanía.
Ayer, Alfonso Aznar etiquetaba galletas con un bolígrafo negro. A diferencia de los otros voluntarios que conversaban, Alfonso trabajaba en silencio. Colocaba la leyenda: “Donativo ciudadano. Guerrero” en un paquete de galletas regalado por otros ciudadanos. La serenidad que disfrutaba este hombre de 75 años fue interrumpida la semana pasada cuando el huracán Otis, de categoría 5, asestó contra el puerto de Acapulco, Guerrero.
“Yo sentí los 300 kilómetros por hora y, por primera vez en mi vida, me dio miedo. Me dio miedo que me llevara el viento. Afortunadamente, me amarré al cancel de mi departamento que está en (playa) Pichilingue, que está hacia Puerto Marqués, y me agarré de las manijas para que no se rompiera el cancel y que no se llevara mis cosas que estaban dentro del departamento”, contó.
Por aproximadamente dos horas, Alfonso estuvo bajo el ojo del huracán. En la madrugada del miércoles pasado, mientras sentía las vibraciones del cancel de madera y cristal del departamento ubicado en el piso 10 del edificio departamental, pensó que la estructura se derrumbaría y el viento lo arrastraría a él y a sus muebles.
“Me arriesgué sin pensarlo. La verdad, fue una imprudencia mía, pero gracias a eso salvé todos los contenidos del departamento… Hice oración y pedí que las fuerzas superiores hicieran algo para que el huracán, los vientos, disminuyeran, pero duró dos horas o dos horas y media, y fue algo como para hacer una película de terror”, recordó.
Un día después del paso del huracán, Alfonso logró comunicarse con su familia, que lo rescató y lo trasladó a Ciudad de México, y hoy es uno de los “xochitlovers” que trabaja en las labores de ayuda a otros habitantes del puerto, damnificados por el huracán.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: DALILA SARABIA, GABRIELA SOTO.
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