A pesar de los esfuerzos del Gobernador con licencia y aspirante presidencial Samuel García por presentarse como el rostro del cambio y las campañas publicitarias gubernamentales que se empeñan en retratar un Nuevo León más seguro, la realidad narrada por activistas, ciudadanos, testimonios de víctimas y los números dista de esta narrativa.
Movimiento Ciudadano y su precandidato presidencial, Samuel García Sepúlveda, han denunciado violencia de género contra Mariana Rodríguez, influencer y esposa del Gobernador con licencia, sin embargo, la administración encabezada por García en Nuevo León ha sido objeto de constantes críticas por su manejo de la seguridad, especialmente en lo que respecta a la crisis de género y la violencia contra las mujeres, donde incluso mujeres han sido víctimas por las autoridades estatales, encabezadas anteriormente por García Sepúlveda.
“Samuel García no va a velar por las mujeres de México porque no lo hizo, ni lo está haciendo en Nuevo León. No hay manera, ni siquiera tiene un argumento como para que creamos que él va a trabajar por las mujeres del país o va a tener un enfoque en pro de las mujeres, eso no va a suceder. Entonces, el mensaje, de manera resumida sería: Samuel García no gobierna en pro de las mujeres”, señaló Rubí, una activista de Nuevo León que fue detenida y torturada en el Palacio de Gobierno de esa entidad tras la marcha del 8 de marzo pasado.
La activista Claudia Muñiz, integrante de la Asamblea Feminista NL, indicó a su vez, en entrevista con SinEmbargo, que en el Gobierno de Samuel García en Nuevo León “los feminicidios y la violencia de las mujeres han aumentado, así como las desapariciones contra mujeres, y no se está dando un seguimiento”.
“Si se meten con una mujer, se meten conmigo y con todo el Gobierno del nuevo Nuevo León. ¡Ya estuvo! No vamos a permitir que ni una niña o mujer viva con miedo. Cero tolerancia a los golpeadores, a los violadores, cero tolerancia a feminicidas”, afirmaba Samuel García en una serie de spots emitidos en noviembre de 2021.
Esas promesas también las recuerdan bien Rubí y Susan Contreras, ambas jóvenes feministas que fueron detenidas y llevadas al Palacio de Gobierno donde, acusan, fueron torturadas. Las graves violaciones de derechos humanos a las que fueron sometidas siguen impunes.
A pesar de los esfuerzos de Samuel García por presentarse como el rostro del cambio y las campañas publicitarias gubernamentales que se empeñan en retratar un Nuevo León seguro, la realidad narrada por activistas, ciudadanos, testimonios de víctimas y los números es diferente.
En 2022, el primer año de Samuel García como Gobernador en Nuevo León, al menos 156 mujeres fueron asesinadas, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De estos casos, 102 fueron clasificados como feminicidios y 54 como homicidios dolosos. La cifra de asesinatos de mujeres fue un 54.45 por ciento mayor que la registrada en el 2021, último año de la administración de Jaime Rodríguez “El Bronco”, que reportó 35 homicidios dolosos y 66 feminicidios. Incluso al considerar únicamente los casos clasificados como feminicidios, el aumento fue del 54.54 por ciento.
En el presente año, en Nuevo León se han registrado al menos 132 casos de mujeres asesinadas entre enero y octubre. Esta cifra representa un aumento del 1.5 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior (enero a octubre de 2022), donde se contabilizaron 130 asesinatos de mujeres, con 45 homicidios dolosos y 85 feminicidios.
La variación observada en este periodo no indica una disminución en el índice de asesinatos de mujeres. Lo que sí se destaca en comparación con el año pasado es que el número de casos clasificados como feminicidios fue inferior al de los clasificados como homicidios dolosos. De los 132 asesinatos registrados este año, solo 59 fueron clasificados como feminicidios, mientras que 73 fueron catalogados como homicidios dolosos.
“Para las mujeres en general del pueblo en Nuevo León, no hay respuesta en la seguridad, no hay una diferencia en la tasa de feminicidios, no hay una diferencia contra la violencia de mujer; sí hay más lugares para denunciar, pero: ¿A cuántas de estas denuncias se les está dando seguimiento?”, expresó en entrevista Susan Contreras, joven activista y víctima de abuso policial en el corto Gobierno de Samuel García.
Adicionalmente, Nuevo León ocupa el cuarto lugar en cuanto a desapariciones de mujeres, con un total de mil 749 casos registrados hasta el 27 de noviembre. El Estado de México lidera este triste ranking con 5 mil 5 mujeres desaparecidas, seguido por Tamaulipas con 2 mil 792 y Veracruz en tercer lugar con mil 792, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
En el ámbito de la violencia familiar, según el reporte “Información sobre violencia contra las mujeres” del SESNSP, Nuevo León ocupa el tercer lugar con un total de 17,667 delitos. La Ciudad de México lidera esta estadística con 32 mil 439 casos, seguida por el Estado de México con 24 mil 384. Asimismo, en delitos de violación, Nuevo León se encuentra en el tercer lugar con un total de mil 332 delitos cometidos de enero a octubre. En este rubro, solo es superado por el Estado de México y la Ciudad de México, que registraron 2 mil 887 y 2 mil 332 delitos respectivamente.
Aunado a los reclamos por una desatención a la violencia de género, al mandato de Samuel García se le suman los señalamientos de abuso policial durante manifestaciones.
“Cada vez que lo veo ahora en la tele con sus spots, pienso: ‘¿De qué estás hablando, Samuel, que vas a luchar por las mujeres de este país si en tu mismo Gobierno y en el mismo palacio desde donde tu gobernadas allí hubo graves violaciones a derechos humanos de las mujeres manifestantes?’ Eso para nosotros es el Gobierno de Samuel García, un Gobierno represor y violento contra las mujeres que se manifiestan el 8 de marzo”, expresó Claudia Muñiz en entrevista.
TESTIMONIOS DEL ATAQUE
“Te voy a matar, culera”, fue la amenaza que una mujer, elemento de la Fuerza Civil, le profirió a Rubí mientras la sometía en las escaleras del Palacio de Gobierno de Nuevo el pasado 8 de marzo.
Tras la marcha con motivo del Día de la Mujer, al menos una docena de mujeres fueron detenidas e ingresadas al Palacio de Justicia de Nuevo, donde sufrieron golpes y vejaciones.
Susan Contreras y Rubí compartieron, por separado, sus testimonios sobre el abuso policial que vivieron junto con otras 11 personas durante la Marcha del 8 de marzo en la Macroplaza. Ambas narraron cómo, estando manifestándose pacíficamente con pancartas, fueron detenidas de manera arbitraria por elementos de la policía estatal y de la Fuerza Civil.
“Elementos de la Fuerza Civil nos detuvieron sin que estuviéramos cometiendo ninguna falta; nos detuvieron de forma aleatoria porque yo, junto con otras compañeras, estábamos cerca de la explanada de Palacio de Gobierno, que estaba incendiado y vandalizado”, relató Rubí en entrevista con SinEmbargo.
Susan describió que en el lugar de los hechos había al menos 20 policías, incluyendo policías estatales y de la Fuerza Civil. La joven señaló que estaba con sus hermanas y otras personas en la marcha, tomándose fotos al final de la misma. Después de escuchar lo que ella describe como una orden, los policías se lanzaron sin previo aviso hacia los civiles, deteniendo a Susan, a su hermana y a otros manifestantes.
“Escuchamos un pitido, una orden. Es ahí donde vemos que todos los policías empiezan a correr hacia el lugar donde estábamos. Como yo y mi hermana prácticamente no estábamos haciendo nada, nos estábamos tomando fotos, y mis hermanas estaban comiendo papas. Nos dimos cuenta de que todos empiezan a correr y nosotros nada más nos abrazamos, porque dijimos: ‘el que no debe nada, teme’. Y es ahí donde nos empezaron a agarrar, nos empezaron a detener, empezaron a agarrarme de los brazos y me separaron de mi hermana mayor”.
Susan describió cómo la arrastraron, le apretaron el cuello y le jalaron el cabello, mientras la insultaban y se burlaban de ella.
“De la nada yo ya estaba en el suelo. Recuerdo que me estuvieron ahorcando. Yo llevaba un pañuelo y llevaba un ‘shocker’, que es como un collar que está pegado en el cuello, y recuerdo que yo traía lentes. Me empezaron a ahorcar de mi pañuelo, y el ‘shocker’, empezaron a apretarlo de manera que yo no pudiera respirar ni pedir ayuda. Me empezaron a arrastrar. Conmigo eran como unos 9 policías y me estuvieron arrastrando, un estirón, estirón del cabello, me estuvieron levantando de mi poco cabello, y al ver que no podían, pues me dejaron caer, mientras me seguían arrastrando y jalando”.
Su hermana también fue víctima de agresiones, sufriendo fracturas y mordeduras, ya que resistió de manera más activa.
“Hay videos de todo esto, donde se me ve arrastrándome, saliendo arrastrándome en el suelo donde me ahogué. En shock, salgo con la blusa levantada, donde se estaba cayendo el short que llevaba. Y es ahí donde también se ve donde patean una chica y a lo lejos veo a mi hermana también rodeada como de 25 policías. Yo nunca puse resistencia, nunca. Yo no me defendí; mi hermana sí se defendió y la empezaron a agredir, se subieron arriba de ella, le hicieron muchas llaves. Le fracturaron la nariz. Y la mordieron a mi hermana, la mordieron. De hecho, todavía tiene una marca de la mordida. No sabemos por qué el salvajismo, ni siquiera estábamos haciendo nada. Entonces, esto es abuso policiaco a más no poder”, agregó Susan.
Llevadas al Palacio de Gobierno, narraron ambas entrevistadas, fueron golpeadas por policías, tanto hombres como mujeres.
“Muchos elementos de la Fuerza Civil nos detuvieron de forma aleatoria, con muchas amenazas, con sometimiento, pero no solo eso, sino que, en lugar de llevarnos a la patrulla, al detenernos, cometieron desaparición formal contra nosotras, ya que nos ingresaron a Palacio de Gobierno, nos torturaron dentro: hubo golpes, humillaciones, amenazas. Yo fui víctima de amenazas”, recordó Rubí.
Susan Contreras destacó que, entre las personas detenidas, había dos mujeres embarazadas y un hombre autista, quien fue especialmente maltratado.
Después de la tortura, en lugar de ser llevadas a una dependencia adecuada, fueron mantenidas en una patrulla sin explicación ni contacto con familiares durante más de ocho horas.
Rubí y Susan denunciaron que, a pesar de presentar denuncias ante instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Fiscalía, la impunidad persiste. La Comisión emitió una recomendación que fue rechazada por la Secretaría de Seguridad, incluso después de reconocer la gravedad de las violaciones a los derechos humanos.
“No ha habido sanciones ni respuestas satisfactorias. Incluso, en un evento a favor de la legalización del aborto, me encontré con una oficial que participó en nuestro abuso, protegiendo el Palacio de Gobierno”, mencionó Rubí.
En cuanto a las investigaciones, Susan y Rubí señalaron que tras ocho meses apenas iniciaron de manera formal, y aún no hay resultados ni sanciones.
Ante la posible candidatura de Samuel García, ambas expresaron su temor, considerando que no ven un compromiso real con la justicia y la equidad de género.
AUTOR: SUGEYRY ROMINA GÁNDARA.
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