El Fondo de Adaptación Climática que la Celac presentó junto con México en la COP28 busca implementar proyectos que promuevan la mitigación y la adaptación al cambio climático en América Latina y el Caribe. En la presentación se anunció su aprobación para damnificados por el paso del huracán Otis.
El Fondo que presentaron es una iniciativa que implementará proyectos que promuevan la mitigación y adaptación al cambio climático en América Latina y el Caribe.
Aunque la canciller mexicana, Alicia Bárcena, no estuvo presente para la presentación de este fondo, en su representación acudió el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Joel Hernández García, quien representó a México en nombre de la titular de la secretaría.
Hernández García destacó que el Fondo ya se encuentra en operación y el Comité Directivo del Facrid aprobó, recientemente, su activación para apoyar el trabajo que realiza la Oficina en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en coordinación con las autoridades locales de Guerrero para proporcionar ayuda inmediata a niñas, niños y adolescentes de las comunidades afectadas tras el paso del huracán Otis.
En el comunicado no se hizo alusión a la situación en la que se encuentran las personas desplazadas en México a causa del cambio climático como ocurre con la población de El Bosque, en Tabasco. En junio de 2023, Animal Político publicó que el país sumaba 379 mil desplazados por violencia pero la ley para atenderlos lleva tres años congelada en el Senado.
Hasta ahora, los legisladores del Senado no han aprobado el proyecto de Ley General en Materia de Desplazamiento Forzado, a pesar de recibir la aprobación de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados desde el 19 de septiembre de 2020, que puedes consultar aquí.
Latinoamérica, entre las más afectadas por cambio climático
En la presentación aseguraron que América Latina y el Caribe es la segunda región más afectada por los efectos e impacto de los eventos climáticos extremos a causa de la actividad humana. Ante esto, señalaron la necesidad de fortalecer el Facrid con apoyo de la comunidad internacional.
En el reporte Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre las afectaciones que tendrá América Latina ante el cambio climático, señalan que la región es una de las más afectadas en el mundo.
También señala que las consecuencias de los fenómenos meteorológicos externos tendrán graves daños a la salud, a la vida, a la comida, al agua, a la energía y al desarrollo socioeconómico de la región.
Por ejemplo, los impactos de eventos relacionados con el clima cobraron más de 312 mil vidas en América Latina y el Caribe y afectaron a más de 277 millones de personas entre los años de 1998 y 2020.
Desplazados climáticos, un tema pendiente
En México, el impacto de eventos climáticos extremos ya han cobrado víctimas como es el caso de los damnificados por el huracán Otis que el pasado 24 de octubre impactó en el puerto de Acapulco, Guerrero. Cuatro días después el gobierno federal reportaba 220 mil 035 viviendas afectadas y 80% de daños en instalaciones hoteleras.
La comunidad de El Bosque, en Tabasco, es otro de los ejemplos presentes en México sin solución ante el impacto de la crisis climática. Desde noviembre de 2022 pobladores y organizaciones de la sociedad civil lanzaron un llamado a las autoridades mexicanas porque el mar sigue “devorando” sus hogares.
Aunque el presidente pidió en ese momento a Jorge Nuño, secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, que se encargue de atender a la comunidad, el funcionario no cuenta con las facultades legales para atender la reubicación.
Sin embargo, la comunidad señaló que es la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), a cargo de Román Meyer Falcón, la que tiene la posibilidad de realizar la reubicación inmediata de la comunidad.
Hasta ahora, la reubicación sigue en proceso y las afectaciones también, como lo ocurrido el pasado 2 de noviembre cuando organizaciones y la comunidad de El Bosque llamaron de nuevo con urgencia a las autoridades mexicanas para resolver la reubicación de sus hogares ya que volvieron a sufrir el impacto de la subida del mar.
Ante este escenario, el gobierno del presidente López Obrador ha recortado los programas dedicados a detectar y prevenir los desastres por eventos extremos.
Una revisión hecha por El Sabueso encontró que el presupuesto de la Coordinación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), organismo que se encarga de enfrentar desastres naturales como huracanes o sismos, se redujo a menos de la mitad de lo que se ejerció en la administración anterior.
En la administración del expresidente Enrique Peña Nieto se ejercieron mil 520 millones de pesos reales para el Sinaproc; mientras que en lo que va del sexenio de López Obrador se han ejercido 625 millones de pesos reales.
Si bien, el Fondo de Adaptación Climática que recientemente se anunció en la COP28 apoyará a los damnificados por el paso del huracán Otis en Acapulco, queda pendiente también que se dé solución a la población de desplazados en México y el proyecto de Ley General en Materia de Desplazamiento Forzado que continúa congelado en el Senado.
‘Sembrando Vida’ devuelta en la COP28
Por segundo año consecutivo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) regresó a la Conferencia de las Partes (COP28) promoviendo programas de gobierno como Sembrando Vida, la creación de Áreas Naturales Protegidas y la Estrategia Nacional de Carbono Azul.
De acuerdo con un comunicado de esta secretaría, estas estrategias presentadas son “para cumplir los compromisos climáticos de mitigación y adaptación de México, de la mano de las comunidades”.
Además, señalaron que la Semarnat promueve “la acción climática con visión humanista y basada en la naturaleza”, pero han aprobado megaproyectos como el Tren Maya, donde tan sólo en el Tramo 5 ambientalistas han denunciado la ilegalidad en su construcción como no haber presentado un Manifiesto de Impacto Ambiental, la tala de árboles y el sobrecosto de este proyecto .
Además, una investigación de Carto Crítica y la Alianza Mexicana contra el Fracking detectó que más de 38 mil unidades productivas del programa Sembrando Vida se encuentran en riesgo ante impactos asociados al fracking.
Hasta ahora, esta afectación perjudica a 95 mil 845 hectáreas, ubicadas en Veracruz (15 mil 437 unidades), Hidalgo (8 mil 230 unidades) y San Luis Potosí (9 mil 246 unidades).
Animal Político intentó contactar al área de comunicación social de la Semarnat para conocer más detalles sobre los motivos para presentar el programa Sembrando Vida en la COP28 a pesar de tener parcelas en riesgo por impactos asociados al fracking y la creación de más Áreas Naturales Protegidas pero, hasta el cierre de esta nota, no hubo respuesta.
En el comunicado de la Semarnat, señalan que el trabajo que realizan para lograr las metas de mitigación y adaptación ante el cambio climático se basa en acciones planteadas en su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) destacando “las soluciones basadas en la naturaleza” y no para la naturaleza con programas como Sembrando Vida.
Además de la creación de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación que representan en total más de 95 millones de hectáreas en el país y la Estrategia Nacional de Carbono Azul que fue mencionada durante la reunión ministerial de la Alianza Climática por los Manglares.
En cuanto a la situación de los manglares, México pertenece a los diez países con mayores problemas de deforestación de bosques tropicales y manglares con una tasa promedio anual de 10 mil hectáreas, según datos de la Estrategia de Cambio Climático desde las Áreas Naturales Protegidas de la Conanp y Semarnat en 2015.
Falta medir el impacto de Sembrando Vida
Andrés Obregón Mayorga, ingeniero en energía y desarrollo sustentable, explica que la participación de México durante en las ediciones de las Conferencias de las Partes de la ONU, siempre ha sido reconocido como un país que firma todos los acuerdos que ponen sobre la mesa.
Incluso, llega a ser de los primeros países en firmarlos y notificarlos. Pero, la realidad es que, “tristemente, las políticas públicas de implementación que tenemos en México son escasas de indicadores de desempeño”, señaló en entrevista para Animal Político.
Considera que la política mexicana está muy sujeta al poder de interpretación en beneficio de reportes que generan, como sucede con el programa Sembrando Vida.
“Cuando tomamos un programa insignia que sus resultados se miden únicamente en la cantidad de árboles y no del impacto, estamos hablando de una falta de seguimiento. En las políticas públicas es muy fácil decir: ‘pusimos tantos botes de basura’ pero es nulo el medir cuántas veces se recolecta la basura de esos botes, el seguimiento a estos programas debería ser una parte medular’”, enfatiza Obregón Mayorga.
Sin embargo, el también consultor en temas socioambientales, señala que la medición de ese impacto no se encuentra dentro de los reportes y mientras se continúe midiendo cuántos árboles se sembraron no vamos a saber cuántos de ellos siguen vivos o cuántos se deforestaron.
“Es algo que, tristemente, también ocurre como cuántos de ellos se tuvieron que talar para poder acceder a ese programa y sembrar árboles nuevos que, muchas veces, terminan siendo árboles frutales en zonas donde ni siquiera son endémicas esas especies”, advirtió.
El experto añade que, mientras los indicadores sigan siendo medidos por el mismo gobierno, éste termina siendo juez y parte y, obviamente, va a tener los resultados que más le convengan.
“Nosotros, desde la ciudadanía, debemos ser también vigilantes de este tipo de programas y, obviamente, hacerlo explícito. Si nos quedamos con ‘los otros datos’ no tenemos un panorama completo de lo que está ocurriendo y, obviamente, estos reportes van a decir que ‘estamos bien’ pero únicamente están diciendo lo que ellos quieren medir”, previno.
Semarnat firmó, además, siete iniciativas de cooperación internacional como sumarse a la Red de Campeones por la Biodiversidad liderada por el Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá y la Red Latinoamericana de evaluación de impacto ambiental, presidida por Chile.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO
AUTOR: VEVRÓNICA SANTAMARÍA.
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