martes, 23 de enero de 2024

Familiares salen a buscar todos los días en el mar a las personas desaparecidas en Acapulco tras el paso de Otis

A tres meses de que el huracán Otis impactara las costas de Acapulco, familiares y la Marina continúan la búsqueda de 25 personas que se encontraban en las embarcaciones y ahora están desaparecidas.

En un punto en las costas de Acapulco, como parte de los recorridos que hace la Marina para buscar a las personas desaparecidas durante el impacto de Otis, una de sus embarcaciones halló una hielera. Dentro de ella, un celular intacto.

Los familiares del dueño del teléfono pudieron cargarlo, prenderlo de nuevo y encontraron ahí el último video que se tomó desde una de las embarcaciones hundidas por el huracán. Fue grabado a las 12:36 de la madrugada. Después, no se supo más de la embarcación ni de sus tripulantes. 

Sin embargo, ese pequeño hallazgo y la colaboración de la familia fueron fundamentales para determinar su última ubicación, mediante el análisis del encuadre. Así pudo conocer la zona aproximada del naufragio, aunque ni el barco ni la persona han sido hallados. Eran las primeras semanas de búsqueda, pero la participación y la persistencia de los familiares no ha cesado después de casi tres meses.

Así es un día en la búsqueda de desaparacidos por Otis en Acapulco

Ahora es viernes 19 de enero de 2024. Es el día 89 tras el paso de Otis. Las ocho embarcaciones de la Marina que salen al mar todos los días a las 8 de la mañana están a punto de hacerlo. Esta vez se retrasaron un poco por las actividades de entrenamiento que se llevan a cabo al interior de la Base Naval.

A la oficina del capitán Demuner Silva, a cargo de la Estación de Búsqueda y Rescate de Marina, llegan Cristina, la esposa de Fernando, el maquinista del yate Litos, y la hermana del hoy desaparecido para abordar una de las embarcaciones. También acude un representante de la Fiscalía de Guerrero.

Todas las personas externas que están por abordar una de las embarcaciones deben firmar una carta de liberación de responsabilidades. Las familiares de Fernando comentan que a todas las jornadas acude alguien de la Fiscalía, aunque a veces no avisan de alguna prenda que encuentran, “y luego para adivinar de quién es”, lamenta Cristina.

Búsqueda de desaparecidos en Acapulco por Otis, también en fin de semana

Todos los días –incluyendo sábado y domingo– se suman dos familiares de alguna de las 25 personas que la Marina sigue buscando. Esta vez, la esposa de Fernando también quiere aportar información. Intercambia con el capitán Demuner detalles sobre la ruta que siguió el Litos, le muestra en su celular una imagen, y él se compromete a analizarla para saber si será útil para refinar la búsqueda.

Las embarcaciones salen al mar pasadas las 8 de la mañana. De manera habitual, cuatro de ellas avanzan en pares: una lleva una ecosonda –que registra lo que hay en el fondo– y un dron, mientras otra la sigue con buzos a bordo. Si lo hallado se encuentra a menos de 70 metros de profundidad, uno de ellos desciende con la intención de recuperarlo. Más allá de esa distancia, solo es posible ingresar el dron para explorar y hacer un registro de imagen. 

En el club de yates se concentran dos embarcaciones que siguen en la búsqueda. Ahí, decenas siguen hundidas en el mar, sin fecha próxima de remoción, aunque ya hay un ultimátum para los dueños. El personal de la Marina revela que aquello que alcanza a verse en la superficie es solo la punta del iceberg: abajo sigue plagado de escombros.

Aunque los protocolos de la Marina determinan que después de las primeras 96 horas sin hallazgos debe replantearse la búsqueda, la insistencia de los familiares –y sus aportaciones que conducen a más precisión– mantiene hasta hoy las salidas diarias por la bahía de Acapulco, Puerto Marqués, Pie de la Cuesta y Punta Diamante. De las 25 personas sigue sin haber pista.

El lugar donde yacen los restos del Litos

Tras dejar atrás el club de yates, una de las embarcaciones de la Marina llega a la isla de La Roqueta. Ahí permanecen aún tres barcos semihundidos a la orilla de las rocas, dos petroleros pertenecientes a Pemex y la embarcación Sheng Xing Da, que tampoco resistieron los fuertes vientos desencadenados por el huracán.

Aunque el barco extranjero –con bandera de Mongolia y que poco más de un año antes de la llegada de Otis a Acapulco había lanzado una llamada de auxilio con 12 tripulantes de nacionalidad China a bordo– se encontraba abandonado desde entonces y anclado en la bahía, fue desplazado por el huracán hasta las orillas de La Roqueta. Tras el hecho, el 2 de noviembre de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación su declaratoria de abandono, para quedar a disposición de la Secretaría de Marina.

Alrededor de las tres embarcaciones se ha colocado una barrera de contención de hidrocarburos. Todavía contienen gasolina en su interior –apenas el día previo ha llegado al puerto el equipo para extraer el combustible–, y podrían representar un foco de contaminación. Hasta que este sea sustraído por completo, los barcos podrán ser retirados.

La embarcación Litos

Unos metros más adelante, cerca de uno de los extremos de La Roqueta, la embarcación de la Marina llega a la zona donde se presume que las fuertes olas producidas por Otis vencieron a la embarcación Litos, que se hundió con cuatro personas a bordo que trataban de regresar a Puerto Marqués –su lugar habitual de anclaje– desde la Base Naval. Sus familias les siguen buscando.

Del Litos solo se han encontrado prendas de la tripulación, algunas partes de la embarcación y la moto acuática que transportaba dentro. Como un punto azul a lo lejos, yace todavía encima de las rocas. Por eso, dice la Marina, ha sido importante tratar de determinar la última ubicación de las embarcaciones. Una vez que se conoce, la búsqueda de las personas desaparecidas se enfoca entonces en las inmediaciones.

En el caso de esa embarcación, la dependencia también se ha coordinado con la aseguradora para conducirles a hacer el registro en video de los daños y partes que hasta ahora se han localizado –y cuya pertenencia ha sido determinada a partir de los números de serie–, sin que hasta ahora el barco completo o sus tripulantes hayan sido hallados.

Cerca de ese punto ocurrió también el rescate del capitán del Rosemary, Vicente, quien sobrevivió aferrado a un tronco, pero sigue en la búsqueda de su esposa, su hijo y su nieto.

A punto de vencer plazo para dueños de embarcaciones

Este jueves 25 de enero se cumplen los tres meses de plazo que los dueños de embarcaciones hundidas tienen para retirarlas del mar. Sin embargo, casi ninguno de las más de 450 que ahí permanecen parece tener la intención de hacerlo.

El personal de la Marina revela que la Capitanía de Puerto y Asuntos Marítimos de Acapulco lanzó un nuevo aviso a los propietarios para recordarles que solo tienen unos días más antes de que venza el período y las autoridades puedan comenzar a retirar las embarcaciones por su cuenta.

Sin embargo, muchas de ellas han quedado simplemente en el abandono, y no será tarea fácil removerlas. Hacerlo de manera intempestiva podría provocar, incluso, que partes contaminantes o combustible se derramaran directamente al mar.

Algunas –sobre todo las que sí estaban aseguradas– están aún en el proceso de registro de daños, o de sacarlas de nuevo a flote. En las inmediaciones del club de yates puede apreciarse una que otra embarcación con tambos azules que, llenos de agua, fueron afianzados a ellas, lo que produce el efecto de sacarlas a la superficie. Son las menos.

¿Cuántas embarcaciones resultaron afectadas por Otis en Acapulco?

Carlos Peña Arenas, presidente del Comité de Daños de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, señala que la agrupación tuvo conocimiento de más de 200 siniestros en embarcaciones; sin embargo, el censo no es preciso porque no todas eran locales. Añade que la Capitanía de Puertos solo exige cumplir el aspecto de responsabilidad civil, pero muchas no estaban registradas para indemnización.

Algunas no han sido reclamadas. Otras, incluso, terminaron en puntos muy lejanos de donde fueron hallados sus tripulantes. El hecho es que, ante el abandono, es muy probable que la mayoría no sea removida por sus dueños incluso después del vencimiento del plazo. A tres meses, sigue sin haber datos certeros sobre cuándo y quién será responsable de retirarlas.

Mientras, entre los escombros bajo el mar todos los días continúa la búsqueda de las 25 personas desaparecidas, hasta donde lo permitan los recursos de los que dispone la Marina. Hacia el mar abierto, dicen, no hay equipo que alcance en profundidades donde las personas se vuelven apenas perceptibles ante la inmensidad del océano.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.

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