La Cancillería mexicana declaró su rechazo ante la implementación de esta medida antimigrante que pretende detener el flujo de personas migrantes.
“Alegando su inconstitucionalidad dado que la ley otorga facultades migratorias a autoridades locales para ejercer acciones migratorias, capacidad que es exclusiva del Gobierno federal”, manifestó en un comunicado a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La Cancillería mexicana declaró su rechazo ante la implementación de esta medida antiinmigrante que pretende detener el flujo de personas migrantes, “mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento raciales que atentan contra los derechos humanos de la comunidad migrante”.
La SRE recordó que, ante estas medidas, desde el año pasado solicitó a la red consular en Texas reforza sus acciones preventivas de protección consular para proteger y defender los derechos de 11 millones de personas mexicanas que viven la entidad.
“El Gobierno de México rechaza tajantemente cualquier medida que propicie ambientes hostiles que puedan derivar en actos o crímenes de odio en contra de las comunidades migrantes, y que contemple el retorno involuntario de personas migrantes sin respeto al debido proceso”, sostuvo.
Ante este contexto, la Cancillería compartió que dará seguimiento al proceso iniciado por el Departamento de Justicia estadounidense y seguirá brindando asistencia y protección consular oportuna, humana y digna.
ABBOTT ANTE TRIBUNALES
El Departamento de Justicia federal demandó el miércoles a Texas por una nueva ley estatal que permitiría a la policía detener a los migrantes que entren irregularmente en Estados Unidos, lo cual lleva de nuevo al Gobernador republicano Greg Abbott ante los tribunales por sus medidas contra los migrantes que cruzan la frontera sur del país.
La demanda lleva a Texas a otro enfrentamiento sobre migración en un momento en el que Nueva York y Chicago están tomando medidas contra los autobuses y aviones que transportan a migrantes y son enviados por Abbott a ciudades con gobiernos demócratas. Texas también está librando batallas judiciales por separado para mantener alambre de púas en la frontera y una barrera flotante en el Río Bravo.
Pero una ley que Abbott firmó el mes pasado plantea un desafío mayor y más amplio a la autoridad del Gobierno federal en materia de migración. Además de permitir a la policía de cualquier lugar de Texas detener a migrantes por cargos de ingreso irregular, la ley, conocida como Iniciativa del Senado 4 (SB 4, por sus iniciales en inglés), también otorga facultades a los jueces locales para ordenar a los migrantes que abandonen el país.
AUTOR: REDACCIÓN.
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