Ramírez Marín renunció al PRI el pasado 3 de octubre. El Verde, viejo aliado de ese partido le abrió las puertas y funcionó como un conducto para el nuevo aliado de éste: Morena. Para este 2024 aparece ya como candidato en la segunda fórmula para acceder por un periodo más al Senado de la República.
En 1979, México era gobernado por José López Portillo quien se encontraba en la mitad de su sexenio que quedó marcado, entre otras cosas, por la nacionalización de la banca y el desaprovechamiento de los recursos del país para fomentar el crecimiento.
Mientras esos cambios se daban, en Yucatán, un joven tomó una de sus primeras decisiones como adulto: fue afiliarse al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ese joven llamado Jorge Carlos Ramírez Marín, se afilió al partido en 1979 y durante 44 años le sirvió en distintos puestos hasta que tomó la decisión de renunciar.
La razón, aseguró, fueron las inconformidades con las decisión que tomó su partido –en alianza con el Acción Nacional (PAN)– en su entidad.
Pero el priista no quedó en el desamparo. Apenas renunció el 26 de septiembre, hizo un movimiento rápido y el 3 de octubre se notificó al Senado que ya formaba parte del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Y llegó en el momento preciso.
El Verde es aliado de Morena y este partido estaba en la definición de sus fórmulas para el Senado. Bastaron 100 días para que la dirigencia de Morena, a cargo de Mario Delgado informara que Ramírez Marín formaba parte de la lista de precandidatos únicos al Senado.
Él en segunda fórmula para Yucatán, junto con Verónica Camino Farjat, también del Verde, en la primera fórmula.
LA TRAYECTORIA DE UN PRIISTA
El currículum de Ramírez Marín inicia en 1979 en donde enmarca que fue “miembro activo” del PRI. Fue uno de los pioneros del partido en la entidad, ya que para 1992 fue uno de los fundadores de la primera escuela de cuadros del PRI en Yucatán.
Para el siguiente año inició su carrera como legislador y fue en el ámbito local y eso le abrió las puertas para brincar al Gobierno estatal; el entonces Gobernador Víctor Cervera Pacheco lo nombró en 1998, Oficial Mayor.
Estuvo en ese puesto hasta 2001, periodo en el que además trabajó en labores del partido, ya que fue coordinador estatal de la campaña presidencial de Francisco Labastida.
Luego de la derrota se convirtió en Diputado federal y pasó por varios puestos en los siguientes años como Administrador Jurídico del SAT y de nueva cuenta Diputado local.
Para 2009, justo en el momento en que se daba el resurgimiento de su partido luego de la derrota del 2000, Ramírez Marín se convirtió en Diputado federal.
De acuerdo con el Sistema de Información Legislativa (SIL), en esa legisladora únicamente presentó siete iniciativas y no votó en 221 asuntos de un total de 494.
Pero a pesar de eso formó parte del equipo de Enrique Peña Nieto quien lo nombró vicecoordinador general de su campaña, que hoy carga con señalamientos de financiamiento ilícito.
También formó parte de su equipo de transición, con lo que logró ser nombrado el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) de 2012 a 2015.
Pero no quedó desprotegido ya que el Partido le dio una Diputación federal.
En este último periodo como Senador, del PRI y luego del Verde, sigue acumulando ausencias, por ejemplo en la LXIV Legislatura no votó en 117 asuntos de 432 y para la actual, faltó en 283 votos de 648.
Otros documentos que hablan de quién es Ramírez Marín son sus declaraciones patrimoniales y las que dejó como funcionario federal muestran que de 2012 a 2015 se hizo de dos propiedades, además de que todas las adquirió en tres años, en dos de ellos siendo Secretario federal.
De acuerdo con su declaración de 2015, Ramírez Marín poseía un terreno de 101 mil metros cuadrados pagado de contado en 2011; un departamento de 295 metros cuadrados pagado a crédito en 2012 con un valor de 5 millones de pesos; una casa de 234 metros cuadrados pagada de contado en 2013 con valor de 865 mil 191 pesos; una casa de 238 metros cuadrados pagado a crédito en 2012 de la que no especificó el valor y otra casa de 800 metros cuadrados pagado a crédito en 2011 con valor de 4 millones de pesos.
AUTOR: DANIELA BARRAGÁN.
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