Los migrantes que salieron la madrugada de este jueves portaron una manta blanca con la consigna “Migrar no es un crimen, criminal es un gobierno que reprime a los migrantes”.
Al llegar al ejido Viva México, la caravana se encontró con el primer retén policial, donde los migrantes gritaron a los agentes migratorios “Queremos permisos”.
“Que nos regresen, ese es el temor. No queremos regresar a Venezuela porque la cuestión está fuerte, hay trabajo, pero no pagan bien. ¿Para qué vas a trabajar, si no te va a alcanzar para nada? Hay hambre, hay niños que ni siquiera comen. Es la única forma que nos dejan pasar, porque si no, nos devuelven y nos deportan”, dijo Daniela, una migrante venezolana con su hijo a la espalda.
Yoledeidis, otra migrante de Venezuela, pidió a las autoridades de México y Estados Unidos que los dejen avanzar de manera pacífica, pues su único objetivo es trabajar.
“Estados Unidos y México, todos venimos sufriendo. No queremos regresar todavía, pero nosotros vamos con la fe de Dios, que todo lo vamos a lograr”, dijo la mujer a agencias.
Se divide Caravana Éxodo de la Pobreza
Mientras avanza la nueva caravana que salió este 25 de enero hacia Estados Unidos, la Caravana Éxodo de la Pobreza, que partió el 24 de diciembre de 2023, fue dividida una vez más a través de engaños de las autoridades de Oaxaca, acusaron sus integrantes.
De acuerdo con los migrantes, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y autoridades estatales les ofrecieron trasladarlos hacia la comunidad de Tierra Blanca, en Veracruz, pero en lugar de eso los enviaron a una estación migratoria en Acayucan.
“Nos volvieron a engañar. Los elementos de migración nos prometieron que nos llevarían hasta Tierra Blanca para tramitar visas humanitarias, pero lo único que hicieron fue dividir la caravana como ya lo habían hecho en el estado de Chiapas y bajo engaños separaron a las familias”, dijo uno de los representantes de la caravana.
Además, luego de que las autoridades les impidieron el paso, alrededor de 600 migrantes fueron retornados por el INM hacia la comunidad de Palomares, en Oaxaca, y después fueron abandonados en el parque central de la población, donde permanecen unas 300 familias.
Los migrantes temen que las autoridades los retornen hasta Tapachula, en Chiapas, y no les permitan avanzar hacia la capital y el norte del país.
AUTOR: REDACCIÓN.
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