Durante las últimas semanas, el Presidente López Obrador compartió algunos detalles de lo que serán las principales iniciativas de reformas que hará llegar este día al Congreso de la Unión, sin embargo, por la tarde encabezará un evento en Palacio Nacional para realizar una presentación formal.
Entre las propuestas que enviará al Congreso hay varias para elevar a rango constitucional programas sociales ya en vigor, reformar el sistema de pensiones o garantizar incrementos adecuados anuales del salario mínimo.
Pero también hay propuestas que, de antemano, el propio mandatario ha reconocido que tienen pocas o ninguna posibilidad de prosperar porque han sido rechazadas por toda la oposición o incluso por los tribunales.
Sin embargo, como ha ido adelantando en diversas conferencias de prensa, quiere presentarlas de todos modos para que quede constancia de que él las apoya.
A espera de que este lunes, cuando se cumplen 107 años de la promulgación de la Constitución, detalle las iniciativas, López Obrador ya adelantó varias.
Dijo volvería a presentar propuestas para que la Guardia Nacional —el cuerpo estrella de su administración— quede en manos del Ejército y no bajo poder civil como se estableció cuando fue creada, o para que las empresas estatales de energía tengan prioridad sobre las privadas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya se ha pronunciado en contra de leyes anteriores con esos objetivos.
También aspira a eliminar organismos reguladores, como el de antimonopolio o de transparencia, porque considera que “no le sirven al pueblo” aunque todos los partidos de oposición han arremetido duramente contra esta idea que dañaría la democracia y la competitividad en el país. López Obrador intentó también reformar, sin éxito, el Instituto Nacional Electoral (INE) y las leyes electorales justo antes de la contienda de este año.
Otra de las polémicas propuestas que podría concretarse este lunes es una reforma al Poder Judicial para que, entre otras cosas, los ministros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular, algo que los expertos consideran puede minar la imparcialidad del más alto tribunal.
Pero en plena carrera hacia las elecciones generales del 2 de junio, también hay medidas que podrían tener el apoyo de parte de la oposición.
Entre ellas está la propuesta para cambiar la Ley de pensiones y que los trabajadores puedan recibir el 100 por ciento de su último salario al jubilarse, una idea que, en principio, los tres principales grupos opositores y que se presentan a la elecciones en coalición —el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el de Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)— se han mostrado dispuestos a estudiar.
No se descarta que también pudieran apoyar otras iniciativas sociales que son las que más réditos políticos han dado al Presidente.
Previo a esta batería de iniciativas, López Obrador había enviado al Congreso 10 reformas constitucionales, de las que sólo cinco fueron aprobadas, según datos del Senado. Entre ellas destaca la de creación de la Guardia Nacional, la Revocación de Mandato y algunos programas sociales.
En su más de un siglo de historia, la Constitución mexicana ha sido reformada en 256 ocasiones.
El Presidente ha reconocido que con la presentación de todas estas propuestas a cuatro meses de las votaciones, quiere blindar cuantos cambios sean posibles para que, llegue quien llegue al poder, “no va a ser fácil que los quiten”.
Pese a estar en la recta final de su mandato, López Obrador mantiene muy alta su popularidad lo que beneficia a la candidata del partido oficialista, Claudia Sheinbaum, que se mantiene como favorita seguida de Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora.
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