La población tiene una percepción de colusión entre las instituciones y los grupos delincuenciales, lo que alimenta el ambiente de desconfianza e inseguridad.
Al menos 10 mil personas han tenido que huir de sus hogares para salvar su vida ante la violencia en la región fronteriza de Chiapas con Guatemala, denunció este martes un grupo de organizaciones civiles.
En el informe ‘Asedio a la vida cotidiana, terror para el control del territorio y graves violaciones a los derechos humanos. Informe de organizaciones de la sociedad civil sobre la violencia en la región frontera de Chiapas’, señalan las organizaciones que existe una crisis humanitaria en la zona.
Esta crisis, abundaron, es propiciada por los diferentes mecanismos de control que recaen sobre la población por parte de la delincuencia organizada, “en donde se vulneran derechos básicos y servicios fundamentales para la subsistencia”.
El documento, presentado por El Colectivo de Monitoreo -Frontera Sur, la Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género Guatemala- México (MTMG) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos ‘Todos los Derechos para Todos, Todas y Todes’ (Red TDT), describe las estrategias de disputa entre grupos criminales para el control del territorio.
Las organizaciones señalaron que la población tiene una percepción de colusión entre las instituciones y los grupos delincuenciales, lo que alimenta el ambiente de desconfianza e inseguridad, aunado al reclutamiento forzado o extorsiones, la explotación sexual de mujeres y la vulnerabilidad a la que se enfrentan las infancias.
“Esta alarmante realidad forma parte de un contexto de pocas oportunidades económicas y pobreza; fenómenos como las ejecuciones, desapariciones, tortura, amenazas y desplazamiento forzado interno mantienen la población de la frontera del estado de Chiapas en una alerta permanente que se complejiza cada vez más”, señalaron.
De acuerdo con organizaciones, cerca de 20 mil personas se encuentran desplazadas forzadamente de unos 30 municipios indígenas de Chiapas debido a la violencia por grupos armados que buscan controlar estos territorios. En los últimos años, las comunidades indígenas de Chiapas han advertido un aumento en la violencia e inseguridad en el estado.
Activistas, organizaciones y comunidades han señalado el clima de “guerra civil” que se vive en el sureño estado por los conflictos armados, presencia de grupos del crimen organizado, provocando homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, en particular en comunidades indígenas y afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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