El mandatario aseguró que México no manda a miembros de la inteligencia del Estado a espiar políticas o políticos de Estados Unidos o de otros países, como China o Rusia.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador exigió esta mañana al Gobierno de Estados Unidos respeto a la soberanía del país, pues dijo que México no manda a espiar a lideresas o líderes políticos en territorio extranjero.
En su conferencia de prensa diaria, López Obrador señaló que aunque Ken Salazar, Embajador de Estados Unidos en México, insistiera ayer en que no existe ninguna investigación por parte del Gobierno de Joe Biden en su contra por presuntos nexos con el narcotráfico, le afecta ese tipo de investigaciones.
“Nosotros estamos pidiendo respeto, porque nosotros no mandamos a los de inteligencia del Estado mexicano a que vayan a investigar a políticos a Estados Unidos. No hacemos eso. No mandamos espías a China ni a Rusia. No estamos metidos en Estados Unidos viendo quién de los que venden armas están también financiando a diputados y senadores de ese país”, dijo.
El mandatario reconoció que el Gobierno de Estados Unidos ha mostrado respeto hacia México durante el cuatrienio de Joe Biden; sin embargo, aclaró que los medios de comunicación estadounidenses son quienes han sacado las investigaciones.
“Declaró el Embajador [Ken Salazar] que no hay una investigación en contra de nosotros. Nada más que ya nos pasaron, me dan ganas hasta de decirlo como lo expresan en mi tierra, nos pasan a afectar, a dañar, por eso es que siguen utilizando la máxima del hampa del periodismo: ‘la calumnia, cuando no mancha, tizna'”, declaró.
“Cuando se tienen principios e ideales no pasa nada. Por eso ninguna manifestación de nada, vamos a seguir informando a la gente. Si hay acusaciones sin sustento, que valgan la pena también, porque acusaciones son miles, de todo tipo, hasta si tienen un problema familiar me echan la culpa, eso no vamos a estarlo contestando”, agregó.
Ayer, Ken Salazar secundó la postura de la Casa Blanca: el Presidente López Obrador no está siendo investigado por autoridades de dicho país, a pesar de la información publicada en dos reportajes, uno del medio digital ProPublica y otro del diario The New York Times.
Después de que asistiera a un evento en el estado de Michoacán, el diplomático estadounidense afirmó que el Presidente López Obrador no está siendo objeto de investigaciones por agencias de seguridad de Estados Unidos, luego de que trascendiera en medios internacionales que el mandatario supuestamente había recibido financiamiento por parte de grupos delictivos para sus campañas presidenciales de 2006 y 2018.
“Como lo dijo la Casa Blanca, como lo digo yo, como Embajador de los Estados Unidos aquí en México, no existe una investigación relacionada al Presidente López Obrador”, comentó.
Me reuní con el gobernador de #Michoacán @ARBedolla. Reafirmé el compromiso de avanzar en seguridad, proteger los derechos laborales, profundizar nuestros lazos comerciales y colaborar en la conservación ambiental incluyendo las mariposas monarca, símbolo de nuestra integración. pic.twitter.com/KJnEsXAyUw
— Embajador Ken Salazar (@USAmbMex) February 26, 2024
El jueves pasado, los reporteros Alan Feuer y Natalie Kitroeff, del diario estadounidense The New York Times, publicaron un texto sobre cómo el Gobierno de Estados Unidos buscó ligar mediante una investigación de 2018 a cercanos de Andrés Manuel López Obrador con el crimen organizado, para concluir que no hay “ninguna conexión directa entre el propio Presidente y las organizaciones criminales”, y admite que “gran parte de la información recopilada por funcionarios estadounidenses provino de informantes cuyos relatos pueden ser difíciles de corroborar y que en ocasiones terminan siendo incorrectos”.
En esta nueva escalada que busca ligar al Presidente mexicano con el crimen organizado, The New York Times cita como sus fuentes registros estadounidenses y tres personas familiarizadas con la investigación. Asimismo, señala que, como ocurrió en 2006, “Estados Unidos nunca abrió una investigación formal sobre López Obrador y los funcionarios involucrados finalmente archivaron la investigación”. Tres personas familiarizadas con el caso que no estaban autorizadas a hablar públicamente dijeron a The New York Times que, según su percepción, “llegaron a la conclusión de que el Gobierno de Estados Unidos tenía poco interés en presentar acusaciones contra el líder de uno de los principales aliados de Estados Unidos”.
Incluso la Casa Blanca salió a desmentir ese mismo día, como ya lo había hecho con el texto de ProPublica que hablaba de un caso similar, pero en las campañas presidenciales mexicanas de 2006, que no había ninguna investigación abierta contra López Obrador. El mandatario, por su parte, se había adelantado al reportaje y negó rotundamente las acusaciones contra sus cercanos, incluidos sus hijos.
El asunto escaló posteriormente luego de que el propio Presidente López Obrador, durante la conferencia de prensa matutina del 23 de febrero, se adelantó a la publicación del NYT y demostró el cuestionario que le hicieron llegar los reporteros.
El Presidente dijo que “son unos calumniadores”, en referencia a los periodistas de ese medio. También dijo que ese nuevo reportaje, próximo a publicarse, revela además que Estados Unidos lo siguió investigando y que eso requerirá una explicación de Washington. López Obrador señaló que la jefa de corresponsales del The New York Times en México le mandó un cuestionario a su director de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas. El mandatario mexicano decidió leer cada una de las preguntas en público, durante su conferencia de presa matutina. Y fue respondiéndolas.
Sin embargo, en ese mismo momento, exhibió los datos personales de una de las periodistas, Natalie Kitroeff, hecho que generó una investigación en contra del Presidente por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
“No acepto ninguna calumnia, no acepto que, sin pruebas, calumnien los gobiernos extranjeros ni sus agencias, ni tampoco acepto que periódicos, por muy famosos que sean, calumnien. Tienen que probar. Vamos siempre a defender la libertad, la justicia, la auténtica democracia, que es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, y vamos a defender nuestra soberanía, llámese New York Times y Univisión, que entraron de oficiosos al debate”, dijo el fin de semana en un video difundido en sus redes sociales.
A finales de enero, un primer reportaje publicado por el medio ProPublica, y firmado por el periodista Tim Golden —ganador del Premio Pulitzer— señalaba que Nicolás Mollinedo Bastar, conocido como “Nico”, chofer de López Obrador hasta 2012, había recibido dos millones de dólares en 2006 para la primera campaña presidencial del entonces candidato presidencial por el PRD, Andrés Manuel López Obrador. Dicha cantidad, afirma el texto con supuesta información de indagatorias de la DEA, había sido entregado por elementos de grupos delictivos.
Según su texto, citando fuentes de la DEA, el narcotraficante Edgar Valdéz Villarreal, “La Barbie”, dio dinero a Mollinedo Bastar y hasta financió el plantón de Paseo de la Reforma en 2006, cuando López Obrador protestaba contra el fraude electoral que llevó a Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia.
AUTOR: REDACCIÓN.
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