Francisco N y Sigifredo N, son los dos elementos de la Policía Estatal que ya están en manos de la FGR. Son integrantes del Grupo de Reacción Inmediata Centauro, lo mismo que David N, el policía señalado como el asesino material de Yanqui Kothan.
Seis días después del asesinato del normalista Yanqui Kothan Gómez Peralta, dos de los tres policías que le dispararon ya están a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).
De acuerdo con el sacerdote Filiberto Velázquez, del Centro de Derechos de Personas Victimas de la Violencia Minerva Bello, los policías se entregaron de manera voluntaria.
Francisco N y Sigifredo N, los dos elementos de la Policía Estatal, son integrantes del Grupo de Reacción Inmediata Centauro, lo mismo que David N, el policía señalado como el asesino material de Yanqui Kothan, quien continúa prófugo de la justicia, de acuerdo con la información del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las conferencias matutinas.
El asesinato ocurrió la noche del jueves 7 de marzo a las 8:20 de la noche, a la salida oriente de Chilpancingo.
El grupo de reacción inmediata llamada Centauros, al que pertenecen los tres policías implicados en los hechos, son expertos en el manejo de motocicletas y se especializan en persecuciones realizadas en zonas urbanas de difícil acceso.
Sobre el tercer elemento, la SSP aseguró que estaba en proceso de localización “por no tener una situación jurídica dictada por la autoridad correspondiente”, refiriéndose a la Fiscalía General del Estado (FGE).
La dependencia informó que los tres elementos involucrados “rindieron su declaración ministerial de manera voluntaria ante el Ministerio Público de la agencia especializada de delitos graves de la FGE el día 8 de marzo a las 7:30 horas”.
Autoridades manipulan información
El asesinato del estudiante Yanqui Kothan ha intensificado las protestas en Guerrero a casi 10 años de la desaparición de los 43 normalistas, en medio de las contradicciones de las autoridades en el caso y la fuga del policía que presuntamente disparó el arma.
En un primer momento, autoridades de Guerrero acusaron a normalistas por presuntamente movilizarse en un vehículo robado, poseer drogas y alcohol, y disparar con armas de fuego contra los elementos de seguridad.
Sin embargo, la madre del joven asesinado, Yanqui Kothan, dio a conocer que los estudios periciales al cadáver de su hijo desmintieron la versión oficial del Gobierno de Guerrero: “Aquí están las pruebas de que mi hijo no estaba alcoholizado o drogado”, dijo, con papeles en mano.
Días después, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que “hubo abuso de autoridad” y que el normalista Gómez Peralta no disparó contra los policías, como lo sostuvo desde el principio la Secretaría de Seguridad de Guerrero.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/AMAPOLA PERIODISMO.
AUTOR: /MARLÉN CASTRO.
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