Los delitos contra niñas, adolescentes y mujeres migrantes que han registrado un aumento incluyen secuestros, extorsión y actos de violencia que impactan en su bienestar mental y físico.
Durante su tránsito por México, particularmente en Cd. Juárez, Chihuahua, más de la mitad de las mujeres y adolescentes migrantes han sido víctimas de algún delito o incidente de seguridad, mientras que el 28% reporta situaciones de secuestro o desaparición forzada.
Además, 80% carece de información adecuada y accesible durante su paso por México, pues sus principales fuentes de información son la comunicación directa con familiares y recomendaciones de boca a boca, sumadas al uso de redes sociales como Facebook y WhatsApp. Solo una de cada cinco está familiarizada con el proceso de asilo en Estados Unidos.
Así lo revela el diagnóstico Mujeres adolescentes en crisis: impacto de las políticas migratorias en Ciudad Juárez, que fue elaborado por la organización Plan International en México para documentar las fallas de las políticas públicas en contextos de movilidad y la falta de información respecto a las existentes.
El documento señala que las niñas, adolescentes y mujeres viven situaciones sumamente vulnerables, enfrentan riesgos específicos y necesidades particulares durante su proceso de migración. La exposición a estos, y el consecuente peligro de sus vidas, se ve incrementada por el acceso escaso a la información sobre políticas migratorias.
Los delitos contra niñas, adolescentes y mujeres migrantes en Ciudad Juárez –que han registrado un aumento según lo que ellas mismas relatan pero no siempre tienen posibilidad de denunciar– incluyen secuestros, extorsión y actos de violencia que, de acuerdo con la organización, impactan significativamente en su bienestar mental y físico.
En entrevista con Animal Político, Dirk Glas, representante de Plan International en México, precisó que las mujeres migrantes provienen, en su mayoría, de Centro y Sudamérica, y enfrentan consecuencias graves para sus vidas que aumentan su vulnerabilidad. Además, la violencia y la inseguridad no solo causan daños físicos y psicológicos, sino que generan obstáculos importantes para su acceso a procesos de asilo justos y seguros.
“La falta de enfoques en la creación de vías legales y seguras de migración puede llevar a que las personas migrantes busquen rutas aún más peligrosas, rutas alternativas, para alcanzar sus destinos, incrementando –otra vez– su vulnerabilidad y su riesgo de entrar en una situación desprotegida”, apuntó el activista.
A esto se suma la retórica pública en torno a la migración, la cual está creando un clima de xenofobia y hostilidad hacia las personas migrantes, añadió, lo que complica sus esfuerzos para buscar seguridad y mejores oportunidades.
Falta de información y acceso a procesos seguros
Aunado a que solo una de cada cinco mujeres y adolescentes migrantes en Ciudad Juárez está familiarizada con el proceso de asilo en Estados Unidos, el diagnóstico documenta que 73% desconoce el Título 8 del código de dicho país que hoy regula las políticas y procedimientos de entrada.
Además, el 49% nunca ha escuchado hablar del Título 42, que se activó durante los tres años de la pandemia para permitir devoluciones expeditas. En tanto, un 31% desconoce la herramienta gratuita en línea CBP One, disponible para migrantes en el centro y norte de México, por su inaccesibilidad, así como por barreras tecnológicas, lingüísticas y geográficas.
Para Gras, la relevancia del estudio radica en la exposición del impacto de los cambios legales en Estados Unidos en la migración desde Centro y Sudamérica, pero también en la movilidad forzada de personas que habitan en México. La falta de información, subrayó, tiene consecuencias igualmente en la denuncia de delitos.
“Muchas personas no denuncian estos actos, solo un 10% lo hace. Eso tiene que ver con un problema en general en el contexto de movilidad, que es la falta de información relevante actualizada, y también el acceso a esa información”, precisó.
El diagnóstico recaba testimonios de 6o mujeres jóvenes y adolescentes, la mayor parte madres, en situación de movilidad en Ciudad Juárez provenientes principalmente de Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela, y contempla también entrevistas a 30 entidades clave entre albergues, organizaciones de la sociedad civil, agencias de Naciones Unidas, autoridades gubernamentales y asociaciones dedicadas a la atención de violencia de género.
Principales motivos para migrar en mujeres y adolescentes
El diagnóstico Mujeres adolescentes en crisis: impacto de las políticas migratorias en Ciudad Juárez revela que los motivos principales para migrar reportados por las mujeres jóvenes y adolescentes son la extorsión e inseguridad (32.2%), la falta de acceso a necesidades básicas (21.1%), la búsqueda de oportunidades laborales (13.3%), la pobreza (13.3%) y la violencia basada en género (6.6%).
En lo que refiere a sus planes de viaje, el 94.3% de las mujeres entrevistadas expresaron que esperarían en Ciudad Juárez hasta poder cruzar a los Estados Unidos. En ese contexto, las políticas migratorias restrictivas que persisten en la actualidad y la desinformación al no poder continuar su tránsito generan un profundo impacto psicoemocional, que exacerba su desesperación.
“La violencia basada en género afecta de manera desproporcionada sobre todo a mujeres, niños, niñas y adolescentes en todo el trayecto, y sobre todo a las no acompañadas. Las que más sufren, aparentemente, también son las personas de la diversidad sexual. Esto se ha venido incrementando en el transcurso del tiempo desafortunadamente. Hay mucho miedo y mucho trauma emocional en ese sentido”, destacó Gras.
Entre los delitos que las mujeres reportaron enfrentar con mayor cotidianeidad en su ruta migratoria está la extorsión económica, a la que refirió un 40%, mientras que un 34% identificó una mayor vulnerabilidad en el camino por razones de género, de acuerdo con el diagnóstico elaborado en Ciudad Juárez entre noviembre de 2023 y febrero de 2024.
Apenas en marzo pasado Animal Político publicó el incremento en delitos de violencia sexual contra mujeres migrantes en la frontera norte de nuestro país documentado por Médicos sin Fronteras. Particularmente en las ciudades de Reynosa y Matamoros, Tamaulipas, parte de las rutas migratorias, en el último trimestre de 2023 la organización internacional registró un alza del 70% en consultas por violencia sexual.
Exigencias para los entornos de movilidad de las mujeres
Mediante este diagnóstico, a juicio de Glas, se pone de relieve que se debe colocar a las personas en contexto de movilidad forzada en el centro de la toma de decisiones, lo que no sucede en estos momentos.
“Es crucial reconocer y fortalecer su agencia, permitiéndoles tomar decisiones informadas, lo que también falta, sobre todo sobre el proceso migratorio y a dónde ir, a dónde acudir, garantizando así sus derechos como personas, y específicamente como mujeres que tienen derecho a un refugio en un país”, señaló.
El diagnóstico hace, al mismo tiempo, un llamado a la acción para replantear las políticas migratorias como parte integral de la agenda política y legislativa en México y Estados Unidos, además de enfatizar la necesidad de abordar la crisis migratoria desde una perspectiva de derechos humanos y protección integral.
Entre otras acciones, el documento recomienda establecer vías legales y seguras de migración, priorizar las necesidades de protección internacional en la gestión de flujos migratorios; garantizar el acceso a la educación, salud, protección contra la violencia y explotación en espacios de acogida y rutas migratorias; intercambiar información para la cooperación transfronteriza en la ayuda a las personas migrantes, y que estas cuenten con asesoramiento legal.
“Hay que replantear el tema de la ley migratoria, verla desde el punto de perspectiva no solo como un migrante o alguien que busca refugio, pero también con perspectiva de género. La problemática que enfrentan las mujeres en movilidad es diferente que la que encuentran los hombres”, remarcó Glas.
La metodología que se empleó para hacer el diagnóstico –añadió Lucero Nieto, coordinadora local en Ciudad Juárez de Plan International México– se conoce como Girls in Crisis, y su particularidad es que reconoce a las niñas y a las mujeres jóvenes como expertas en esas crisis. Desde un enfoque de derechos, hace énfasis en que son ellas quienes vivieron las experiencias, retoma sus voces y busca amplificarlas.
“Ahí también son importantes los desafíos específicos que enfrenta la niñez: detectamos que en estos espacios de acogida que hay en la Ciudad (Juárez), tienen mucha desesperanza; están enfrentando mucha tristeza porque no son tomados en cuenta en las decisiones de los adultos, porque extrañan su lugar de origen, pero en las entrevistas con sus madres o cuidadores esto no se ve reflejado, solo un 9% nos dice que identifica estos síntomas de enojo, de desesperanza y de ira en sus niños y niñas. Es un dato bastante revelador”, concluyó.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MARCELA NOCHEBUENA.
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