De acuerdo con los pobladores, miles de metros cúbicos de agua son extraídos del Estero de Chac, un terreno pantanoso en la comunidad Huay Pix, a unos 15 kilómetros de la capital del estado.
Las pipas que transportan el agua hacia las obras del megaproyecto federal extran el líquido al final de la calle Venustiano Carranza, que cuenta con un acceso público y sin vigilancia a la laguna.
La Ley de Aguas Nacionales establece que constituye un delito federal la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales en volúmenes mayores a los autorizados en los títulos respectivos o en las inscripciones realizadas en el Registro Público de Derechos de Agua.
Si bien el marco legal sobre el agua también es objeto de crítica por los pueblos y comunidades que luchan contra la entrega del recurso a las empresas y los gobiernos que otorgan las concesiones, la extracción para el megaproyecto en la Península de Yucatán se realiza bajo la ilegalidad.
El Estero de Chac ya había sido afectado por las obras del Tren Maya en 2023, cuando en julio se denunció que el humedal, que conecta con la Laguna de Bacalar, fue rellenado para que pudieran pasar los materiales de construcción del megaproyecto.
Se trata de una denuncia más por la extracción de recursos para el Tren Maya. Tan sólo en marzo, habitantes de Chetumal, también en Quintana Roo, se quedaron sin agua por el quiebre que trabajadores del megaproyecto causaron en una tubería durante los trabajos para el tramo 6.
“Pésimo trabajo hacen los trabajadores del tren, hace como un mes que no cae agua en Fovissste y con este desastre menos habrá. Ese tren ha ocasionado más desastres que beneficios. Ojalá lo resuelvan pronto”, señaló Lupita Gonzales a través de las redes sociales de la Comisión de Agua durante los trabajos de reparación de la tubería en Chetumal.
“Ya un mes sin agua, ¿de dónde sacamos para guardar? Ya es suficiente del Tren Maya”, escribió por su parte otra mujer, de nombre Eva.
AUTOR: REDACCIÓN.
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