martes, 23 de abril de 2024

EL EXPEDIENTE ROSA ICELA: CARRERA A PRUEBA DE RESBALONES EN LA 4T

Rosa Icela Rodríguez ha navegado bajo el manto protector de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de sus resbalones, que no son pocos.

Lo mismo anuncia pesquisas jamás realizadas, órdenes de aprehensión inexistentes, o aprehensiones no concretadas. También declara muertas a personas que resultan vivas. 

Se trata de Rosa Icela Rodríguez, quien ha navegado bajo el manto protector de Andrés Manuel López Obrador a pesar de sus resbalones, que no son pocos. 

La encargada de la seguridad pública en el país ha enfrentado polémicas por errores al informar sobre la real condición de diversos casos sobre los que tiene qué pronunciarse cuando cobran relevancia mediática. 

Aunque son varios los resbalones de Rosa Icela, y en especial los relacionados con los cotidianos enredos de cifras sobre la inseguridad, dos lances ilustran su metodología a prueba de yerros.

MUERTOS QUE CAMINAN

Uno de los asuntos que más recientemente se le enredó a Rosa Icela fue el de Adrían Guerrero Caracheo, miembro de la planilla de Gisela Gaytán, la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya que fue asesinada el primero de abril.

Al día siguiente del homicidio, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana aseguró que el candidato a regidor también había fallecido en el ataque.


Al ver la información de fuente tan seria como puede serlo la dependencia encargada de proteger la integridad de los mexicanos en su vida y en sus bienes, los políticos morenistas de Guanajuato también salieron a lamentar la muerte de Guerrero Caracheo, y hasta dieron detalles del deceso, para que no hubiera duda.

La candidata obradorista a la gubernatura, Alma Alcaraz, y el perdedor de esa candidatura y ahora nominado a senador, Ricardo Sheffield Padilla, con la prisa de culpar al gobernador panista por el asesinato de Gaytán, organizaron una rápida rueda de prensa y dijeron: 

“Responsabilizo a Diego Sinuhé”, dijo Sheffield, y luego, cuando le preguntaron cuáles habían sido las causas del fallecimiento del candidato a regidor celayense, soltó: “Falleció cuando recibía atención médica en el hospital”.  ¿En cuál? ¿quién lo atendió? ¿Cuántos impactos de bala recibió? Pues no más preguntas.

Ya se iban doña Alma y don Ricardo a seguir con el duelo, cuando “de allá arriba” salió “nueva información”.

La que nos cuida, Rosa Icela Rodríguez, ordenó enmendar, o remendar, la versión inicial, a través de un boletín: “Nos han actualizado la información referente al candidato a regidor Adrián Guerrero Caracheo, quien hasta el momento se encuentra en calidad de no localizado; y no de fallecido, como se reportó esta mañana”.

Si ya estaba el asunto confuso, se puso peor. Pero eso era sólo el principio. Horas después se supo que el candidato morenista a regidor de Celaya en realidad se había refugiado en las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) por temor a un nuevo atentado. 

Ni Sheffield ni Alcaraz salieron a aclarar nada. Y el miércoles reaparecieron en el sepelio de la candidata asesinada.

FUTUROLOGÍA

En mayo y junio de 2022, Rosa Icela insistió públicamente en que ya habían salido las órdenes de aprehensión y luego que habían sido capturados los asesinos del periodista sinaloense Luis Enrique Ramírez, cuyo cadáver apareció embolsado en suburbios de Culiacán el 5 de mayo de ese año.

A la semana, un día después de entrar en acuerdo con su jefa Rosa Icela, según voces indiscretas, el entonces subsecretario, posterior estrella fugaz de Tik-Tok, y actual candidato a diputado plurinominal, Ricardo Mejía Berdeja, salió a decir en la mañanera que ya se tenían identificados a los asesinos:

“Quiero señalar que ya se tienen identificados a probables responsables, pero que por un asunto de debido proceso y sobre todo para que no se sustraigan de la acción de la justicia, no podemos dar cuenta (de ello)”.


No bien se había emitido el anuncio, cuando la fiscal sinaloense, Sara Bruna Quiñonez, desmintió cosa semejante. Pero el 20 de mayo, cuando todos se habían olvidado de ese comprensible error humano, la titular de SPPC salió con que los asesinos no sólo estaban identificados, sino que incluso “ya hay órdenes de aprehensión”.

Entonces Mejía, el futuro tik-toker, tuvo que salir a desmentir a su jefa: “Sí están identificados, pero no hay órdenes de aprehensión”. A esas alturas ya nadie sabía cuál era la verdad.

Rosa Icela volvió a la carga, y no sólo salió a anunciar que ya estaban identificados los criminales, o que habría órdenes de aprehensión contra ellos, sino ¡que ¡ya había detenidos ! y que habría más. 

Dijo: “Estamos trabajando en coordinación con la Fiscalía General del Estado y es importante (decir) que en muchos de los eventos delictivos que suceden en esta entidad, estamos muy en contacto en la supervisión, como fue el caso del homicidio de Luis Enrique Ramírez, donde se han detenido a los responsables y hay órdenes aún de aprehensión pendientes”.

Todos esperaban los detalles sobre el golpe, la identidad de los detenidos, y demás información relacionada, cuando el gobernador Rubén Rocha Moya, tuvo que desmentir a Rosa Icela porque, sencillamente, no era cierto.

De hecho, no hubo detenidos relacionados con el asesinato del periodista sino hasta diciembre de 2023. El presunto homicida del periodista fue detenido el 16 de diciembre en una colonia periférica de Culiacán.

¿PUES DE DÓNDE SALIÓ?

El periodista recientemente fallecido, José Martínez, manifestó su sorpresa cuando AMLO le encargó al seguridad del país “a una de las niñeras de los chicos López”. Fue reportera, primero de La Afición y luego de La Jornada. Pero como muchos “periodistas” militantes, la hoy secretaria de Seguridad Pública prestaba servicios en el hogar de AMLO, desde donde efectuaba su “tarea periodística”, junto con una las columnistas de La Jornada, Lourdes Galaz, también del círculo de confianza del hoy presidente.

Otro periodista reconocido, Marco Lara, relata que  un sábado de febrero de 1996, al mediodía, Rodolfo F. Peña, presidente del consejo de administración de La Jornada, supervisaba a su personal en Villahermosa. Se dirigía a la casa de AMLO, su compadre, ocupado en obstruir pozos petroleros. Peña y Carmen Lira son padrinos, bajo ritual católico, de José Ramón y Andrés Manuel López Beltrán, los polémicos hijos del mandatario. 

En su libro Diarismo, Lara cuenta que al salir del Hotel Calinda rumbo al desarrollo Galaxia, donde está la casa de AMLO, Peña “intercambió saludos con una mujer acompañada de dos niños: Lourdes Galaz y dichos hijos del político tabasqueño. Ella dijo que los llevaría de compras y luego al cine. (…) Galaz, que también trabajaba en La Jornada, estaba expresamente en Villahermosa para cuidar a los pequeños”. Rosa Icela Rodríguez, entonces reportera del mismo periódico, y hoy secretaria de Seguridad Ciudadana, estaba vigilando que todo estuviera bien en la casa de AMLO.

“Junto a la sala, en un rincón, una joven morena comía apresuradamente, muy encorvada y silenciosa: Rosa Icela Rodríguez, entonces reportera de La Jornada (…). Al ver entrar a Peña se puso en pie de un brinco, saludó y explicó. “Pues aquí estamos, al pie del cañón; no queremos que se lleven a Andrés Manuel; a ver cómo, pero no podemos permitirlo”.

Al año siguiente, Rosa Icela ya “cubría” la fuente de la presidencia de AMLO en el PRD y, tres años después, se convirtió en directora general de Participación Ciudadana y después directora general de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana del gobierno del tabasqueño en el Distrito Federal.

AL AMPARO DE AMLO

Cuando acabó el gobierno de AMLO, y desde entonces, Rosa Icela se convirtió en una de sus más leales colaboradoras.

Dejó a Rosa Icela “sembrada” en el gobierno de Ebrard, donde fue coordinadora del Gabinete Seguridad de Gobierno y Seguridad Pública de 2006 a 2009, que constituyen sus antecedentes en el sector.  Pero Ebrard terminó enviándola al Instituto para la Atención de Adultos Mayores.

Con Miguel Ángel Mancera, que llegó a Jefe de Gobierno todavía por el PRD, Rosa Icela se mantuvo como una de las “cuotas” de AMLO, esta vez con mayor grado: fue nada menos que secretaria de Desarrollo Social, primero, y después, de Desarrollo Rural.

Nos cuentan que en el periodo de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosa Icela aprobó muchos proyectos de difusión, promoción de derechos ciudadanos, y cosas semejantes.

Y ya en la gestión de Claudia Sheinbaum de la Ciudad de México, donde AMLO tenía más margen de maniobra, Rosa Icela fue secretaria de Gobierno. Y desde octubre de 2020 es la que nos cuida.

FUENTE: EMEEQUIS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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