El pasado 25 de marzo, el último de los vagones del Tren Maya se descarriló mientras realizaba el cambio de vías llegando a la estación Tixkokob, en Yucatán.
“No sé cuál sea la razón por la cual no la hayan terminado, pero están incurriendo, desde luego, en un riesgo, porque en cada ocasión, tendrán que estar actuando los trabajadores y se incrementa la posibilidad del error humano”, afirmó durante una entrevista con Aristegui En Vivo.
El ingeniero explicó que este sistema está formado por una especie de “lengüitas” que permiten automáticamente ser movidas de su lugar para canalizar al tren a otras vías, como ocurre en el caso del acceso a los andenes de las estaciones.
“Desde luego es un riesgo que se corre, porque estamos hablando de que en cada ocasión que se tenga que pasar el tren a la vía de acceso de la estación, pues hay que hacer ese ajuste manual para guiar precisamente al tren, esto, desde luego, debe ser de manera automática, a través de un sistema de control, puede ser hidráulico, neumático, eléctrico, etcétera”, agregó.
El pasado 25 de marzo, el último de los vagones del Tren Maya se descarriló mientras realizaba el cambio de vías llegando a la estación Tixkokob, en Yucatán, cuando se dirigía a Cancún, Quintana Roo, procedente de Campeche.
Tras una investigación realizada por las autoridades, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, afirmó el pasado 2 de abril que el descarrilamiento se debió a una “sujeción no adecuada” de los fijadores de vía.
“La que se señala el general, el Secretario de la Defensa, es que la famosa clamp o la abrazadera, que es el elemento que permite transitar el tren a la vía que se desea, aparentemente le faltaron ahí tornillos, o si se lo pusieron no los pusieron adecuadamente o no lo pusieron en la cantidad adecuada, cualquiera de ellos pudo haber sido”, explicó.
Detalló que aparentemente se produjo el accidente debido a que la fuerza producida por el cambio de vía se encontró con una fuerza cortante en los elementos de sujeción (pasadores, tornillos).
“Debido a que cambia de dirección, la velocidad del tren, por el simple hecho de cambiarlo de vía, aparece una fuerza que hay que manejar; esa fuerza es proporcional a la masa que tiene el tren a la velocidad, que en este caso era pequeña, que va elevada al cuadrado, en la fórmula, y que se divide entre el radio que tiene esa curva”, aseveró.
“Eso origina una fuerza, si esa fuerza no puede ser tomada por los elementos de sujeción, por esos pasadores, por esos tornillos, pues entonces, aparentemente falló, por lo que se llama una fuerza cortante en el pasador y eso originó el descarrilamiento de uno de los vagones, el último de hecho, y eso fue lo que aparentemente ocurrió”, añadió.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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