En tanto, las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón y el gobierno de la CDMX siguieron con el intercambio de acusaciones de falta de coordinación para atender la crisis.
A 16 días de la crisis por agua contaminada en la alcaldía Benito Juárez, el exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, dijo tener la certeza de que esa contaminación se debió a un tipo de diésel que se filtró a través de un sistema de falla geológica, facturación o grieta en el suelo y acusó que es “información que están ocultando en el gobierno” de la Ciudad de México.
En tanto, las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón y el gobierno de la CDMX siguieron con el intercambio de acusaciones de falta de coordinación para atender la crisis; mientras que vecinos afectados acusaron con Proceso que en la única reunión que han tenido con el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Rafael Carmona, éste les dijo que “nunca se había hablado por teléfono, que nunca han tenido una llamada relativa a esta crisis” con la autoridades de la demarcación afectada.
La mañana de este lunes, el alcalde de Benito Juárez, Jaime Isael Mata, y la encargada de despacho de Álvaro Obregón, Mariana Rodríguez, ofrecieron una conferencia con Luege, - designado el pasado 12 de abril como encargado de la coordinación para la atención de la emergencia del agua contaminada.
Ahí, el exfuncionario federal declaró que técnicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmaron que el contaminante en el acuífero es un tipo de diesel “que está en profundidad”.
Es decir, agregó, “que se filtró de algún depósito, de algún ducto, de alguna falla a lo mejor antigua, a través de un sistema de falla geológica, o fracturación, o grieta en el suelo, para llevarlo a gran profundidad y que está lamentablemente afectando directamente al principal acuífero de abastecimiento de la zona Metropolitana de la Ciudad de México”.
De acuerdo con el extitular de la Conagua, esa información ya está en manos del gobierno de Martí Batres: “La tenemos nosotros y, por lo tanto, la tiene Pemex, la tiene el gobierno de la ciudad, la tiene el gobierno federal, información que están ocultando”.
Y acusó omisión “absoluta” de las autoridades federales frente a una situación que afecta a la salud de los habitantes: “¿Dónde está la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios)? ¿Dónde está la Conagua? ¿Dónde está la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente)? ¿Dónde está Petróleos Mexicanos? ¿Dónde está la Fiscalía General de la República?, que tiene que investigar qué es lo que sucedió y si hay responsables”.
António Guterres, integrante de la coordinación para la atención de la emergencia, declaró que según la información que tienen, la cantidad de contaminante que afecta el agua es de un “volumen considerable” y puede extenderse a otros pozos profundos circundantes.
Y advirtió: “La remediación de la contaminación debe hacerse de forma urgente, de acuerdo a la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, a la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y a Ley de Aguas Nacionales, la responsabilidad de este evento corresponde a quien contamine”.
Dijo que al tratarse de diesel o derivados de hidrocarburos, la primera identidad que debería revisarse es Pemex, pues es la más probable fuente de contaminación por la cercanía de su ducto al pozo Alfonso XIII, señalado por el gobierno local. Y dijo que su clausura no es la solución, pues se debe mantener en funcionamiento para extraer el material contaminado.
El especialista alertó que Pemex tardará “mucho tiempo” de hacer la remediación y podría pasar a la siguiente administración federal y local, mientras que la Conagua debe hacer estudios para ubicar la falla geológica y monitorear pozos cercanos para prevenir la presencia de contaminantes.
Bruno Díaz, abogado de la coordinación, aclaró que al ser un acuífero son aguas nacionales y, por lo tanto, es de competencia federal, mientras que en materia de salud, las autoridades están obligados a revisar el cumplimiento de la Norma Oficial 127 de la Secretaría de Salud. De paso, dijo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha sido omisa en su obligación de investigar violación al derecho humano al agua.
Ausencia de cooperación
Una vez más, el alcalde de Benito Juárez hizo responsable al jefe de Gobierno, Martí Batres, sobre los daños en materia de salud a los habitantes de la demarcación que dirige y a la de Álvaro Obregón:
“Ante la reiterada negativa de trabajar en coordinación con las alcaldías (...) de manera interinstitucional, le solicitamos la coordinación, el diálogo y la comunicación en beneficio de los vecinos; sin embargo, hasta la fecha hay una reiterada negativa a que eso suceda”.
La encargada de despacho de Álvaro Obregón insistió en que se declare una emergencia sanitaria y exigió coordinación: “Pero también información, transparencia a los vecinos que siguen en total incertidumbre”.
En conferencia aparte, el mandatario local, Martí Batres, acusó que en esta crisis la alcaldía Benito Juárez “estuvo totalmente ausente” y le “dio la espalda a sus habitantes”.
En entrevista con Proceso, una representante de los vecinos que la semana pasada bloquearon las Insurgentes y Xola, Cristina Montemayor, declaró: “El tema del agua corresponde a Sacmex, la autoridad de la Ciudad de México. La única reunión que pudimos tener con ellos les exigimos que se coordinarán con las autoridades locales, a nosotros nos tiene impresionados que no tengan la intención de coordinar”.
También compartió: “Le preguntamos al doctor Carmona (titular de Sacmex) cómo se había coordinado con la alcaldía y nos dijo que nunca se habían hablado por teléfono, que nunca han tenido una llamada relativa a esta crisis. A los vecinos que estamos reclamando desesperados por información nos dicen que estamos politizando, pero ellos no hablan con el gobierno local porque es de otro color”.
¿Qué opinan los vecinos afectados?
Según Montemayor, existen otros dos factores por los que el gobierno de la CDMX pone en riesgo la salud de los habitantes en Benito Juárez:
-Limpieza de las cisternas: Es una “irresponsabilidad” que el gobierno capitalino la haga sin tener conocimiento preciso del contaminante, pues algunos hidrocarburos mezclados con sustancias de limpieza pueden resultar más tóxicos. “No debería el gobierno de hozar que se pueden lavar, hasta no confirmar la sustancia”, dijo.
-Falta de información: Las autoridades deben informar sobre la gravedad del asunto, pues aunque algunos vecinos han adquirido garrafones para su consumo, es posible que continúen bañándose con el agua contraminada, misma que Carmona les dijo que no podían sumergir “ni la mano”.
Por su parte, vecinos autonombrados “Guardianes del agua”, compartieron en su cuenta de Instagram una infografía de Pemex acerca de los daños a la salud que puede implicar el contacto o consumo de gasolina o diesel.
Daños en esófago y estómago:
• Perforación de esófago.
• Úlceras y perforación en estómago.
• Quemaduras y hemorragias.
• Gastritis.
• Diarreas.
• Vómitos recurrentes.
• Cáncer.
Daños en nariz:
• Formación de grietas.
• Quemaduras y hemorragias.
• Perforación.
• Pérdida de olfato.
• Sinusitis.
• Infección y pérdida del oído.
• Introducción de gases que dañan el riñón.
Daños en la piel:
• Ardor.
• Quemaduras y hasta pérdida de los músculos.
• Entrada de infecciones.
• Cáncer en combinación con los rayos del Sol.
Daños en ojos:
• Enrojecimiento y ardor.
• Quemaduras y pérdida de la córnea.
• Pérdida del canal lagrimal.
• Desprendimiento de la retina.
• Ceguera.
La infografía de Pemex no puntualiza la cantidad de hidrocarburo a la que se debe estar expuesto para sufrir las consecuencias mencionadas, ni tampoco la concentración, pero detalla que no hay recuperación y existe incluso el riesgo de muerte.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: XIMANA AROCHI.
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