El retiro del memorial, con el que se recordaba a Nadia Vera, Mile Martín, Alejandra Negrete, Rubén Espinosa y Yesenia Quiroz, asesinados impunemente el 31 de julio de 2015 cuando se refugiaban de la persecución política en el cuarto piso del edificio número 1909 de la calle Luz Saviñón, fue instalado en julio de 2021 por las familias de las víctimas, sus equipos legales y las organizaciones que acompañan el caso.
“Esta no es la primera ocasión que se intenta borrar la memoria del multifeminicidio y homicidio conocidos como el Caso Narvarte. Antes de este memorial, instalamos placas, jardines, y renombramos calles. Esos esfuerzos también fueron borrados. Pero la memoria es terca y seguirá renaciendo en las calles”, aseguraron los familiares y organizaciones como Artículo 19, Huellas de la Memoria, la Glorieta de las y los Desaparecidos y el Festival Arte Para No Olvidarte.
El retiro del memorial sucedió días después de que trabajadores destruyeron el Muro de la Memoria que el colectivo Huellas de la Memoria construyó desde 2020 frente a la Fiscalía General de la República (FGR), con fotografías de sus familiares desaparecidos, y un mes después de que militares de Palacio Nacional retiraran los memoriales de desaparecidos instalados por familiares y colectivos de búsqueda en el Zócalo capitalino.
“Como dijimos cuando instalamos el memorial, ‘si lo retiran, lo volveremos a poner’. Porque la memoria de Mile, Yesenia, Rubén, Alejandra y Nadia sigue viva, porque la seguimos construyendo cada día, y porque no nos detendremos hasta lograr justicia, reparación integral y garantías de no repetición”, finalizaron los activistas.
COMUNICADO:
Hace unos días tuvimos conocimiento del retiro del memorial dedicado a Nadia Vera, Mile Martín, Alejandra Negrete, Rubén Espinosa y Yesenia Quiroz, ubicado en la calle Luz Saviñón. Este memorial recuerda los hechos del 31 de julio de 2015, cuando ellas y él fueron asesinados en el cuarto piso del edificio ubicado en el número 1909 de dicha calle. Al día de hoy, no ha habido justicia ni verdad ante este caso.
En julio de 2021, las familias, sus equipos legales, organizaciones de libertad de expresión y colectivos que acompañan el caso instalamos el memorial que fue retirado, con una placa que recuerda a quienes fueron asesinadas y con una exigencia permanente de justicia, verdad, y no repetición.
Esta no es la primera ocasión que se intenta borrar la memoria del multifeminicidio y homicidio conocidos como el Caso Narvarte. Antes de este memorial, instalamos placas, jardines, y renombramos calles. Esos esfuerzos también fueron borrados. Pero la memoria es terca y seguirá renaciendo en las calles. Reiteramos nuestro compromiso de acompañar esas memorias indómitas que nacen y renacen en cada uno de los espacios donde se recuerdan las violaciones a derechos humanos.
Si bien, se desconoce la autoría de este acto, cabe mencionar que el retiro de este espacio de memoria se da en un contexto en el que otros dos memoriales instalados en la Ciudad de México por la sociedad civil han sido retirados del espacio público: el 15 de marzo de este año, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas de México y Centroamérica denunciaron que se habían retirado memoriales en el Zócalo capitalino con los rostros de personas desaparecidas. Asimismo, el 26 de abril el colectivo Huellas de la memoria hizo público que también habían eliminado el “Muro de la Memoria” frente a la Fiscalía General de la República (FGR), con fotografías de sus familiares desaparecidos.
Es fundamental insistir en que el Estado, en todos sus niveles, está obligado a garantizar nuestros derechos a la verdad y a la memoria. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido en múltiples decisiones la importancia de que sea el Estado mismo quien promueva memoriales y actos conmemorativos ya que «contribuyen a despertar la conciencia para evitar la repetición de hechos lesivos» y «conservan viva la memoria de las víctimas». En ese sentido, el Estado mexicano le debe a las víctimas no sólo la protección de estos espacios, sino la remembranza de sus vidas.
En un contexto como el que vivimos, en que la justicia y la verdad son horizontes lejanos, debemos plantar, cuidar, germinar, acompañar a florecer las memorias, como un recordatorio de lo que ha pasado y de las personas que nos han sido arrebatadas.
Como dijimos cuando instalamos el memorial, “si lo retiran, lo volveremos a poner”. Porque la memoria de Mile, Yesenia, Rubén, Alejandra y Nadia sigue viva, porque la seguimos construyendo cada día, y porque no nos detendremos hasta lograr justicia, reparación integral y garantías de no repetición.
FIRMAN
Familias de Rubén Espinosa, Nadia Vera, Alejandra Negrete y Yesenia Quiroz
Huellas de la Memoria
Festival Arte Para No Olvidarte
Glorieta de las y los desaparecidos
Plataforma de víctimas de desaparición forzada en México
Red Regional de familias migrantes
Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica
Perez Rivera,Salas y Peña- Defensa Legal
AUTOR: REDACCIÓN.
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