Los desplazados demandan que se establezca una base permanente del Ejército Mexicano que garantice la seguridad de todos los habitantes.
Desplazados choles del municipio de Tila que hace 13 días dejaron sus hogares por la violencia de un grupo armado que dejó tres muertos, cuatro heridos, 17 casas y 21 vehículos incendiados y vandalizados, así como dos mujeres violadas, se vistieron de blanco y marcharon en silencio por la paz y la vida en el municipio de Yajalón, donde se encuentran refugiados desde el pasado 7 de junio.
“Queremos paz”, dijo un hombre que participó en la movilización, con el fin de que sean escuchados por las autoridades para que se establezcan las condiciones y puedan regresar a ocupar sus viviendas que dejaron en Tila, donde una veintena fueron saqueadas y quemadas. “Sí quiero el regreso. Ahí está nuestro patrimonio”, agregó otro de los manifestantes.
Los desplazados salieron la mañana de este miércoles 19 de junio desde el albergue que se ubica en la cancha de futbol rápido, ubicado en el libramiento, con dirección al centro de Yajalón, donde permanece otro grupo de familias en el auditorio municipal.
Con camisa, flores y globos de color blanco, los desplazados caminaron más de un kilómetro desde la Unidad deportiva al centro de Yajalón para pedir por la paz y tranquilidad en Tila, donde más de seis mil personas han dejados sus hogares de la cabecera municipal y miles más de otras comunidades.
En algunas cartulinas los desplazados escribieron: “Todos somos Tila”, “no hay camino hacia la paz, la paz es el camino; justicia para Tila”, “no quiero sentirme valiente cuando salgo a la calle, quiero sentirme libre”, “no a la violencia. Queremos un Tila seguro”, “los niños y niñas queremos un Tila seguro y vigiado para siempre” y “quiero salir a jugar e ir a la escuela con mis amiguitos”.
“Realizamos una peregrinación pacífica y en silencio y con ello estamos demandando a los tres niveles de gobierno que “nos escuchen porque tenemos que regresar a nuestras casas, pero con la garantía de que haya seguridad, desarme de los grupos armados para que en una semana o un mes nos vuelvan a intimidar”, señalaron integrantes de la comisión negociadora.
Los desplazados demandan que se establezca una base permanente del Ejército Mexicano que garantice la seguridad de todos los habitantes, mediante un documento firmado por las autoridades de los tres niveles de gobierno, y dejar abierta una mesa de trabajo para que se aborden temas como la aplicación del estado de derecho, la reparación de daños, el otorgamiento de servicios de salud, educación “y lo que se haya perdido en el transcurso de los años”.
“Queremos que nos escuchen, tenemos que regresar a nuestras casas, pero con la garantía de que haya seguridad, desarme y que no en una semana o un mes nos vuelvan a intimidar”, manifestaron.
Los desplazados aseguraron: “somos muchas familias que estamos en medio de cárteles y de grupos de choque, y ya no queremos que la situación siga así, queremos vivir en paz con nuestros hijos. Muchos años hemos sufrido”.
De acuerdo con cifras oficiales, más de cuatro mil habitantes de la cabecera de Tila se desplazaron el 7 de junio, luego de un enfrentamiento entre dos grupos antagónicos que dejó, además, tres muertos, cuatro heridos, 17 casas y 21 vehículos incendiados y vandalizados, así como dos mujeres violadas.
Este miércoles 19 de junio estaba programada en Tuxtla Gutiérrez instalar una mesa de diálogo que tendría la participación de funcionarios de la Secretaría de Gobernación, del gobierno estatal y de las autoridades municipales.
Miembros de la comisión negociadora que se quedaron en Yajalón insistieron en que “por el momento no hay garantías de seguridad para regresar a Tila. Nuestro pueblo está golpeado, cansado, con lágrimas. Somos más de 4 mil que participamos en la peregrinación, pero hemos valorado que somos más de 12 mil desplazados en total. Hay madres embarazadas y ancianos que salieron en sillas de rueda, en camillas”, aseguraron.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA COUTIÑO.
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