La tercera entrega en la saga de la integración del gabinete de la Presidenta de la República Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tomará posesión el 1 de octubre de 2024, es la más política de las tres que han sucedido hasta la fecha.
A diferencia de la primera entrega que fue la de la reconciliación y en la cual destacó el nombramiento como secretario de Economía a Marcelo Ebrard Casaubón, el antiguo adversario y denunciante de Sheinbaum Pardo, y la segunda que bien podría titularse, los científicos, por los perfiles académicos -mayormente de la UNAM- que la futura presidenta eligió para encabezar las áreas técnicas, científicas y especializadas; la tercera entrega fue la compensación a los políticos por el triunfo del 2 de junio de 2024.
En esa dinámica, de la entrega de reconocimientos postelectorales, destaca el nombramiento de Mario Delgado como secretario de Educación Pública. Delgado fue el orquestador de la campaña partidista, el dedo magnánimo en la distribución de las candidaturas de Morena a lo largo y ancho del País, y el dirigente nacional del partido oficialista que retuvo gubernaturas, ganó otras y con sus nominados y aliados, alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
En estas condiciones, una posición en el gabinete federal para Mario Delgado no necesariamente responde al reconocimiento de su capacidad intelectual para liderar un área determinada, sino que se ve más en razón de un premio a su dirigencia nacional de Morena que otra cosa.
De hecho, desde el año 2012 Mario Delgado no tiene una encomienda laboral específica redituable. En ese año terminó su labor en la Secretaría de Educación de la Ciudad de México, cuando Marcelo Ebrard era el Jefe del Gobierno capitalino. A partir de ahí, Delgado se dedicó a la política y la grilla, primero como senador, luego como diputado federal y posteriormente como dirigente de Morena, partido que titula desde el año 2020, por cuya labor, ahora es recompensado.
El segundo de los nombramientos políticos es más bien una ratificación. Ariadna Montiel Reyes, la secretaria de Bienestar del Gobierno de la República, y también emanada del ebrardismo en la Ciudad de México, titula esa dependencia desde el año 2022 cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador la nombró en el cargo.
Montiel es la encargada de entregar los apoyos sociales económicos a más de 30 millones de mexicanos en todas las regiones del país, a los adultos mayores, a las madres, a los jóvenes, a los estudiantes, pensionados y etcétera. Los mismos eficientes programas que adelantaron varios meses de entregas económicas a cada beneficiario previo al inicio de la campaña política, en la cual esos programas, fueron un tema central.
Las ayudas económicas, motivo de un pleito legal entre el Presidente y Xóchitl Gálvez, que debido a ello se convertiría en la candidata de la oposición a suceder a López Obrador, convirtió al asistencialismo político electoral del pasado en un institucional sistema de aportaciones a la economía de los pobres y las familias mexicanas, resultando en plenos y a la vista dividendos, tanto para el gobierno como para el partido en el poder.
En esas condiciones, no podría dejarse fuera del gabinete a quien ha orquestado dichas entregas desde 2022, y que tan eficientemente lo hizo en el año electoral de 2024, cuando, por poner un ejemplo, adelantó varios pagos a los pensionados del Bienestar quienes, en marzo, recibieron 12 mil pesos, entrega que se les advirtió, no se reanudaría hasta después del 2 de junio, o sea, una vez pasadas las elecciones.
Con tal eficacia, Ariadna Montiel Reyes se ganó su ratificación, y el papel hasta ahora exclusivo, de ser la única funcionaria transexenal, y transitar del gabinete de López Obrador al gabinete político de la doctora Sheinbaum.
El tercero nombramiento político en la estructura que acompañará a partir del 1 de octubre a la Presidenta Claudia Sheinbaum, está marcado por la mano de López Obrador: Rosa Icela Rodríguez, amiga personal del tabasqueño, su seguidora fiel, será la secretaria de Gobernación en el próximo sexenio. Y aunque tituló el símil de esa posición en el gobierno de la Ciudad de México cuando Sheinbaum fue la Jefa, la cercanía es con quien aún despacha en Palacio Nacional.
Sin resultados positivos o tangibles a su paso por la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, posición a la que arribó cuando Alfonso Durazo renunció para ser candidato y posteriormente gobernador de Sonora, Rosa Icela redujo ese eje del gabinete legal a una oficina de estadística y seguimiento de las cifras de la inseguridad y la violencia en el País. Ante esas conclusiones nada halagadoras, su nombramiento en el siguiente sexenio no parece ser un premio a su labor, sino una ratificación a la amistad y la fidelidad ideológica de un movimiento que Sheinbaum pretende encabezar a la salida de López Obrador de la Presidencia de la República.
El cuarto nombramiento está ligado al tercero, Omar García Harfuch, el aliado de Claudia Sheinbaum en la jefatura del gobierno de la Ciudad de México, y que fue derrotado en la elección interna a la candidatura por la CDMX, por parte de la favorita del Presidente, Clara Brugada; a pesar de que Harfuch ganó la “encuesta” de Morena, es una vez más -ya le había dado una candidatura al Senado- rescatado por Sheinbaum, ahora como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
Aparte de los científicos en áreas especializadas, el nombramiento de García Harfuch en seguridad es quizá de los más directos y decididos exclusivamente por la presidenta de la República electa. Y García Harfuch podría ser el punto de quiebre con las políticas públicas de la Presidencia de López Obrador y las de Sheinbaum Pardo, no sólo por transcender la simplonada de los abrazos, no balazos, sino porque en la construcción de la Secretaría de Seguridad se verá si García recupera la corporación policiaca de la dependencia, los operativos y rescata las áreas de inteligencia, todo ahora en manos de la Sedena, para cumplir el compromiso de la doctora.
Aun cuando los resultados están por verse, los últimos cuatro nombramientos del gabinete de la doctora Sheinbaum, indudablemente, fueron de corte político. De premios, recompensas, reconocimientos e imposición propia.
AUTOR: ADELA NAVARRO BELLO.
FECHA: 5 JULIO 2024.
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