El presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes, Cuauhtémoc Rivera, asegura que los productores han tenido que agregar al plan de negocios el pago de peaje ilegal, cuyo costo repercute en el precio final a los consumidores mexicanos; el kilo de aguacate ha aumentado en 40% en dos meses.
“El comercio del aguacate está apunto de capitular ante la extorsión”, señala Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPC) en una entrevista con Aristegui en Vivo.
“No tenemos que pagar doble peaje en las carreteras, un pago extra para poder transportar en las ciudades. La extorsión es el sótano de este asunto, más los crímenes y los delitos de fuero común, que hasta hace poco no eran graves. Ahora lo son; pero la extorsión se está extendiendo y se está normalizando. Hacemos un llamado de atención para que no se quite el dedo del renglón. Esto está por vencernos. Estamos a casi nada de que la sociedad mexicana capitule ante esta realidad”.
Rivera se refiere al negocio del aguacate, que ha tenido que incrementar el costo del producto porque los productores han sumado a los gastos del transporte una especie de pago extra por la distribución: peaje ilegal que “tiende a ser parte de los imprevistos” del costo de producción. Entre mayo y julio el precio de la fruta se ha incrementado en más 40%, según Rivera.
¿Ya llegó el momento de la resignación?, pregunta Carmen Aristegui. Rivera responde: “Lo que trato de dar a entender es que pareciera que se normalizó la situación, parece que en realidad la extorsión debe formar parte del plan de negocios para todo productor agrícola, para todo exportador y para todo aquel que haga algún negocio. Debe tener previsto que va a ser atacado o asediado por los extorsionadores en las carreteras. Y en las grandes ciudades y en las medianas localidades con el famoso cobro de derecho de piso”.
“Señalamos este detalle porque nos pareció ya el colmo: usted es el comprador de un producto -digamos que es extranjera- y va a invertir su dinero en ese producto. Entonces, envía a su gente para que investigue si el producto existe; si el transporte se está llevando bien, si no tiene plagas. Tiene derecho a saber en qué condiciones está el producto que va a comprar. Contrata a sus inspectores y estos inspectores son secuestrados de manera exprés. Son liberados a las horas. Se van asustados a sus casas. Entonces le van a decir: oye, allá a donde vas a comprar tal producto están bien locos, nos secuestraron y nos amenazaron…”
“¿Qué hicieron, con ese ejemplo, los americanos? Cancelaron la compra del aguacate durante dos semanas, y para evitar que el comercio se viniera abajo por más tiempo tuvo que intervenir la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se convirtió en un tema de Estado. Hasta que se levantó el veto”, comentó.
Sin embargo, apuntó que tras el veto se volvió a presionar al mercado local. “Y nada más en mayo el precio del aguacate que costaba 59.52 pesos en promedio pasó a 70.18 en junio. 17.90% más. Y de junio a julio: llegó a 83.84 pesos. Es decir, en los últimos dos meses el precio del producto se ha incrementado en 40%. Y esto es por la presión que tiene el mercado de exportación porque lo le están cobrando de peaje ilegal nos lo están cargando en el mercado local”.
¿En qué acabó, por ahora, el expediente estadunidense?
“En que presionaron al comprador para doblar al vendedor. En este caso a los que cultivan el aguacate en Michoacán. Así los suavizaron. Alguien tiene que cargar con el gasto del ‘muerto’ y en este caso somos los mexicanos. Todo vino a caer en el mercado local”.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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