Víctor Fuentes del Villar, quien hace 19 años heredó de su tío Leonardo Rodríguez Alcaine el sindicato de electricistas, pretende reelegirse una vez más. Desvíos de recursos, agresiones sexuales, acoso y hostigamiento han marcado su gestión, asegura la disidencia.
Cuando está por cumplir 90 años, Víctor Fuentes del Villar busca reelegirse seis años más al frente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), donde ya tiene 19 años como dirigente y arrastra un historial de denuncias por corrupción, entreguismo, acoso, persecución, hostigamiento sexual y prácticas denigrantes contra trabajadoras.
Aunque los estatutos sindicales marcan que el proceso de renovación de la dirigencia sindical debe realizarse en noviembre, Fuentes del Villar, quien en septiembre cumple los 90, adelantó cuatro meses la convocatoria para designar el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y a la Comisión Nacional de Justicia del sindicato que estarán vigentes de 2025 a 2031.
Hoy 18 de julio los más de 67 mil 551 trabajadores de base y temporales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) acudirán a votar en 310 casillas que se instalarán en las 248 secciones que conforman el SUTERM y, por primera vez, desde la fundación del sindicato en 1972 podrán elegir entre tres planillas, una de ellas encabezada por el actual dirigente y las otras dos con propuesta de cambio.
La planilla uno, identificada como Roja y con el lema “La experiencia da certeza”, es encabezada por Fuentes del Villar, quien es secretario general del SUTERM desde 2005, pues asumió tras la muerte de Leonardo Rodríguez Alcaine, quien era su tío.
Esta planilla está compuesta entre otros por Ernesto González Núñez, Víctor Manuel García Trujeque y Nereo Vargas Velázquez, sus más cercanos colaboradores.
La planilla dos, color Rosa, con el lema “Todos somos Romellón”, propone como dirigente a José Antonio Lara, pero tiene como líder real a Gustavo Romellón Rodríguez, un electricista de Campeche que fue suspendido de sus derechos sindicales por ser una voz crítica de Fuentes del Villar.
La planilla tres, la Guinda, tiene como lema “Sin Miedo, Unidos por la Transformación Sindical”. Propone para la Secretaría General a Juana Cristina Balderas Pérez, una trabajadora de Cefemáticos de Tijuana.
Las dos propuestas disidentes han denunciado que Fuentes del Villar está recurriendo a la compra de votos, a hostigar a los trabajadores en sus centros laborales vía los dirigentes seccionales y al uso de recursos del sindicato para regalar chamarras, relojes, gorras, termos y pantallas para comprometer la preferencia de los agremiados.
Juego sucio
Los participantes en las planillas denuncian que la convocatoria sólo contempló 11 días para hacer campaña en todo el país y hubo centros laborales donde les cerraron el acceso, otros donde se encontraron a trabajadores temerosos de represalias, pero también a otros decididos a la renovación sindical.
Entregaron a este medio fotos donde exhiben el uso de vehículos y personal de la CFE para colocar en los centros de trabajo mantas y promocionales en favor de Fuentes del Villar, mientras, aseguran, que los colocados por las planillas opositoras son destruidas o retiradas.
Ambas planillas disidentes coinciden en eliminar la Cuenta Individual de Jubilación (Cijubila), que es un fondo de retiro que el sindicato pactó con la CFE con el cual los trabajadores que entraron a la paraestatal a partir de 2008 perdieron el derecho a jubilarse bajo el esquema que pagaba el Estado.
También pugnan por recuperar cláusulas que fueron mutiladas del Contrato Colectivo de Trabajo, como el derecho escalafonario, el fondo de vivienda y el convenio de productividad, así como el pago de aguinaldo a jubilados y pensionados, entre otros.
Igual, coinciden en ofrecer que regresarán a los trabajadores el derecho a la libre expresión, así como acabar con las amenazas, opresión, terror laboral y los despidos por represalias.
Romellón aseguró representar a los trabajadores de la CFE que han sufrido el acoso y maltrato por parte de la cúpula sindical.
Aunque no aparece en la planilla porque aún lleva un juicio para recuperar su reinstalación y derechos sindicales, ofreció que los recursos provenientes de 2%, que Fuentes del Villar reconoce cobra el SUTERM a contratistas de la CFE, se trasparentarán y se repartirán a las representaciones sindicales para beneficio de los agremiados.
“Hoy en día, el SUTERM es una empresa generadora de dinero para los que forman parte del Comité Ejecutivo Nacional, no es un sindicato; nosotros vamos a ser un sindicato en favor de los trabajadores”, prometió.
A su vez, Balderas Pérez pidió a los electricistas romper con el miedo a la represión y las intimidaciones y aprovechar la “oportunidad histórica”, pues es la primera vez que hay una competencia por la dirigencia del SUTERM que se definirá por voto libre y secreto.
La planilla tres es la única que tiene específicamente entre sus propuestas erradicar la violencia, discriminación y acoso sexual que han sido temas constante en el sindicato.
Existe la Unión de Víctimas de la CFE-SUTERM, donde mujeres han revelado el “asfixiante y criminal acoso sexual, laboral, violaciones y feminicidios” que viven las trabajadoras en la paraestatal y el sindicato.
El objetivo del madruguete
La convocatoria anticipada se emitió el 6 de junio último, a sólo cuatro días del triunfo de la morenista Claudia Sheinbaum en los comicios presidenciales, por lo que dirigentes y trabajadores disidentes asumen que Fuentes del Villar pretende blindarse ante una posible injerencia del nuevo gobierno para democratizar el SUTERM, considerado un reducto del “sindicalismo charro”.
Wendy Herrera, quien fue directora del Jurídico y de la Unidad de Transparencia del sindicato, considera que el dirigente de los electricistas entró “en pánico” con el triunfo de Sheinbaum –quien se asume feminista–, debido al caudal de señalamientos que hay en su contra por usar el cargo sindical para abusar y hostigar a mujeres, pero también para proteger a trabajadores violadores y agresores sexuales de la CFE.
La exintegrante del CEN del SUTERM, quien lleva un juicio para exigir su reinstalación laboral, cuenta con medidas cautelares emitidas por el Juzgado 52 penal de la Ciudad de México en las que se señala a Fuentes del Villar y a otros integrantes de la directiva sindical como “agresores” de mujeres, y se les prohíbe acercarse a ella o a su hijo y realizar en su contra “conductas de intimidación o violencia”.
Herrera ha revelado haber sido testigo de prácticas denigrantes, sexistas y hasta de trata al interior de la dirigencia sindical.
Uno de los rituales que ha denunciado son las comidas de cada miércoles en las que se congregaban los integrantes y directivos del CEN del SUTERM y las cuentas ascendían de 300 mil a 600 mil pesos entre alimentos y bebidas.
En esos encuentros Fuentes del Villar gustaba rodearse de mujeres jóvenes y guapas que lo adulaban y estaban obligadas a ser complacientes con chistes obscenos y comportamientos, lo mismo que ocurría en los Congresos Nacionales que el sindicato lleva a cabo en Cancún.
Otra práctica denigrante fue ventilada por los medios de comunicación hace un par de años, referente a la pasarela de mujeres con minifaldas, pronunciados escotes y altos tacones que buscaban llamar la atención del dirigente sindical cuando llegaba a su oficina, a fin de obtener una plaza.
Herrera cuenta que una de esas mujeres, Elisa Montiel, se quebró una pierna persiguiendo la camioneta de Fuentes del Villar y después de eso se le dio una plaza laboral hasta ser titular de la Unidad de Transparencia del SUTERM.
También en 2022 fue ventilado el caso de Gabriela Sánchez Castillo, conocida como Gaby Castillo, participante del programa “Enamorándonos”, quien fue detenida en posesión de droga y se le relacionó como integrante de la Unión Tepito.
Trabajadores ventilaron que la influencer contaba, desde los 16 años, con una plaza en las oficinas centrales de la CFE, que le concedió Fuentes del Villar, Incluso se evidenció que la joven publicaba en sus redes sociales fotos tomadas en las oficinas del sindicato.
Además, se han ventilado casos de violencia sexual e intentos de feminicidios contra trabajadoras que presuntamente fueron solapados por el sindicato, uno de esos casos ocurrió en 2022 en la planta de Samalayuca, Chihuahua, cuando una empleada de CFE acusó a cuatro de sus compañeros de trabajo de haberla violado y abandonado al darla por muerta. En lugar de ser respaldada por el SUTERM, los líderes reinstalaron a los acusados, mientras que Cinthya fue despedida.
De la misma manera se han dado a conocer otros casos en los que las víctimas de acoso o violaciones son obligadas a seguir conviviendo con sus agresores en los centros de trabajo.
Víctor Carreto, quien ganó un juicio de reinserción laboral y es secretario de Gestión Industrial del CEN del SUTERM, consideró que Fuentes del Villar buscará imponerse en las votaciones de este jueves para evitar posibles investigaciones sobre los millonarios recursos que maneja procedentes no sólo de cuotas sindicales, sino de empresas que han creado con recursos de los trabajadores.
Uno de los tantos pendientes que Fuentes del Villar tiene se refiere a la devolución del Fondo Mutualista que se creó para mejorar las condiciones de jubilación de los trabajadores de la CFE y que a 2012 se calculaba que ascendía a 638 mil millones de pesos. Este fondo fue extinguido sin devolver sus aportaciones a los electricistas.
No en balde, en la pasada revisión contractual el sindicato incluyó cláusulas que representan una especie de fuero para los dirigentes.
En la fracción VII de la cláusula 46 se modificó para quedar como sigue:
“Ninguna sanción afecta el carácter de representante sindical, por lo que continuarán ejerciendo sus funciones sindicales en los mismos términos y condiciones que lo venga desempeñando, hasta en tanto se resuelva su situación jurídica y la CFE le brindará las facilidades para ello, dentro de los centros de trabajo…”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.
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