Los campesinos acusaron a la transnacional de convertir a la región Cuenca Libres-Oriental en un “campo de explotación y desolación”.
Con el apoyo de organizaciones civiles de ambas entidades, los campesinos reclamaron que, a más de un mes de la violenta represión que sufrió este movimiento por parte de la policía estatal de Veracruz, sigue sin esclarecerse quién ordenó disparar contra los defensores que se manifestaban frente a la productora de alimento de cerdos de Granjas Carroll, en la localidad de Totalco, municipio de Perote.
Ese 20 de junio, los hermanos Alberto y Jorge Cortina fueron acribillados a balazos por elementos de la ahora extinta “Fuerza Civil” de Veracruz y hasta ahora sólo se ha confirmado de manera oficial que dos elementos de esa corporación fueron detenidos, pero bajo cargos de “abuso de autoridad”.
Los pobladores se plantaron este miércoles frente al rastro Tipo Inspección Federal (TIF) que opera Granjas Carroll en este municipio y que se suma a los 121 sitios o naves que tiene en los límites entre Puebla y Veracruz, donde produce alrededor de dos millones de cerdos anuales.
“Granjas Carroll, el gigante de la producción porcina, al igual que tantas transnacionales, ha sembrado el desolador estandarte de la explotación en nuestras tierras”, señalaron en un pronunciamiento los manifestantes.
“Sus prácticas han drenado ríos, contaminado el aire y minado la seguridad alimentaria de las comunidades. Lo que es aún más devastador es la división que ha causado entre nuestros pueblos, fracturando la armonía y la unidad que siempre han sido nuestro mayor tesoro”.
Entre las demandas que plantearon está la cancelación de permisos para la operación de multinacional productora porcina, “que ha convertido estas tierras en un campo de explotación y desolación”, así como la suspensión de privilegios a los acaparadores de agua y tierras que ponen en riesgo la seguridad y bienestar de los habitantes de esta región.
También, pidieron poner fin al uso de cañones para dispersar la lluvia y que cese la división y confrontación entre pueblos “provocada por las actividades de Granjas Carroll y sus aliados”.
“Exigimos la restauración de la Cuenca Libres Oriental, y las demás cuencas afectadas por la contaminación y el envenenamiento causados por las empresas e industrias bajo la mirada cómplice de las autoridades y el Estado. Esa restauración es vital para la salud de nuestros mares, costas, ríos, sierras y toda la biodiversidad”, expresaron.
Renato Romero, líder de este movimiento, aseguró que es falso que este tipo de empresas generen empleo a donde llegan, pues los pueblos se sostienen de las remesas que mandan los paisanos que trabajan en Estados Unidos y de lo que producen los ejidatarios y pequeños productores que se niegan a vender sus tierras y defienden su modo de vida “a pesar del abandono gubernamental”.
Dijo que, a pesar de la represión, este movimiento mantendrá acciones para señalar la situación que se vive en esa región donde no sólo opera Granjas Carroll, sino otras transnacionales como Audi, Iberdrola, Heineken y la agroindustria Driscoll´s, que impactan a las comunidades que antes eran consideradas como productoras agrícolas.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GABRIELA HERNÁNDEZ.
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