Las personas afectadas por la contaminación del Río Sonora aseveraron que los 10 años han transcurrido como “un peregrinaje largo, lleno de obstáculos y decepciones. De promesas que abundan, pero su cumplimiento es nulo”.
Un grupo de personas afectadas por la tragedia ambiental ocurrida hace 10 años en el Río Sonora, instalaron un antimonumento esta mañana en la Plaza Emiliana de Zubeldía, en Hermosillo.
“Esto es para recordar el ominoso estado de impunidad en que el gobierno de México ha sostenido en contra de los pueblos del Río Sonora, desde Cananea hasta Hermosillo. Aquí pueden ver que derivan las letras de impunidad, de injusticia, de resistencia, que hemos tenido ya por 10 años”, dijo Martha Patricia Velarde Ortega, residente de Baviácora, uno de los municipios afectados por la tragedia ambiental causada por Grupo México, e integrante de los Comités de Cuenca Río Sonora.
“El objetivo es conmemorar y que cada vez que pasemos por aquí y miremos este antimonumento que significa Río Sonora 2014, traigamos a la memoria todo esto que hemos narrado”, agregó al terminar la lectura de un pronunciamiento que señala la omisión de 23 funcionarios públicos para atender el caso, entre los que se menciona a personajes como el gobernador Alfonso Durazo Montaño, los secretarios de salud del estado y de la federación, José Alomía Zegarra y Jorge Alcocer Varela, así como a los responsables de Conagua, Cenaprece, Semarnat, Imss-Bienestar, Cofepris, Coesprisson, Insabi y el resto de las personas comisionadas a llevar a cabo la reparación del daño, incluyendo las acciones derivadas del Plan de Justicia para Cananea y Río Sonora.
“Por sus escritorios han pasado decisiones fundamentales para trabajar por la salud, por la reparación ambiental, por las instancias y por la justicia del Río Sonora. ¿Qué explicación dan a nuestros pueblos para no haber cambiado las cosas al rumbo correcto? ¿De qué nos sirve un plan de justicia para cananea y río sonora si no existe voluntad política ni presupuesto?”, afirmaba el comunicado.
Fue poco antes de las 20:00, tiempo local, cuando integrantes de Comités de Cuenca Río Sonora, la organización creada por las personas afectadas por la contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora para buscar justicia, inauguraron el antimonumento mientras, al fondo, en la fachada del Museo-Biblioteca de la Universidad de Sonora se proyectaban frases como: “el gobernador prometió justicia en el Río Sonora y no cumplió ¿por qué protege a Grupo México?”, “de cobre no come el Río Sonora. Primero la vida, después la minería” o “dos presidentes y tres gobernadores; ninguno hizo justicia en el Río Sonora”.
El móvil de la lucha, explicó Velarde Ortega, responde a la búsqueda de una vida digna de cara a la vejez, pero también a las infancias: cosa que se aleja con el comportamiento mostrado durante una década por los responsables, mismo que describió como utilitario.
“No queremos elegir entre comprar agua limpia o comida, no queremos ser adultos mayores cargando los pesados contenedores de agua con las fuerzas que les quedan, no queremos ver a nuestros niños consumiendo contaminantes mientras salen a jugar. Queremos justicia y rendición de cuentas, un gobierno del estado que no agache la cabeza cuando se asoma grupo México. Que no le ruegue a las empresas por obras de infraestructura para después pagarles de vuelta ignorando el desastre ambiental que dejan a su paso, mismo con el que se hace campaña política. Un gobierno que no utilice a las instituciones en favor de sus propios intereses”, dijo la afectada.
En concreto, se criticó la burocracia desplegada a partir de una suma de reuniones, más de 18, y planes acompañados por la inacción, “todo se queda en el discurso”: desde el Fideicomiso Río Sonora, iniciado por Enrique Peña Nieto, hasta el mencionado plan de justicia y el mensaje emitido por Alfonso Durazo Montaño en el marco de la conmemoración de la tragedia ambiental. Este último cierra con una frase que concilia con los intereses mineros: “El gobierno que encabezo asume el reto de continuar trabajando para generar condiciones que garanticen el desarrollo de las actividades mineras con plena responsabilidad social y ambiental”.
Durante el acto de protesta se reprochó al presidente Andrés Manuel López Obrador por la inoperancia de su gabinete y se le exigió detener “la mentira”.
“Señor presidente: no deje que la mentira se siga construyendo, todas las personas funcionarias deben reconocer que no hay avances para el Río Sonora en el Plan de Justicia para Cananea. Su secretaria de gobernación debe ser imparcial, y ha recibido a la empresa sin escuchar a las comunidades”.
En síntesis, las personas afectadas por la contaminación del Río Sonora aseveraron que los 10 años han transcurrido como “un peregrinaje largo, lleno de obstáculos y decepciones. De promesas que abundan, pero su cumplimiento es nulo”. De modo que a una década de la tragedia, consideran, y el antimonumento lo recuerda, no se pude hablar de ningún logro.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ALBERTO DUARTE.
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