martes, 8 de octubre de 2024

Asesinato del alcalde de Chilpancingo, ejemplo de 'narcoterrorismo': Saucedo

El consultor David Saucedo remarcó la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta contundente por parte del gobierno para capturar a la cúpula de los grupos delincuenciales que operan en la capital guerrerense.

David Saucedo, consultor en Seguridad Pública, afirmó que el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, es un claro ejemplo de “narcoterrorismo“, aludiendo a la forma en que los grupos del crimen organizado buscan someter a las autoridades en Guerrero y en diversas partes de México.

En entrevista para Aristegui en Vivo, señaló que “todo indica, desde que iniciaron las investigaciones sobre este suceso, que el grupo conocido como ‘Los Ardillos’, que se está disputando las actividades delictivas en el municipio de Chilpancingo desde hace tiempo, con otro grupo gemelo llamado Los Tlacos, aparentemente tuvo un encuentro con el alcalde”.

Explicó que un desacuerdo con este grupo criminal habría sido el motivo detrás del asesinato de Arcos, una hipótesis que surgió tras filtraciones de fuentes de inteligencia del gobierno federal.

‘Los Ardillos’ y ‘Los Tlacos’, según Saucedo, son “escisiones del viejo cartel de los Beltrán Leyva” y han mantenido una pugna por el control de Chilpancingo.

“Ya desde la administración anterior había nexos del grupo de ‘Los Ardillos’ con la administración municipal saliente”, explicó Saucedo, y dijo que el modus operandi del asesinato coincide con las tácticas de esta organización criminal.

Además, recordó que hace poco más de un año, ocurrió un evento similar al modo en el que asesinaron al alcalde, “en el que enemigos de esta organización criminal fueron decapitados y sus cráneos fueron depositados en el toldo de algunos vehículos con un mensaje criminal dirigido hacia la alcaldesa [entonces Norma Otilia Hernández]”.

Dijo que este tipo de violencia ha sido recurrente en Guerrero y advirtió que en varios estados del país, como Michoacán, los grupos delictivos han logrado infiltrarse en las estructuras políticas, convirtiéndose en actores clave para garantizar el avance de ciertos proyectos políticos.

“En Guerrero y en algunos estados del país tenemos esquemas de gobernanza criminal donde las élites políticas para avanzar en sus proyectos recurren al respaldo, al financiamiento negro de los grupos de crimen organizado”, afirmó.

Saucedo agregó que, aunque inicialmente estos grupos se conformaban con controlar áreas como las direcciones de tránsito, policía y fiscalización, “con el tiempo se han habituado a nombrar candidatos, designar candidatos o impedir que algunos candidatos opuestos a sus proyectos criminales puedan avanzar”.

Saucedo dijo, respecto al concepto de “narcoterrorismo“, que este se diferencia del terrorismo clásico porque “no busca un objetivo político, ideológico ni religioso”.

“El narcoterrorismo son ataques a la población civil que buscan un objetivo económico criminal, perpetrados por integrantes de algún grupo de macrocriminalidad o de algún cártel de nivel medio”.

Apuntó que al gobierno federal mexicano no reconoce la existencia del narcorterrorismo, “le molesta mucho que se hable de este contexto de violencia en México por el temor de que quizás en los Estados Unidos haya voces que insistan en la utilización de las fuerzas armadas norteamericanas para el combate a este tipo de organizaciones.”

Añadió que este tipo de acciones tiene como propósito intimidar a las autoridades y forzarlas a actuar de manera favorable a los intereses de las organizaciones criminales.

Respecto al asesinato de Arcos, el especialista indicó que la intención detrás del homicidio era enviar un mensaje a otras autoridades que podrían resistirse a colaborar con los cárteles.

“Cada vez que se asesina a un alcalde lo que se busca es doblegar la voluntad de otras autoridades que se nieguen a establecer una sinergia, una comunicación, una colaboración con grupos del crimen organizado”, y dijo que en el caso de Guerrero esto no es un hecho aislado, ya que “desde hace tiempo ocurre de esta manera”.

El consultor también dijo que es “evidente” que al estar Arcos en un municipio donde hay dos grupos disputándose el control de la actividad criminal, “ambos grupos deseaban contar con anillos de protección política y policial proporcionados por el municipio”.

Según la información filtrada a agencias federales, dijo, “se mencionó que había un acuerdo: se había dividido la plaza de Chilpancingo y ‘Los Tlacos¡ ocupaban una región del municipio y ‘Los Ardillos’ otra”.

Sin embargo, Saucedo señaló que parece que ‘Los Ardillos’ intentaron recuperar el control total de la administración municipal, lo que habría roto esta “especie de paz narca”.

Lamentó que las autoridades, en lugar de confrontar directamente a los grupos criminales, a menudo asumen el papel de mediadores en sus disputas.
Las autoridades, en lugar de combatir a los grupos criminales, lo que hacen es ser mediadores de sus propias disputas para tratar de pacificar territorios.
Por otro lado, Saucedo también hizo referencia a las declaraciones del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien afirmó que las investigaciones las está conduciendo la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guerrero “y se está trabajando en coordinación con la gobernadora para esclarecer el caso”.

Harfuch mencionó que el alcalde Arcos se dirigía a una reunión en Petaquillas sin escoltas ni chofer, lo que facilitó que fuera interceptado y asesinado en su trayecto.

Al respecto, Saucedo consideró que hubo una negligencia por parte de las autoridades al no haber proporcionado protección al alcalde, dado el contexto de violencia que ya se había manifestado en su administración.

Recordó que previamente, con días de diferencia, habían sido asesinados miembros clave del equipo de Arcos, incluido su secretario de Seguridad Pública y su secretario del Ayuntamiento.

Para Saucedo, el gobierno federal debió haber actuado antes, “sin esperar una solicitud de parte del alcalde“, sugiriendo que “debieron haber sido proactivos y no reactivos” en la protección del alcalde, dadas las amenazas y el entorno violento en el que se encontraba.

Esto, luego de que el secretario de seguridad federal negara la existencia de una solicitud de protección del alcalde Arcos Catalán a corporaciones del gobierno mexicano.

Finalmente, el consultor reiteró la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta contundente por parte del gobierno.

“Me parece que los grupos criminales en Guerrero tendrían que recibir una dura reprimenda por haber realizado este hecho que es para mí de auténtico narcoterrorismo. La única salida viable es la captura de la dirigencia de la cúpula de ‘Los Ardillos’ y ‘Los Tlacos'”.


FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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