La organización México Evalúa presenta este jueves su estudio “Hallazgos 2023, seguimiento y evaluación de la justicia penal en México”, que advierte un incremento en el índice de impunidad de casi todos los delitos.
La impunidad en delitos de alto impacto, como el homicidio doloso, la desaparición, el secuestro, la extorsión, la violación, el despojo y el fraude, aumentó entre 2022 y 2023.
Aunque la impunidad en delitos del fuero común y delitos del fuero federal se redujo en un porcentaje mínimo a nivel general, en algunos delitos la efectividad de la justicia para investigar, resolver los casos y reparar el daño fue casi nula.
En homicidio doloso, la impunidad pasó del 95.7 al 96.86 por ciento de los delitos registrados; en desaparición, aumentó de 96.5 a 99.51 por ciento; en secuestro, de 82.8 a 87.08 por ciento; en extorsión, de 96.4 a 98.36 por ciento; en violación, de 93.8 a 94.5 por ciento; en despojo, de 95.1 a 96.36 por ciento, y en fraude, de 96.8% a 97.24 por ciento.
Estos son algunos de los resultados del estudio “Hallazgos 2023, seguimiento y evaluación de la justicia penal en México”, de la organización México Evalúa, que será presentado este jueves.
En su capítulo dedicado a la efectividad de la justicia penal, México Evalúa señala que la impunidad directa es aquella que se refiere a la falta de atención, investigación y/o resolución de los casos que fueron conocidos por la autoridad.
Según esas mediciones, la impunidad en los delitos del fuero común tuvo una leve disminución de 2.7 puntos porcentuales entre 2022 y 2023, pero se mantuvo en un rango de 96.3 por ciento de los delitos cometidos.
Impunidad y delitos en México
En el ámbito federal, también se registran disminuciones leves a lo largo del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, pero con una constante: casi la totalidad de los delitos quedan impunes. En 2018, la impunidad fue del 94.6 por ciento; en 2019, del 95.1; en 2020, del 95.6; en 2021, del 96.1 y en 2022, del 95.5 por ciento.
“Hoy por hoy, no cabe duda de que el sistema acusatorio y oral ha sido implementado a cabalidad, pero la calidad de nuestra justicia penal es extremadamente pobre”, concluye el informe, “cabe destacar que la impunidad no ha disminuido significativamente y los datos disponibles reflejan, en general, la inexistencia de políticas criminales y estrategias de persecución penal realmente operativas y capaces de reaccionar ante los fenómenos complejos de criminalidad y de dar respuestas diferenciadas en función de la gravedad de los delitos”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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