viernes, 18 de octubre de 2024

García Luna todavía puede negociar con EU. Nadie quiere morir preso: Mike Vigil

García Luna y su defensa han sufrido una derrota tras otra en las cortes estadounidenses, consumadas por la sentencia del miércoles. Y sobre el otrora “súper policía” pesa ahora una condena que lo dejará 38 años en una prisión de máxima seguridad. Ahora, el exfuncionario mexicano apelará la decisión, pero también puede hablar.

La estrategia no funcionó. Ni siquiera sus suplicas de último momento. Genaro García Luna, el Secretario de Seguridad de Felipe Calderón, fue condenado a 38 años y seis meses de prisión por diversos cargos de narcotráfico en Estados Unidos. Eligió defender “su honor” y el Juez Brian Cogan, durante su sentencia, desnudó su táctica: lo igualó con Joaquín “El Chapo” Guzmán y lo calificó como un hipócrita. 

Al “súper policía” y encargado de la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón Hinojosa —quien insiste en nunca haber conocido los vínculos de su mano derecha con criminales— le quedan pocas opciones para reducir sus años en prisión. Si bien aún puede apelar su sentencia, en realidad hay nulas posibilidades de que esto prospere, con lo cual una rendija puede ser el que acceda a sentarse con las autoridades a decir todo lo que sabe.
“Muchas veces, los acusados no van a colaborar necesariamente desde un principio. Ellos quieren ver qué evidencia tienen en contra de él o ellos. Pueden decir: la evidencia es contundente pero me voy a jugar la baraja y esperan a que dicten la sentencia. Si es súper pesada, entonces ya no le queda otra, porque ningún acusado quiere morir en la cárcel, si va a colaborar ese va a ser el mejor motivo”, explicó Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, en entrevista con SinEmbargo.


Genaro García Luna fue un poderoso Secretario de Seguridad Pública que se formó como policía en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), donde trabajó entre los años 1989 y 1998. Su habilidad para manipular la información que obtenía a partir del espionaje y su facilidad para esparcir rumores lo encumbraron en los gobiernos del PRI, con Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, y le abrieron la puerta y le permitieron encumbrarse en los dos gobiernos que ha tenido el PAN: el de Vicente Fox Quesada y el de Calderón Hinojosa.

Mucho se ha hablado, por lo mismo, sobre el tipo de información que puede tener sobre lo ocurrido en los años de la guerra del narcotráfico. Sobre todo ante la evidencia de que Felipe Calderón Hinojosa siempre supo de los vínculos de su mano derecha con el crimen organizado. No obstante, Vigil no se aventuró a afirmar que García Luna entregará al expresidente, pero sí consideró que su caso manda un mensaje de que cualquiera, incluso un exmandatario, puede caer. 

“Es un mensaje muy fuerte”, afirmó por su parte Mike Vigil. “Cuando sentencian a un narcofuncionario, a un gran criminal, como ‘El Chapo’ o John Gotti, o el exmandatario de Honduras [Juan Orlando Hernández]. Eso manda un mensaje, pero los criminales muchas veces no reciben ese mensaje porque el poder y el dinero es una cosa en la que se enfocan y no piensan en las consecuencias, y la justicia siempre llega, tarde o temprano. Y especialmente cuando entras en una conspiración con varios individuos, no tienen honor, si son capturados suelen colaborar, eso es un riesgo muy grande que corren, pero muchas veces la arrogancia va distorsionando el sentido común”, completó.

Un ejemplo en la reducción de una condena fue lo ocurrido con Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, el hijo de Ismael “El Mayo” Zambada condenado en 2019 a a 15 años de prisión, por delitos relacionados con el narcotráfico, y quien en abril de 2021 salió de prisión luego de haber sido un testigo clave en el caso contra Joaquín Guzmán Loera.  

¿Pero cómo podría, en su caso, colaborar con las autoridades?
 “Él, por parte de sus defensores o defensor tendría una reunión y diría: ‘No quiero morir en la cárcel. Hay que comunicarles que estoy listo para colaborar, puedo entregar esta información, a fulano de tal’, explicó Mike Vigil. “Si es que decide colaborar tendrá una reunión personal con los fiscales y le tomarán una declaración por escrito, llamada ‘proffer’. Le dicen que tiene que declarar todo, todo lo que tú sabes. Entonces, si lo agarran con una sola mentira, ya no hay trato. No hay ningún trato. Ellos ponen todo por escrito, se lo dan a los fiscales federales y si están de acuerdo, entonces comienza la colaboración y que se rebaje la pena, por ejemplo 15, 20 años, donde todavía puede salir. Si entrega a muchas personas, yo creo que lo pueden rebajar bastante”, detalló.


EL CAMINO DE LA APELACIÓN

García Luna optó para su juicio, celebrado el año pasado, combatir, no colaborar, como otros capos han hecho antes. Incluso capos que hablaron en su contra. Con la sentencia que lo mantendrá hasta los 89 años en prisión, el exfuncionario mexicano ha dicho que apelará la decisión. “No es el hombre que describen como una persona con doble vida, estamos en desacuerdo con eso, él solo tenía una vida y era funcionario del servicio público. Estamos en desacuerdo con la decisión del juez”, señaló César De Castro, su principal abogado defensor.
“Todas las personas tienen derecho a una apelación, hay dos procesos, uno que ya se presentó y le fue rechazado por el Juez Cogan. Acusaron a los fiscales de armar todo en su contra. Acusó incluso al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, digamos esa fue una primera parte pero no solo salió perdiendo por la negativa, pero Cogan confirmo que García Luna lideró un complot para beneficiarse a sí mismo. Salió perdiendo por partida doble, quedó en evidencia”, explicó a SinEmbargo Jesús García, jefe de información política de La Opinión de Los Ángeles, ha cubierto los juicios en EU de “El Chapo” y otros narcotraficantes, incluidos Garcia Luna y “El Mayo” Zambada.
“Ahora viene después de la sentencia es un periodo muy corto, menos de 15 días, para presentar una petición, confirmar que va a presentar una apelación ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito, después de ese anuncio, ellos tienen un determinado tiempo, para integrar la apelación, son bastantes amplias, miles y miles de evidencias, pueden presentar información que encontraron en la prensa, que podría ayudarle, su carta, su última intervención”, añadió.


García también explicó que es “una jugada complicada”. “En primer lugar, la Corte debe aceptar el recurso; para ello pueden tardarse 6 meses, pero es indeterminado, y después escuchar argumentos y se pueden tardar años, no sabemos, además de eso, es muy difícil que la Corte de Apelaciones eche atrás un proceso con jurado, son muy respetados en EU, particularmente los juicios federales. Es muy difícil, debe haber una evidencia realmente brutal: que la defensa compruebe que los fiscales armaron una estrategia para que las personas que fueron testigos rindieran testimonio en su contra”, ahondó el experto.

“En todo caso, podría lograr que se repita el proceso, pero es muy remoto, el porcentaje es muy bajo. Es difícil que tenga la posibilidad más adelante. Las instituciones estadounidenses se respetan mutuamente”, concluyó García.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: MANUEL GONZÁLEZ.

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