Los votos a favor de la llamada reforma de “supremacía constitucional” o de impugnabilidad de reformas constitucionales, fueron emitidos por los grupos parlamentarios de los partidos Morena, Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y del Trabajo (PT). Mientras que los sufragios en contra fueron emitidos por legisladores de Acción Nacional (PAN), del Revolucionario Institucional (PRI) y de Movimiento Ciudadano (MC).
La diputada Olga María Sánchez Cordero Dávila, del grupo parlamentario de Morena, sostuvo que esta reforma buscaba fortalecer el poder soberano del pueblo al “constitucionalizar el artículo 61 de la Ley de Amparo”.
Según la también ministra en retiro, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la la reforma pretendía rescatar el poder de decisión del pueblo, permitiendo que se garantizara la continuidad de las reformas constitucionales, sin intervención judicial que limitara el ejercicio democrático.
Además, Sánchez Cordero Dávila argumentó que la iniciativa no atentaba contra los derechos humanos, sino que buscaba diferenciar entre las distintas vías legales, como el juicio de amparo y las controversias constitucionales.
Sin embargo, durante el debate, la oposición acusó a la mayoría de ser “nietos de Varguitas” en alusión al protagonista de la película ‘La Ley de Herodes’, de 1999 y dirigida por el cineasta Luis Estrada Rodríguez
Vestidos de negro y portando unas velas, diputados del grupo parlamentario del PAN subieron a la tribuna, mostraron “lápidas” con leyendas como la de “Descanse en paz Poder Judicial. Murió víctima del autoritarismo de Morena”.
Por su parte, la legisladora panista Margarita Zavala Gómez del Campo acusó que con el aval de la “supremacía constitucional”, Morena le abrió la puerta a la dictadura. “No durarán para siempre, los perseguirá esta reforma y la quitaremos después”, afirmó.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.
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